La experiencia democrática de Rojava

Nuestra asociación insiste, con razón, en sus editoriales en la actualidad y modernidad de la Comuna. Para justificar esta visión, es necesario ahora presentar sus nuevas formas, todas ellas portadoras de esta nueva sociedad reivindicada por los comuneros de ayer y de hoy. He aquí una de las experiencias más relevantes en la actualidad.

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Comunas de aldea, comunas de mujeres, comunas étnicas, comunas agrícolas, comunas económicas, pero también consejos de barrio, consejos de mujeres, comités populares: estos son los modelos de democracia directa que rigen la autoadministración de Rojava, o Kurdistán sirio, desde hace una docena de años, en un sistema de confederalismo democrático enteramente adaptado a un espacio muy particular. Esta experiencia se construyó y resiste en un contexto de guerra o de presión casi permanente desde 2011 contra los Estados autoritarios de Turquía y Siria, que pretenden ponerle fin.

Un oasis democrático en Oriente Medio

Durante la Primavera Árabe de 2011, el gobierno sirio tuvo que abandonar el norte del país para preservar su régimen en torno a su capital, Damasco. Este territorio es uno de los espacios habitados por el pueblo kurdo, cuya dispersión se extiende por otros tres países (Turquía, Irak, Irán) desde hace siglos. Los kurdos de Rojava aprovecharon la situación para convertirse muy rápidamente en una provincia autónoma con una democracia sin precedentes, confederándose en tres cantones autónomos, Afrin, Kobane, Cizire, con una particularidad: la coexistencia pacifista de varios grupos étnicos y religiones (musulmanes, cristianos, yazidíes, etc.) con igualdad de derechos en un Oriente Medio de tradición patriarcal y con fuerte peso religioso.

La Comuna de París, referencia para el origen del proyecto

Este proyecto fue iniciado por el líder del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) Abdullah Öcalan, quien evolucionó su pensamiento entre 1994 y 2010: de una primera idea de un Estado-nación kurdo -rechazada por la observación de que todo Estado es opresivo- hacia el principio del confederalismo democrático en el norte de Siria en 2011. Este nuevo paradigma tomó forma gracias al vínculo establecido por Öcalan, encarcelado desde 1999, con el filósofo anarquista estadounidense Murray Boockchin: este último es el diseñador del municipalismo libertario basado en el modelo de democracia comunal de la Comuna de París y la ecología social que sustenta la nueva sociedad con el papel prioritario de la educación popular.

El municipio como entidad social

Cabe destacar una característica llamativa: aunque la estructura de los niveles administrativos de la federación incluye consejos municipales electos, estos tienen poco poder. Son los municipios, en múltiples formas, unidades menores de la sociedad y verdaderas entidades sociales, los que representan el movimiento popular apoyado por la plataforma de las organizaciones civiles (TEV-DEM). Se trata, por tanto, de un poder paralelo oficializado, redactor de una constitución fuertemente impregnada con participación popular. Las competencias de estos municipios que se sientan en la Casa del Pueblo son seis: autonomía, política, ideológica, social, económica y autodefensa. Las preguntas son de nivel local o superior.

La variedad de tipos de municipios y consejos relacionados es inmensa: cualquier grupo, cualquiera que sea su fundación, puede formar y federarse para dar vida a la democracia directa.

Un experimento democrático en peligro: la situación a finales de 2023

La situación de guerra y amenaza permanente (tres invasiones turcas consecutivas desde 2016 con amputación de territorios), así como los nuevos espacios recuperados, han provocado una nueva situación: la administración autónoma del norte y el este de Siria instalada tiende a prevalecer sobre la democracia existente de estructuras de base: aparece una especie de control estatal mientras que el movimiento popular queda un poco más atrás.

Y, sobre todo, a principios de octubre, la respuesta de Turquía a un atentado suicida en Ankara reivindicado por el PKK provocó oleadas de detenciones. Con el pretexto de que los responsables habrían entrado en Turquía por el noreste sirio, Ankara lideró una primera fase de guerra masiva que debilitó aún más la continuidad del proyecto democrático del Kurdistán sirio.

La gran fuerza de Rojava sigue siendo la energía de todas las poblaciones kurdas, cristianas, árabes y yazidíes unidas para defender un proyecto compartido de coexistencia pacifista con una solidaridad inquebrantable.

FUENTE: Jean Annequin / Commune de Paris / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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