Edgar Morin, filósofo y pensador francés de 102 años, es una de las figuras más importantes de la sociología desde la década de 1950 hasta nuestros días. Morin es Doctor Honoris Causa por 38 universidades de todo el mundo.
Morin afirmó que las raíces de los problemas que sufre en la actualidad el pueblo kurdo se encuentran en las políticas aplicadas por las fuerzas dirigidas por británicos y franceses durante la disolución del Imperio Otomano. “Primero debemos situar los conflictos en su contexto histórico y geopolítico -explicó-. Por ejemplo, el pueblo kurdo sufrió la división arbitraria en naciones impuestas por ingleses y franceses tras la descomposición del Imperio Otomano. El pueblo kurdo se encontró dividido entre varias naciones, desde Turquía hasta Irán. Se le privó de su derecho a una nación. Añadamos que el desmembramiento del Imperio Otomano en Europa y Asia, en naciones con desigualdades étnicas, provocó guerras desastrosas: Yugoslavia, luego Kosovo en Europa, y los conflictos actuales en Oriente Medio”.
Para el filósofo, “la ausencia de soluciones pacíficas favorece las escaladas y los peligros de las guerras, incluido el peligro de la extensión o incluso de generalización de las guerras”.
Según Morin, “una parte del pueblo kurdo pudo mantener un territorio autónomo y defenderse en él; otra sufre el cruel yugo de potencias como Turquía e Irán. La regresión general en todos los continentes, la crisis global de las democracias, el desarrollo de regímenes neoautoritarios contribuyen al auge de políticas y líderes populistas”.
El pensador francés reflexionó que “las potencias occidentales nunca tuvieron en cuenta las necesidades nacionales del pueblo kurdo, sino que utilizaron al pueblo kurdo contra el Estado Islámico”.
Morin aseveró que “la palabra terrorista se utiliza erróneamente para describir cualquier resistencia a un opresor. Esta actitud no sirve a la paz. Se necesitan circunstancias favorables para que una reunión internacional sobre Oriente Medio mejore la situación, incluida la del pueblo kurdo y la del pueblo palestino. Pero, por desgracia, aún estamos lejos de que esto ocurra”.
El filósofo afirmó que “la presión internacional sobre Turquía en favor de Abdullah Öcalan podría ser eficaz. Las fuerzas que podrían movilizarse en favor de una solución pacífica del conflicto kurdo son demasiado débiles y dispersas. Es necesaria una renovación democrática en el mundo para que pueda producirse una intervención internacional en favor del pueblo kurdo. No debemos dejar de testificar ni de hacer campaña a favor del pueblo kurdo y de su líder, Abdullah Ocalan”.
“Mi opinión es clara. Admiro la resistencia del pueblo kurdo -remarcó-. La lucha por la libertad del pueblo kurdo es una causa justa, y testifico y testificaré a su favor. Pero sería necesario un cambio en la situación histórica para que el pueblo kurdo se librara de sus opresores. Lo importante es no olvidarlo”.
El pensador e intelectual también se refirió al proceso político y social que se vive en Rojava hace más de diez años. Morin señaló que “el sistema implantado en Rojava es importante para las sociedades que buscan el cambio y la transformación”, ya que “estas experiencias son ejemplares y deberían conocerse mejor para contribuir a los cambios deseables”.
FUENTE: ANF
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