¡Viva la lucha por la libertad de las mujeres kurdas! ¡Jin, jiyan, azadî!

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Ayla Akat Ata es una mujer kurda sin miedo, una persona valiente y desafiante, una heroina, una abogada por los derechos humanos y los derechos de la mujer, una madre, una ex parlamentaria que desempeñó dos mandatos en el parlamento turco y la portavoz del Congreso de Mujeres Libres KJA.

Fue la primera mujer en reunirse con Abdullah Öcalan en la isla de Imrali en enero de 2013 en el contexto del proceso de paz. Su carrera en el parlamento no sólo estuvo llena de intrépidos discursos contra el régimen fascista Erdogan, Ayla Akat Ata fue varias veces hospitalizada con graves heridas debido a la violencia policial y sobrevivió a intentos de asesinato.

La gente a quien ella servía la amaba por estar siempre en la primera línea de defensa contra la policía y la brutalidad del ejército. En muchas ocasiones, se convirtió en un escudo humano para proteger a los civiles de las masacres del ejército. Y los que la conocen, la conocen como una amiga, camarada, mujer, profundamente humilde, fuerte, cariñosa, valiente y generosa.

Ayla Akat Ata protestaba contra los ataques del Estado contra políticos y periodistas kurdos. Por eso fue insultada, golpeada, arrastrada y luego detenida por la policía. Antes de ayer, la encerraron en la cárcel.

Turquía es una dictadura. No puede haber duda de eso. No sólo los medios de comunicación kurdos, sino que los principales periódicos y medios de comunicación han sido cerrados. Maestros y profesores están en la cárcel. Los medios libres ya no existen. Los municipios están siendo allanados y representantes políticos democráticamente electos son arrestados. Y, por supuesto, todo el proceso va acompañado de masacres contra la población kurda.

Las mujeres son las primeras víctimas de este régimen fascista patriarcal. ¿Por qué? Porque el miedo más grande de la mentalidad islamista del estado turco es la mujer kurda organizada y políticamente activa. No es ningún otro estado u organización, sino el potencial radical en el movimiento de mujeres kurdas lo puede obligar a este régimen a arrodillarse.

Es por eso que vemos a estos sangrientos soldados asesinar a las guerrillas, filmar y compartir sus asquerosas fechorias en las redes sociales. Necesitan demostrar su dominio masculino recurriendo a los métodos habituales de los violador de ISIS. Es por eso que desnudan a las mujeres Kurdas después de matarlas, a fin de exponer sus cuerpos, porque piensan que el honor de una mujer está entre sus piernas.

Es por eso que arrestan a mujeres históricas como Gültan Kisanak, periodista, ex prisionera política, ex diputada y ahora alcalde de Amed (Diyarbakir). Esta mujer ha experimentado y sobrevivido las más horribles formas de tortura sexual en la cárcel.

Sakine Cansiz, figura simbólica de la revolución de la mujer del Kurdistán, era su amiga y camarada desde la prisión. Ella, como una de los cofundadores del PKK, dirigió los levantamientos en la prisión y fue asesinada en París el 9 de enero de 2013. Los servicios secretos turcos la mataron junto con Fidan Dogan y Leyla Saylemez, porque no pueden soportar ver a la mujer en Resistencia

Pero tal como el mundo ha visto en Kobane, las mujeres kurdas nunca se doblegarán. Están organizadas en masa, no tienen miedo y son la pesadilla más grande de la síntesis ISIS-AKP.

Las detenciones de mujeres como Ayla Akat Ata y Gültan Kisanak deben analizarse en este contexto.

¡Nuestro honor es nuestra resistencia! Todas las mujeres y las personas amantes de la libertad deben estar en solidaridad y recurrir a la acción para exigir la liberación inmediata de presas políticas como Ayla Akat Ata y Gültan Kisanak!

¡Viva la lucha por la libertad de las mujeres kurdas!

¡Jin, jiyan, azadî!

Manifiesto leído para clausurar la manifestación del 1 de noviembre en Madrid

Escrito por Dilar Dirik

Traducido por Rojava Azadi

Podéis leer una entrevista en inglés a Ayla Akat Ata