Las puertas de la Universidad de Kobanê abrieron en septiembre de 2017. Las clases y los laboratorios todavía están en edificios provisionales, pero el director de la institución, Kamal Basrawi, explicó que “el nuevo edificio” para el centro de estudios está casi terminado.
Cuando se inauguró, la Universidad tenía dos Facultades: la de Ciencias (Matemáticas, Física y Química), y la de Artes y Humanidades (Literatura Kurda y Lenguas). Los estudiantes que se inscribieron en el pasado curso académico fueron un total de 45. Pero este año hay una afluencia mucho mayor de alumnos. Hasta ese momento, se habían inscripto 120, de los cuales 90 eligieron el departamento de Ciencias y 30 el de Humanidades.
Este año se abrirán nuevos departamentos como Biología, en la Facultad de Ciencias, y Literatura Arábiga, en la de Humanidades. Este departamento está en Gire Spi, pero las clases se impartirán en Kobanê.
“La región -explicó el director Basrawi- todavía está bajo la amenaza de numerosas potencias y fuerzas extranjeras, por lo que es difícil organizar nuestro trabajo. Sin embargo, lo estamos haciendo y estamos aumentando el número de profesores, así como ampliando la oferta para nuestros estudiantes”.
Basrawi señaló que ahora están esperando “a dos profesores que estaban dando clases en la Universidad de Afrin y que ahora las darán aquí, en tanto que fueron forzados a huir junto con los cientos de miles de personas por culpa de la ocupación turca”.
La falta de profesores está impidiendo que la Universidad abra nuevos departamentos. El último año, había un total de 15 docentes (ocho de ellos graduados). Este año, además de los 15 profesores, habrá cinco nuevos doctores y ocho graduados más.
Sobre la modalidad que se dicta en la institución, Basrawi destacó que “los grados duran cuatro años y cada año está dividido en dos semestres. Nuestro sistema de evaluación y exámenes es distinto del tradicional. De hecho, preferimos evaluar a los estudiantes a lo largo del año que en un único examen final. Por este motivo no hay exámenes”.
La Universidad, como ocurre con todos los niveles de educación, es gratuita y está abierta a todos los estudiantes. “Nuestro objetivo es educar. La educación no tiene que ver con los negocios. Es una herramienta para formar y empoderar a los futuros ciudadanos”.
El director de la casa de estudios confirmó que mantienen relaciones con algunas universidades del sur del Kurdistán, pero también de Ucrania, Libia y Alemania. “Somos una institución nueva, pero queremos colaborar con otras universidades alrededor del mundo. En realidad, damos mucha importancia a las relaciones con otras instituciones en el extranjero, valoramos los intercambios y creemos que tenemos mucho que aprender de otras experiencias”, remarcó.
En los últimos días, las universidades de Rojava organizaron una importante conferencia para decidir nuevas reglas y prácticas.
El sistema universitario en el norte de Siria (Rojava) se basa en un nuevo sistema educativo, vinculado y conectado a los principios de la Nación Democrática en lugar de los principios clásicos que rigen en las universidades sirias.
La liberación de la mujer, una sociedad ecológica, la promoción y la construcción de la fraternidad y la amistad entre todas las naciones y los diversos componentes de Siria, son algunos de sus pilares.
Además, se busca establecer una estrecha cooperación entre estudiantes y profesores, rechazando así la superioridad y el enfoque jerárquico. El objetivo es promover y ayudar a los estudiantes no sólo a estar bien preparados, sino también a ser democráticos y libres y, por lo tanto, decididos a poner sus conocimientos al servicio de la sociedad y de las personas.
Por ello, una de las principales diferencias de la Universidad de la Rojava tiene que ver con el proceso de evaluación de los alumnos. Incluso si se compara con las universidades europeas, se observa claramente que se trata de un modo diferente y novedoso.
En Rojava, so se evalúa con el objetivo de separar a los estudiantes “buenos” de los “malos”, sino más bien con la idea de formar estudiantes integrales y éticos. Esto significa, en la práctica, que todos los estudiantes reciben una atención mucho más cercana y son seguidos a través de todas las fases de su aprendizaje.
El sistema de evaluación se basa en pruebas, exámenes escritos y orales, y proyectos.
Igualmente, en la reunión de todas las universidades se estuvo debatiendo sobre los mejores métodos de evaluación (como ocurre en algunos casos en el extranjero) y han llegado a la conclusión de que las formas tradicionales promueven el individualismo, mientras que el objetivo de la institución educativa debería ser la promoción del colectivismo. No tiene sentido memorizar conceptos, lo importante es la capacidad del estudiante para conectar eventos y sacar conclusiones.
En las universidades se evalúa a los estudiantes de acuerdo a los siguientes criterios: información completa, encarnar la cultura y la moral de la modernidad democrática, aplicar el conocimiento de forma creativa e interpretarlo en proyectos prácticos, comportarse de acuerdo a los deberes y responsabilidades requeridas, y participación activa en la vida comunitaria.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina