Hace unos días, como mujeres jóvenes internacionalistas, tuvimos la oportunidad de visitar diferentes estructuras de mujeres en Rojava y recopilar impresiones personales y hacer preguntas. Especialmente, la visita a las mujeres de las Fuerzas de Defensa Civil (HPC-Jin) en Derik fue muy impresionante, y la amabilidad de las tres madres mayores que nos dieron la bienvenida fue reconfortante.
Las HPC-Jin es la estructura autónoma de mujeres de las HPC (Hêzên Parastina Civakî), las fuerzas de defensa social autoorganizadas de Rojava, que ahora están activas en todas las ciudades. También forman parte del proyecto de “Nación Democrática” y están directamente relacionadas con las comisiones de defensa de los municipios.
Las HPC-Jin tienen tres grandes objetivos que persiguen con su trabajo, siendo los principales la protección de las ciudades, las mujeres y las niñas, y la educación de las mujeres. Intentan rescatar a las mujeres de sus hogares y educarlas, ya que la mayoría de ellas todavía se quedan con sus familias y no pueden salir mucho. El objetivo es darles una conciencia más profunda de la opresión actual de las mujeres y así liberarlas de su pasividad en las estructuras patriarcales feudales y transformarlas nuevamente en individuos políticos activos.
En este contexto, una de las amigas relató lo difícil que fue el trabajo al principio. El problema era que, especialmente, no se confiaba en las madres y las mujeres mayores, y la sociedad no las aceptaba en su trabajo. Sin embargo, con el paso del tiempo la influencia de la mujer fue creciendo cada vez más. Se les preguntó más a menudo sobre los problemas, se confió más en ellas y ahora cada vez más mujeres vienen a participar en el trabajo.
También dijo que en el pasado tenía mucho miedo a las armas. Pero luego que estalló la guerra, y ella y todas las demás mujeres también asumieron tareas, como cuidar a los heridos o protegerlos del hospital, su miedo comenzó a disiparse y decidió unirse a esta estructura.
Durante la época de la guerra, cuando toda la ciudad estaba rodeada por el Daesh, fue un desarrollo natural que las mujeres mayores ayudaron a organizarse y participar en la protección de Derik. A partir de esto, se desarrolló un compromiso de asumir una mayor responsabilidad en la defensa militar de su propia población, con una perspectiva de largo plazo.
Cuando se le preguntó qué significó directamente la realización de la revolución, respondió que fue a través de la ideología de Abdullah Öcalan que ella y otras mujeres se dieron cuenta de la opresión y comenzaron a luchar contra ese sistema.
Durante el reinado del régimen sirio, las mujeres no poseían nada y no se les permitía tomar decisiones sobre ningún aspecto de sus propias vidas. La vida transcurría en el hogar de la familia, bajo el dominio omnipresente del marido. Öcalan afirmó muy acertadamente sobre las jerarquías en la familia: “La familia se concibe como un pequeño Estado del hombre”. Liberarse de esta opresión es un paso importante hacia la liberación de la mujer.
Hoy en día, hay más mujeres que hombres en las estructuras de la ciudad, y ella se siente mucho más libre y segura que antes. Sin embargo, todavía hay muchas mujeres que continúan quedándose solo en la casa, porque la influencia feudal del hombre y la familia sigue siendo fuerte. En defensa de su ideología, las mujeres de HPC-Jin ven como una responsabilidad propia romper estas estructuras e influencias cada vez más, y construir una vida nueva y más hermosa.
Otra compañera contó cómo ha cambiado su vida como resultado de la revolución en Rojava. Según ella, el dolor y el sufrimiento por la vida han desaparecido junto con la ideología de Abdullah Ocalan. En sus palabras: “Por supuesto, todavía hay momentos en los que nos sentimos débiles, ¡pero en nuestro corazón siempre somos fuertes!”.
La fuerza y determinación que las mujeres de las HPC-Jin llevan en sus corazones continuarán jugando un papel importante en el desarrollo de Kurdistán en los próximos meses. Especialmente en tiempos como estos, cuando la amenaza de guerra adquiere proporciones incalculables, las mujeres están listas para luchar y transmitir un amor y una fuerza, que alienta a la gente a seguir adelante y defender su revolución junto a las mujeres de las HPC-Jin.
Ellas son los que dan a las mujeres la esperanza de un mundo liberado, por el que lucharemos juntas, como mujeres, como personas, como comunidad.
FUENTE: Internationalist Commune / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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