Las fuerzas de ocupación, respaldadas por el Estado turco, bombardearon pueblos en el distrito Sherawa, en el cantón kurdo desde Afrin, y en el centro del distrito de Til Rifat, en el norte de Siria.
La agencia de noticias ANF reveló que las fuerzas pro-turcas bombardearon los pueblos de Ziyaret, Aqibe y Bene, en Sherawa. El ataque de artillería tuvo como objetivo los asentamientos civiles y provocó un incendio en las tierras cultivadas.
Los mercenarios a sueldo de Turquía además atacaron el centro del distrito de Til Rifat.
El Estado turco está bombardeando sistemáticamente el territorio de la Administración Autónoma del Norte y el Este (AANES). Las fuerzas de ocupación atacaron las tierras agrícolas cultivadas, la principal fuente de ingresos de la población en la región.
El 16 de junio pasado, fueron bombardeadas los pueblos de Arida y Xirbetbeger, en Gire Spi (Tal Abyad), zona ocupada por los grupos dependientes del Estado turco. Un día antes, la ciudad de Til Rifat, en el cantón de Shehba, fue atacada con morteros y misiles. El 14 de junio, los bombardeos cayeron sobre los pueblos de Um El-Xêr y Til Leben, al suroeste de Til Temir (Tal Tamr). El 13 de junio los ataques de artillería apuntaron contra el pueblo de Dibis, al oeste de Ain Issa. Tres días antes, las fuerzas turcas prendieron fuego las tierras cultivadas de los pueblos de Qasimiyê, Rêhaniyê y Raşidiyê, al noroeste de Til Temir.
Al menos 10.000 hectáreas de tierras cultivadas con trigo y cebada, y 36 hectáreas de olivares se convirtieron en cenizas como resultado de los incendios iniciados por los grupos pro-turcos desde principios de mayo hasta el 3 de junio último.
También se conoció que los yihadistas respaldados por Turquía ingresaron a la aldea de Dibisa, ubicada sobre la carretera M4, con docenas de vehículos blindados y saquearon las casas. En el pueblo cercano de Amiriyê, las fuerzas de ocupación construyeron una base militar.
Esta semana además se reveló que Qeys Kinco, un residente de Afrin secuestrado por mercenarios, fue encontrado muerto en un campo cercano a la ciudad turca de Azaz. Según los informes revelados, el hombre fue torturado hasta la muerte.
El 23 de abril pasado, los invasores secuestraron a Sheikh Inezan, una figura prominente de la tribu Neim, que es una de las más importantes de la región. El 4 de abril, tres civiles fueron raptados y luego ejecutados en el área entre las aldeas de Kopirlik y Evdokoy. El mismo día, un civil llamado Sileman Bekre fue secuestrado por los mercenarios en Afrin.
El 9 de junio, ocho civiles fueron secuestrados en la aldea de Raco, en Mabata, por mercenarios de Jabhat Al Shamiya, que pidieron rescate para liberar a los detenidos. En tanto, la joven kurda Malak Nabih Khalil, de 16 años, fue secuestrada por los mercenarios de la Brigada del Sultán Murad el 23 de mayo. Su cuerpo sin vida fue encontrado cerca del pueblo de Firiziya, en la región de Azaz, el 5 de junio. El 11 de junio, el cadáver de un hombre kurdo de 80 años llamado Aref Abdo Khalil, también conocido como Aref Khatouneh, fue encontrado cerca del lago Maidanki.
Afrin ha estado bajo la ocupación del Estado turco y sus aliados mercenarios por más de dos años. Los ataques contra el cantón kurdo comenzaron el 20 de enero de 2018 y la invasión de la ciudad se llevó a cabo el 18 de marzo del mismo año. Desde ese momento, los crímenes de guerra se han cometido sistemáticamente. Casi todos los días, se llevan a cabo delitos como la confiscación de bienes pertenecientes a la población local, el secuestro de civiles para pedir rescate, torturas y ejecuciones.
Las fuerzas de ocupación usan los secuestros para extorsionar a los pobladores, un método que se ha convertido en una fuente lucrativa de ingresos. Hasta ahora, se han reportado al menos 500 casos de transferencias de dinero por rescates. Las milicias respaldadas por Turquía exigen un equivalente de entre 3.000 y 100.000 euros, dependiendo de la capacidad de pago de los familiares de las víctimas.
A fines de mayo, circularon videos en las redes sociales que mostraron la evacuación de mujeres prisioneras, secuestradas y encarceladas, encontradas en un campo de internamiento de la banda pro-turca Furqat Al Hamza. Varias mujeres kurdas, muchas de ellas yazidíes, fueron secuestradas después de la invasión de la ciudad por el ejército turco, en la primavera de 2018, y muchas aún se encuentran en las cárceles de los yihadistas, donde son torturadas y abusadas sexualmente.
Por su parte, las Fuerzas de Liberación de Afrin (HRE) informaron que ocho mercenarios y un soldado del ejército turco fueron abatidos en diferentes acciones de resistencia.
En un comunicado, las HRE emitieron un comunicado en el que detallaron que además de los mercenarios y el soldado ultimados, seis yihadista fueron heridos en operaciones en Afrin, Sherawa y Azaz, los días 12, 13 y 15 de junio, respectivamente.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina