El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán está a punto de cumplir un mes. Más de la mitad de la población que vive en el enclave armenio de Nagorno-Karabaj ha abandonado sus casas y los que siguen ahí aguantan los combates día a día ante la pasividad de la comunidad internacional.
Turquía sigue activa en el conflicto, mientras que el Grupo de Minsk manda comunicados constantes para que se produzca un alto el fuego. Las conversaciones siguen en pie, pero de manera paulatina y poco ágil. Ayer, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, se reunió por separado con sus homólogos de Armenia y Azerbaiyán. Mañana le toca el turno a Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos.
El gobierno turco prometió el miércoles a su vecino y aliado Azerbaiyán más ayuda militar, incluyendo el posible envío de soldados a Nagorno-Karabaj. El traslado de milicianos desde el norte de Libia y Siria podría no haber sido suficiente y, por ello, en una entrevista con la emisora CNNTurk, el vicepresidente turco, Fuat Oktay, señaló que su país “no dudaría en enviar tropas a Azerbaiyán en caso de necesidad”.
De momento, Azerbaiyán no tiene problemas en el frente. Parece que han anunciado la recuperación de varias ciudades y de un puente transfronterizo en la línea con Irán, país vecino que se ha quejado por los impactos de varios cohetes dentro de sus fronteras. Oktay aseguró que Azerbaiyán está haciendo avances, y “más de cien poblados han sido liberados”.
Al principio, las declaraciones eran directas, pero poco mediáticas. Ahora lo reiteran constantemente: Turquía está con Azerbaiyán y en contra de Armenia. “Nuestro presidente, Recep Tayyip Erdogan, lo ha dicho claramente desde el primer día: si ocurriera un evento inesperado de parte de Turquía no lo dudaría”, dijo el número dos del gobierno turco.
En ese sentido, Oktay criticó “al mundo entero por apoyar a un país ocupador y por estar en silencio ante masacres de civiles”. Hay que recordar que Armenia, desde 1994, ocupa el 20% del territorio azerí. Esto se debe a una guerra que estalló en 1987, al intentar llevar a cabo un referéndum para proclamar independiente la República de Artsaj en el enclave de Nagorno-Karabaj. Al final se proclamó la República de Artsaj en 1991, pero ningún país de las Naciones Unidas reconoce este Estado.
La guerra se llevó por delante 30.000 vidas y un millón de desplazados. Desde 1994, los enfrentamientos caucásicos se encontraban paralizados en aras de unas negociaciones que no llegaban a ningún puerto. Debido a ello, las partes enfrentadas han vuelto a las armas ante el estupor de la comunidad internacional.
Para finalizar la entrevista, Oktay soltó unas filtraciones que, de ser verdad, tendrían que confirmarse. Según el vicepresidente, la economía y el ejército armenio están recibiendo ayuda del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerados grupo terrorista en Turquía.
Las reuniones con Rusia y Lavrov no han sacado ninguna conclusión clara
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, abordó por separado con sus homólogos de Azerbaiyán y Armenia la implementación del alto el fuego humanitario en Nagorno-Karabaj, que no se ha cumplido en ninguno de los dos recientes intentos pactados por las dos partes enfrentadas.
El viaje de los ministros de Armenia, Zohrab Mnatsakanián, y de su homólogo azerbaiyano, Jeihun Bayrámov, no había sido anunciado con antelación por Rusia, que intenta salvar la tregua con intensos contactos diplomáticos en los últimos días.
Fue Ereván primero y después Bakú quienes confirmaron los viajes de sus respectivos jefes de la diplomacia a Moscú, visita que se produce solo a dos días antes de que ambos vuelen a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
“Durante las conversaciones, se abordaron temas urgentes relacionados con la implementación de los acuerdos previamente alcanzados para un alto el fuego en la zona y la creación de condiciones para una solución sostenible”, explicó el Ministerio de Exteriores ruso en un escueto comunicado.
Armenia opta por redoblar sus contactos en Bruselas y Moscú
El gobierno armenio ha intensificado los contactos diplomáticos en Bruselas y en Moscú. El mismo día que Mnatsakanián viajaba a Moscú, Armenia mandaba al presidente de la República, Armén Sarkasián, a la capital comunitaria, Bruselas.
Sarkasián se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, con el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, y con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El objetivo fue “abordar cuestiones relacionadas con la agresión militar desatada por Azerbaiyán contra la República de Artsaj y la implicación explícita de Turquía, así como los bombardeos y los ataques contra localidades en la frontera de Armenia”, explicó la presidencia armenia.
Armenia espera que la OTAN y de la UE “hagan todo lo posible para frenar la agresión militar de Azerbaiyán y del miembro de la Alianza Atlántica Turquía, lo que permitirá reactivar los acuerdos relacionados con el alto el fuego”, señaló.
Reuniones con Pompeo en Estados Unidos
Los ministros de Exteriores más que en guerra parecen estar de viaje. El viernes se reunirán con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para abordar, como en Rusia, una posible solución que acabe con los enfrentamientos armados.
“El 23 de octubre está prevista una reunión en Washington del ministro de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Jeihun Bayrámov, con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y los copresidentes del grupo de Minsk de la OSCE”, informó el servicio de prensa del Ministerio azerbaiyano de Exteriores en un comunicado.
La portavoz de Exteriores de Azerbaiyán, Leila Abdulláeva, declaró por su parte que Bayrámov no tiene previsto reunirse con su homólogo armenio durante esta visita a Estados Unidos.
Tanto Rusia como Estados Unidos forman parte, junto con Francia, de la copresidencia del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Este organismo se creó en 1992 para frenar el conflicto caucásico y encontrar una solución para ambas partes.
Desde el estallido del conflicto ya se han reunido tanto con Mnatsakanián, en Moscú, como con Bayrámov, en Ginebra, pero por ahora no ha sido posible consolidar un alto el fuego en la zona de conflicto.
Avances bélicos y guerra de cifras
Bakú asegura haber recuperado ya el control de Hadrut y de Fizulí, así como de Zanguilán, pero Armenia niega que el ejército azerbaiyano esté avanzando tanto como asegura el presidente azerí, Ilham Aliyev, quien ayer anunció la recuperación de 25 localidades que estaban ocupadas por las tropas armenias al sur de Nagorno-Karabaj.
“Ni una sola localidad poblada tiene un puesto de control azerbaiyano”, dijo este miércoles el portavoz del Ministerio de Defensa armenio, Arsrun Ovannisián.
La guerra ha causado la muerte de 63 civiles en el lado Azerbaiyano, según la Fiscalía General, que no informa de las bajas en las filas del ejército.
Según las autoridades karabajíes, 772 soldados del ejército local han perdido la vida desde el pasado 26 de septiembre.
FUENTE: Marta Trejo / Atalayar / Edición: Kurdistán América Latina