Turquía ayer le pidió a Estados Unidos que tome medidas enérgicas contra “Antifa” en Siria, luego de la decisión del presidente Donald Trump de declararlos una organización terrorista como respuesta a las protestas masivas en todo el país por el asesinato del afroamericano George Floyd por parte de la policía.
La etiqueta Antifa (derivada de la palabra alemana “antifaschistisch”, o antifascista) se refiere a una gama de organizaciones y activistas autónomos que usan iconografía y tácticas similares cuando se enfrentan a grupos de extrema derecha.
Aunque no existe una organización Antifa formal, como han afirmado algunos comentaristas de derecha, los símbolos y lemas asociados con el movimiento han sido utilizados por grupos vinculados a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ) en el norte de Siria, incluidos los voluntarios extranjeros.
Esto provocó acusaciones de hipocresía por parte del ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, quien dijo que Estados Unidos también debería designar a las YPG, a quien Turquía considera una rama del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que ha librado una guerra de guerrillas en el país desde hace mucho tiempo.
“Estados Unidos debe mostrar la misma sensibilidad en Siria cuando Antifa apunta sus armas a los soldados turcos, o cuando nos atacan después de unirse al PKK -dijo en una entrevista en 24 TV-. ¿Es solo un grupo terrorista cuando te tocan? ¿Y no hay nada que hacer cuando se trata de Turquía?”.
Las YPG han recibido durante mucho tiempo el apoyo de Estados Unidos, ya que forman parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en la lucha contra el grupo del Estado Islámico (ISIS).
La intención de Trump de declarar de terrorista a Antifa ha generado críticas generalizadas entre el público estadounidense debido a los obstáculos constitucionales y políticos.
Legalmente, el presidente de Estados Unidos no tiene poder para nombrar a los grupos nacionales como terroristas. Muchos consideran la medida como una “bravuconada” para distraer a los medios de la violencia policial y apaciguar a la base de extrema derecha que respalda al mandatario.
Sin embargo, esto no ha impedido que los comentaristas de las redes sociales turcas lo utilicen para buscar un paralelismo con los grupos armados kurdos en Siria, y obtener el apoyo de los conservadores estadounidenses.
El canal de noticias público turco TRT publicó una serie de artículos que vinculan a las YPG y Antifa entre sí, mientras que los periodistas que trabajan para medios progubernamentales publicaron rápidamente imágenes de las banderas de Antifa en Siria.
Las YPG han tenido un batallón internacional con miembros de Europa y América, que se unieron a la guerra contra el Estado Islámico en los últimos años.
Muchos miembros del batallón también se describieron a sí mismos como Antifa, pero en realidad es un grupo diverso de personas con diferentes afiliaciones políticas e ideológicas.
Cuando Turquía encabezó una incursión en el norte de Siria el año pasado, el batallón emitió una declaración en la que prometía defender la “revolución” en Siria, pidiendo a otros “revolucionarios” que defiendan los territorios controlados por las YPG.
Los partidarios de Trump, como el activista político de extrema derecha Jack Posobiec, se han mostrado entusiasmados de vincular a Antifa con el PKK, designado por Estados Unidos y Turquía como un grupo terrorista.
“Tenemos un grupo en Estados Unidos vinculado a un grupo terrorista designado y no es tan difícil transmitirles esa designación”, dijo Posobiec.
FUENTE: Ragip Soylu / Middle East Eye / Traducción y edición: Kurdistán América Latina