La Fiscalía ha concluido que no hay motivos para procesar a los responsables de la muerte de Fatma Elarslan, de 13 años edad, asesinada durante el periodo de los toques de queda en İdil, en la provincia de mayoría kurda de Şırnak. Tras perder la vida en 2016, Elarslan ha sido considerada “miembro de una organización” terrorista sobre la base de las declaraciones de un testigo anónimo.
El Centro de Derechos del Niño, del Colegio de Abogados de Diyarbakır, ha subrayado que no considera que el reconocimiento de una niña de 13 años como “miembro de una organización” terrorista sea legal, y no ha aceptado esta decisión.
Los asesinos de niños están protegidos por la impunidad
En un comunicado, el Colegio de Abogados de Diyarbakır señaló que “no hay excepciones al derecho a la vida en el ordenamiento jurídico, y los estados están obligados a proteger este derecho en cualquier circunstancia”.
“A pesar de ello, la política de impunidad que protege a los perpetradores se ha hecho predominante en la práctica, allanando el camino para las violaciones del derecho a la vida”, afirmó el Colegio. Y añadió: “No permitimos que los perpetradores que mataron a menores estén protegidos por el escudo de la impunidad. Es necesario encontrar y sancionar inmediatamente a los autores de la muerte de Fatma”.
Las leyes no pueden utilizarse injustamente
Adem Arkadaş Thibert, de la junta ejecutiva de Child Rights International Network (CRIN), también ha hecho unas declaraciones al respecto en las redes sociales: “La Ley Antiterrorista no puede utilizarse para asesinar a niños, y los niños que no tienen derecho a ser miembros de asociaciones de adultos no pueden ser acusados de ser miembros de ninguna organización terrorista”, denunció.
“El poder judicial está obligado a respetar los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo. Las leyes no pueden ser usadas injustamente”, indicó.
Más de 80 menores asesinados en los toques de queda
Según informó la Agencia Mezopotamya (MA), se declaró un toque de queda en İdil, Şırnak, el 16 de febrero de 2016. Mientras el toque de queda aún estaba en vigor, Fatma Eraslan desapareció. El 7 de marzo de 2016 se encontró su cuerpo. Eraslan fue acusada de ser miembro de una organización terrorista.
En la investigación archivada sobre su fallecimiento, la Fiscalía General de Şırnak concluyó que no había motivo “para un proceso judicial”.
En la parte de la decisión en la que se detalla cómo ocurrió el incidente, se indicaba que su cuerpo fue encontrado junto con otros nueve, en una zona abierta con escombros. El informe de la autopsia documenta que murió después de ser herida con un arma de fuego y como resultado de una explosión de munición.
Si bien en la decisión se ha señalado que no es posible identificar el arma que disparó la bala que le causó la muerte, se ha hecho referencia a su presunta “pertenencia a una organización”, basándose en las declaraciones de un testigo anónimo llamado “Hilal”. Partiendo de esta declaración, la fiscalía ha alegado que “Elarslan era miembro de la organización”, en referencia al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El abogado Veysel Vesek se opuso a la decisión en el Juzgado Penal de Paz de Şırnak, subrayando que Elarslan no tenía ni siquiera 13 años cuando perdió la vida y que, a pesar de ello, se la consideraba miembro de una organización terrorista. También señaló que no podía haber justificación legal para un asesinato.
El Juez Penal de Paz rechazó la objeción.
FUENTE: Bianet / Traducción: Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina