Aliye Yabansu, que vive en un contenedor de 20 metros cuadrados en el distrito de Siverek, en la provincia sureste de Urfa (Riha), en el sudeste Turquía, fue procesada por “insultar al presidente” Recep Tayyip Erdogan.
El 9 de enero de 2019, una persona, cuyo nombre tiene las iniciales MI, presentó una denuncia en el Ministerio Público de Urfa por un video de la anciana, que fue tomado sin su consentimiento, y luego compartido en las redes sociales.
La acusación, elaborada por el Ministerio Público, exigía que “se implementen medidas de seguridad por su enfermedad mental”. La entidad pública afirmó que “las palabras que dijo podrían ofender el honor y la dignidad del presidente”.
Durante la audiencia de veredicto, en el Primer Tribunal Penal Menor de Siverek, el 1 de diciembre de 2020, la abogada de Yabansu, Celil Tanış, declaró que su clienta es una paciente de 96 años, que se encuentra postrada en la cama.
Tanış exigió su absolución, afirmando que no era obvio que las sentencias escuchadas en el video fueran un insulto al presidente, y no estaba claro de quién estaba hablando su defendida.
Por otro lado, en su opinión, la fiscalía afirmó que Yabansu había recibido un informe del Hospital de Investigación y Capacitación Mehmet Akif Inan, de que no tenía una “licencia criminal”. La Fiscalía reclamó la “implementación de medidas de seguridad específicas para enfermos mentales” por ese motivo.
El tribunal también declaró que Yabansu no tenía responsabilidad penal y dictaminó que debería ser “protegida y tratada en la institución de salud de alta seguridad más cercana hasta que el peligro para la sociedad termine o disminuya significativamente”.
Aunque el tribunal pidió que se la traslade a “la institución de salud de alta seguridad más cercana”, la Fiscalía de Siverek envió una carta al Departamento de Policía del Distrito, el 26 de octubre, con respecto a esta decisión, indicando que Yabansu debería ser trasladada al Hospital de la ciudad de Kayseri entre el 1 y 5 de noviembre a más tardar.
La abogada de Yabansu, Tanış, apeló la decisión, pero el tribunal la rechazó. Al señalar que Yabansu está postrada en cama y que su edad biológica es cercana a los 100 años, explicó que “sería como una tortura forzar a una persona mayor, que es incapaz de satisfacer sus propias necesidades, a viajar durante ocho horas”.
“Enviar a esta anciana a una ciudad que no conoce, esperar que muera en la cama de un hospital, obligarla a vivir con gente que no conoce, será como enviarla viva a su tumba. Exigimos la eliminación de la decisión de implementar medidas de seguridad en su contra”, aseveró.
La abogada Tanış afirmó que su clienta fue demandada por un video, grabado en contra de su voluntad y publicado en las redes sociales, y destacó que Yabansu tiene 96 años en su cédula de identidad, pero que su edad biológica es de 100 años.
“Mientras mi clienta hablaba en la calle, alguien tomó un video de ella sin su consentimiento y lo publicó en las redes sociales. Posteriormente, se dictó una acusación contra ella y el tribunal ordenó que se implementaran medidas de seguridad en su contra. Ha sido una prueba de dos años. Entre Diyarbakir y Urfa hay 80 kilómetros: ¿por qué la envían a Kayseri en lugar de a Diyarbakir?”, se preguntó la abogada.
Al señalar que está programado que la anciana sea llevada a Kayseri para recibir tratamiento a pesar del informe, Tanış dijo: “Sufre de presión arterial alta, diabetes. No puede viajar durante ocho horas. Tiene miedo de la policía. Siente que la arrestarán y la enviarán a prisión cuando vea a la policía. Una persona que ha vivido durante un siglo no debe ser tratada de esa manera”.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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