El “Sí” a la reforma constitucional para convertir a Turquía en una república presidencialista se ha impuesto en el referéndum de este domingo con un 51,35 por ciento de los votos, frente al 48,65 por ciento del “No”, según resultados oficiales correspondientes al 99,34 por ciento del escrutinio.
De esta manera, la polémica propuesta del presidente Recep Tayyip Erdogan gana por un estrecho margen, aunque por estas horas crecen las denuncias por irregularidades en el desarrollo de la votación.
El viceprimer ministro turco Veysi Kaynak reconoció a la cadena británica BBC que no obtuvieron la cantidad de votos como esperaban.
Al mismo tiempo, el “No” se impuso en Estambul, Ankara y Esmirna, las tres principales ciudades de Turquía, con 51,22 por ciento, 59,97 y 68,75, respectivamente.
El “No” además ganó en toda la costa mediterránea, en la parte europea de Turquía y en el sureste del país, de mayoría kurda, además de en algunas provincias interiores.
En tanto, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) denunció en las redes sociales que existe una “manipulación” de los votos que afecta entre 3 y 4 puntos del escrutinio.
Por su parte, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, de derecha) anunció que pedirá el recuento de hasta 60% de los votos del referéndum, frente a la victoria del “Sí”.
El CHP cuestionó también la legitimidad del recuento de los votos en el referéndum de reforma constitucional por la decisión de la Comisión Superior Electoral (YSK) de aceptar votos sin el sello pertinente.
“La YSK ha fracasado al permitir el fraude en el referéndum”, denunció el vicepresidente del CHP, Bulent Tezcan, en declaraciones a la prensa desde la sede de la formación en Ankara.
Al mismo tiempo, durante la jornada de votación se conocieron varios hechos irregulares en el transcurso de la votación.
El alcalde de la provincia oriental de Turquía Mus habría amenazado a los votantes que querían poner su sello en la papeleta en la intimidad.
El portal Kom News informó que Goksel Kavcan, alcalde del AKP en Mus, amenazó a los votantes de ser seguidores de Fetullah Gülen (ex aliado de Erdogan), por lo cual les dijo que si optaban por el “No” iba “a ser detenidos y perder sus puestos de trabajo”.
También se denunciaron irregularidades en centros de votación en Sirnak, Hatay y Esmirna, según divulgó la agencia de noticias ANF.
Entre las irregularidades denunciadas se encuentran las amenazas de representantes gubernamentales a los pobladores para que opten por el “Sí”, el remplazo de los sellos en las boletas, la detención de militantes (como el caso de Semra Uzunok, miembro del HDP, cuando se encontraba ejerciendo su derecho al voto) y la difusión de canciones a favor del “Sí” en los centros electorales.
En el referéndum de esta jornada los pobladores de Turquía tuvieron que decidir si aprueban las 18 enmiendas constitucionales que transforman el sistema parlamentario en uno presidencialista y otorga amplios poderes a Erdogan, eliminando la figura del primer ministro, permitiéndole que decida sobre competencias del Poder Judicial y saltearse los controles parlamentarios.
El referéndum se realizó en medio de un avance represivo ordenado por el gobierno, principalmente contra el pueblo kurdo del sudeste del país.
Entre las medidas ordenadas por la administración de Erdogan se encuentran sostener el estado de sitio en decenas de pueblos kurdos, mantener encarcelados a 11 diputadas y diputadas del HDP, intervenir las alcaldías gobernadas por los kurdos y permitir el arresto de cientos de militantes del movimiento kurdo de liberación, como también a miles de personas que, luego del intento de golpe de Estado el año pasado, fueron acusadas, sin presentar pruebas concretas, de su participación en los supuestos planes desestabilizadores.
A esto se suma la reciente denuncia presentada por un grupo de relatores de Naciones Unidas que alertaron que en el país se violan los derechos básicos de la población.
FUENTE: ANF/Kom News/Europa Press/HispanTV