Tejido de alfombras en Kurdistán: un arte que se transmite de generación en generación + Video

Tejer alfombras y moquetas es un oficio centenario. A pesar del avance tecnológico, muchas mujeres que viven en el cantón de Manbij, en Rojava, ven el tejido de alfombras y tapetes como un patrimonio cultural. Por eso, siguen tejiendo. 

Kawthar Hami, de 60 años, es una de ellas.

“Las mujeres kurdas aprenden este arte de sus madres. Queremos preservar el legado de nuestras madres -cuenta Kawthar-. Los motivos que bordamos en alfombras y moquetas reflejan la cultura kurda. Hoy en día, las alfombras y los tapetes se fabrican con máquinas, pero todavía tejemos a mano”.

Al hablar de lo que hacen antes de tejer alfombras y tapetes, explica: “Primero esquilamos ovejas y luego convertimos la lana en hilo. Usamos colores naturales para teñir el hilo”. 

Kawthar dice que en otros tiempos en cada casa había un telar. “Sin embargo, ahora la gente se ha vuelto menos interesada en tejer telares -reflexiona-. Coleccioné todos los telares viejos en mi casa. Fui a los pueblos de Kobane a recogerlos. Hace varios días tejí dos alfombras y comencé a tejer otra”.

Kawthar y otras mujeres de Manbij enseñan a sus hijas y nietas el arte de tejer. “Mi vecina enseña a sus hijas y nietas a tejer alfombras y tapetes para preservar esta cultura. Además, las madres regalan telares a sus hijas para preservar este arte”. 

La tejedora critica a la nueva generación por no estar interesada en este oficio. “No quiero que este arte desaparezca -remarca-. Deberíamos hacer más esfuerzos para evitar que desaparezca. Hago un llamado a todas las madres para que enseñen este arte a sus hijos”.

FUENTE: Silva Al-Ibrahim / JINHA / Fecha original de publicación: 26 de marzo de 2024 / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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