El toque de queda de Sur nunca terminó. Cuatro años después, sigue en curso. También lo es la resistencia: la heroica defensa del distrito en Amed (Diyarbakir, Kurdistán turco) se perpetúa con los nombres de los niños nacidos en los últimos cuatro años: Çiyager, Roza o Rozerin.
Los ataques de asimilación, destrucción, negación y genocidio del Estado turco contra el pueblo kurdo han persistido a lo largo de la historia.
Los ataques se intensifican cuando los kurdos más se resisten. Este fue el caso durante la Administración Autónoma (o Autonomía Democrática) proclamada en Bakur (Kurdistán del Norte) en 2015.
Entre los años 2013 y 2015, el Estado turco, mientras por un lado negociaba con el pueblo kurdo, por otra parte aprobó el “Plan de Destrucción”, avalado por el Consejo de Seguridad Nacional (CSN), exactamente el 30 de octubre de 2014. De hecho, el plan no era nada menos que el exterminio del pueblo kurdo.
En agosto de 2015, los kurdos anunciaron la autonomía administrativa local para Sur, una de las varias declaraciones de autogobierno en ciudades y pueblos de la región. La declaración siguió al éxito de las elecciones del 7 de junio de 2015, en las que el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) superó cómodamente el umbral del 10% a nivel nacional.
El gobierno de Turquía, preocupado por la posibilidad de una mayor autonomía kurda en la línea de la que existe en las fronteras del país con Siria e Irak, respondió con una violenta represión. Cientos de militantes, fuerzas de seguridad y civiles fueron asesinados.
Se impusieron toques de queda en varias ciudades y distritos de la región, y gran parte de Sur quedó bloqueado desde noviembre. De hecho, lo que golpeó a Sur fue el toque de queda más largo de la historia.
El toque de queda se declaró el mismo día en que el ex presidente del Colegio de Abogados, Tahir Elçi, fue asesinado el 28 de noviembre de 2015 en Amed. Sin embargo, el toque de queda se levantó un día después. Pero se anunciaría de nuevo el 2 de diciembre.
En los cinco meses siguientes, unas 200 personas perdieron la vida mientras el ejército turco empleaba toda la maquinaria de guerra para asegurarse de que no quedaran rastros de Sur. Atacaron los edificios (entre los más antiguos de Amed), pero también a la gente. Sin embargo, no pudieron ganar.
Había 300 miembros de las YPS (fuerzas de autodefensa) resistiendo mientras que la mayor parte del distrito había sido evacuado, cuando el ejército turco y sus mercenarios entraron en Sur con más de 10 mil hombres. En los últimos días de la resistencia, los F-16 sobrevolaron el distrito casi totalmente destruido. Çiyager, uno de los miembros de la YPS, dijo: “Pase lo que pase, el final será espectacular”.
La resistencia fue heroica. La historia y las palabras pronunciadas por el miembro de las YPS Çiyager serán contadas por una película, que pronto llegará a la pantalla, llama “Ji Bo Azadiye” (El final será espectacular), de Ersin Çelik.
“Las películas o novelas, incluyendo nuestra película -dijo el director Çelik-, pueden ayudar a cada uno a responder a su propia conciencia. Esto sólo puede suceder si se puede ver objetivamente la historia de un período de tiempo, que está destinado a ser escondido, ahogado, distorsionado y destruido. Si somos capaces de verlo y, además, de sentirlo, entonces podemos criticarlo. O podemos recurrir a nosotros mismos para hacer una autocrítica”.
“Esto es lo que el arte y el cine pueden hacer –agregó el realizador-. Puede crear memoria y asegurar que este tipo de historias no sean olvidadas. Puede hacer que una historia, que está destrozada, vuelva a ser un todo. Entonces podremos tomar nuestras decisiones con un corazón y una mente más abiertos”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina