Salih Muslim, miembro de la junta directiva del Partido de la Unidad Democrática (PYD, la principal organización política kurda del norte y el este de Siria) habló sobre las amenazas de Turquía de invadir nuevamente la región.
Muslim también reflexionó que se debe anular el Acuerdo de Adana, firmado en 1998, que permite al Estado turco penetrar en territorio sirio para supuestamente “luchar contra el terrorismo”.
El dirigente del PYD subrayó que es importante tener en cuenta el contexto histórico, en particular las condiciones y el ciclo económico en que se celebró ese acuerdo, el cual no se presentó al Consejo de Ministros ni al Parlamento, sino que fue firmado por Adnan Badr Hassan, jefe de los servicios secretos sirios, y representantes del MIT turco.
Para Muslim, no se trata de un “acuerdo”, sino de una serie de declaraciones de intenciones. “Fue como ponerle una pistola en la cabeza a alguien y decirle que tiene que firmar ahora –estimó-. Este documento se firmó en esas condiciones. No tiene validez en el derecho nacional ni en el internacional. No fue un acuerdo que Siria firmara por su propia voluntad, teniendo en cuenta la opinión del pueblo y del gobierno. El acuerdo nunca ha alcanzado el nivel de un acuerdo válido y reconocido internacionalmente”.
Muslim recordó que según lo firmado entre los estados turco y sirio, las tropas de Ankara pueden entrar en territorio sirio (entre cinco y diez kilómetros), con previo aviso, con fines de persecución, pero luego tendrían que retirarse.
“Estas condiciones se aplican a ambas partes. Siria debe hacer lo que Turquía puede hacer. En realidad, eso nunca ha ocurrido –aseveró el dirigente-. Ahora hay cientos de kilómetros que están ocupados por Turquía. Y Turquía está cambiando activamente la demografía de la región. Eso va mucho más allá del Acuerdo de Adana. El hecho de que Turquía entrene a sus mercenarios, los arme y los suelte en Siria, incluso penetrando en la región con tanques, no tiene absolutamente nada que ver con el acuerdo”.
El representante del PYD explicó que “Siria se encuentra hoy en una posición de debilidad, por lo que no puede levantarse y decir: ‘Acabemos con el acuerdo. Ya no lo aceptamos’. Tal vez, por supuesto, también se deba a la relación con la población kurda. El régimen siempre ha oprimido al pueblo kurdo y nunca ha aceptado un diálogo. Quieren impedir que el pueblo kurdo de Siria obtenga derechos democráticos. No quieren renunciar al Acuerdo de Adana como un garrote contra los kurdos. De lo contrario, el Acuerdo de Adana no tiene ninguna base”.
“El acuerdo dio a Turquía una excusa para invadir Siria –remarcó Muslim-. Esto es una gran traición para Siria. Supongo que si la voluntad del pueblo sirio sale pronto a la luz, habrá que anular acuerdos como el de Adana”.
-Mientras el mundo entero discute las posibles vías para lograr una estabilidad duradera en Siria, el Estado turco vuelve a amenazar con una invasión. ¿Cómo valora el planteamiento turco de una solución para Siria?
-Los pronunciamientos del régimen fascista de Turquía son exactamente lo contrario de lo que se prevé en todo el mundo. Lo hemos dicho desde el principio: Turquía no quiere la paz en Siria. Es un obstáculo constante y sólo piensa en sus propios intereses. El mundo entero sabe hoy cuántos terroristas han sido enviados desde Turquía. Muchas delegaciones de la Administración Autónoma (AANES) mantuvieron conversaciones en Moscú y Washington. Estas conversaciones se desarrollaron bien. Las respuestas a las preguntas formuladas fueron muy optimistas. Todos se han comprometido a una solución en Siria, por la estabilidad y la integridad territorial del país.
Pero Turquía no considera que la estabilidad en Siria sea una ventaja. Todas las partes dicen también que Turquía y otras fuerzas extranjeras en particular deben retirarse de Siria. Turquía debe retirar sus tropas. De todos modos, no ha ganado nada; sus planes han fracasado. Idlib, en particular, es un problema catastrófico para Turquía. Debido a las promesas que Ankara hizo a Putin, debe luchar y eliminar a los terroristas allí. De lo contrario, se enfrenta a otra guerra. Para salir de esta situación, Turquía amenaza constantemente con invadir.
-¿Hay alguna relación con la actual crisis económica en Turquía?
-Parece que los problemas del Estado turco han traspasado todas las fronteras. También a nivel interno el Estado ha entrado en bancarrota. Debido a la guerra que se libra desde 2015, la economía se ha hundido. No queda nada, a la población le va muy mal. La inflación sigue aumentando y la moneda se devalúa cada día. Todo ello significa que Turquía está en quiebra económica. Para salir de esta situación, el régimen necesita distraer al pueblo, encontrar un tema diferente hacia el que dirigir la atención de la gente.
La mejor manera de hacerlo es mediante la guerra. La alianza entre el AKP, el MHP, Ergenekon y otras bandas, es de hecho una coalición de guerra. Esto significa que tiene que haber guerra y nuevos conflictos cada día. Esta coalición vive de esto. Cuando la guerra termine, se desmoronará. Las amenazas actuales tienen como objetivo mantener esta coalición y manipular al pueblo turco.
-En su opinión, ¿qué efectos tendría otra operación de ocupación de Turquía?
-En este momento, parece que toda la economía política es desfavorable para esta coalición. Si realmente se atreve a intentarlo, podría ser su último golpe. Podría significar el colapso de Turquía. El fascismo se derrumbaría a causa de esta guerra, de la quiebra económica y de la política equivocada. No se trata sólo de Siria, el Estado turco también se jacta de las intervenciones en Libia, en el Mediterráneo y en otros lugares. Esta política fue equivocada y por lo tanto no se ve bien para el futuro cercano de Turquía. Algo va a pasar.
-La seguridad fronteriza y los supuestos ataques a Turquía se utilizan una vez más para justificar una invasión. Esto trae a la memoria el testimonio del oficial del MIT Hakan Fidan, quien dijo en una grabación de audio de 2014 que se puede crear una causa de guerra en cualquier momento disparando cohetes a Turquía desde el lado sirio. ¿Puede volver a legitimarse una intervención en Siria a nivel internacional con ese pretexto?
-En aquel momento, Hakan Fidan había hablado de que podía enviar gente a disparar granadas contra Turquía desde suelo sirio para crear una excusa. Ahora no tiene que enviar a nadie porque sus mercenarios están, de todos modos, a este lado de la frontera. Pueden disparar granadas en cualquier momento. Así que es muy fácil crear una excusa.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) ya lo han comentado. Se han retirado treinta kilómetros de la frontera según el acuerdo alcanzado y, en cualquier caso, no hay interés en un ataque de este tipo porque los asuntos de las FDS tienen lugar aquí y no al otro lado de la frontera. No hay ninguna razón para que disparen granadas. Han negado claramente las acusaciones.
Las personas cuyos pueblos y ciudades han sido ocupados tienen el derecho mundialmente reconocido a la autodefensa. Decenas de miles de desplazados resisten en campamentos. En el campamento de Washokanî, por ejemplo, se levantan por la mañana y miran en dirección a Serêkaniyê. No dejan de preguntarse cuándo podrán regresar. Tienen familiares allí y tienen derecho a resistir. Nadie puede negar esto.
-Dos miembros de la policía turca fueron asesinados en Azaz. ¿Qué puede decir al respecto?
-Fueron asesinados en territorio sirio y no se sabe quién está detrás de la matanza. Hay muchas fuerzas aquí, incluyendo las FDS, las Fuerzas de Liberación de Afrin (FLA), Rusia, Irán y las tropas sirias. Alguien disparó una granada y dos soldados turcos murieron. Eso es legítimo, porque ¿qué hacen estas tropas en territorio extranjero? Deberían retirarse, sería mejor para todas las partes.
Siria tiene derecho a la soberanía. Si las fuerzas sirias están detrás de este incidente, entonces han defendido esta soberanía. Si fueron las YPG (Unidades de Protección del Pueblo), entonces defendieron sus pueblos y su gente. La población sigue resistiendo a la ocupación. Todos los días se producen acciones contra la potencia ocupante, especialmente en Afrin. Es un derecho legítimo que no se puede negar. Si se ocupa otro país, hay que afrontar las consecuencias. Mientras tanto, las maquinaciones turcas ya son bien conocidas. Todo el mundo sabe lo que hace Turquía y las políticas que lleva a cabo.
-¿Qué hará la población ante las amenazas o una posible invasión?
-¿Qué podemos hacer? Seguiremos resistiendo de acuerdo con nuestra tradición. Resistimos y ganamos en Kobanê. En Afrin, resistimos las armas de la OTAN de Turquía durante dos meses. Seguimos con esta resistencia. Hemos dado miles de mártires. Cientos de civiles han sido asesinados. Aun así, no nos rendimos. Como en Serêkaniyê y otros lugares, hoy volveremos a resistir en todas partes.
Turquía está en una posición difícil. Si intenta hacer algo, de todos modos, sólo podemos defendernos. Como diferentes grupos de población de la región, ya sean kurdos, cristianos, turcomanos o árabes, nos defenderemos. No tenemos otra opción.
FUENTE: Mustafa Çoban / ANF / Edición: Kurdistán América Latina
Be the first to comment