Afrin fue un área segura para decenas de miles de inmigrantes que llegaron de diversas regiones de Siria y de Irak después de que ISIS invadió Mosul en 2014, hasta que Turquía y sus pandillas aliadas atacaron e ingresaron a la ciudad y la convirtieron en el lugar más peligroso de Siria.
El ejército turco invasor y sus grupos terroristas aliados continúan sus ataques contra la gente de Afrin. Las fuerzas invasoras saquean la ciudad, asesinan, secuestran y violan a sus ciudadanos. A su vez, quienes rechazan su imposiciones reciben como castigo la destrucción de sus hogares.
Continúan los ataques por tierra y aéreos
A medida que el Estado turco invasor y sus aliados continúan atacando a Afrin, los grupos terroristas que se retiraron de Ghouta, Harasta y Duma, en las cercanías de Damasco, fueron trasladadas para ser asentadas en las casas de los residentes kurdos de Afrin.
De esta forma, Turquía sigue con el cambio de la demografía en Afrin en línea con los acuerdos realizados con Rusia. El ejército turco crea caos en Al Bab e Idlib, y afirma que Afrin es una zona segura, con la excusa de llevar a las familias que se retiran de Damasco, Homs y Hama.
Mientras tanto, las YPG/YPJ redoblan sus acciones contra el ejército turco invasor y sus aliadas. La acción más reciente fue en la aldea Keferrome, del distrito de Shera, donde varios mercenarios fueron ultimados.
Una fuente de Afrin que habló con la agencia ANF y que prefirió el anonimato afirmó que con la cooperación de algunas familias asentadas en el barrio viejo de Afrin, los grupos irregulares amenazaron con matar a un residente de Afrin y robaron oro y dinero en efectivo por valor de 30.000 dólares y 300 barriles de aceitunas.
La misma fuente dijo que muchos alimentos básicos no se pueden obtener y que las organizaciones de ayuda que controla el Estado turco proporcionan alimentos solo para las familias de los miembros de los grupos terroristas que se han asentado en Afrin.
Robos y extorsiones
Los grupos también extorsionan a las personas bajo la apariencia de “impuestos”. Una fuente de la aldea de Shingele dijo que los terroristas confiscaron todos sus productos derivados de frutas y hojas de vid en la aldea de Kela, para venderlos en Azaz e Idlib. La misma fuente dijo que el ejército turco aplica un impuesto del 95% sobre los productos.
Los cuerpos de las personas asesinadas por los invasores hace cuatro meses aún se encuentran en los campos ya que los terroristas impiden que las personas vayan a sus campos.
Por su parte, la prensa aliada estatal turca afirmó que se han limpiado los escombros en el distrito de Badina y se ha establecido un centro médico. Un residente del distrito declaró que los grupos irregulares abrieron un centro médico para atender a sus propios heridos y que los civiles no pueden visitarlo. También dijo que en las áreas que se decía que habían sido limpiadas de escombros, los terroristas confiscaron las casas de los civiles y limpiaron los edificios para que pudieran instalarse.
Más de 50 casas fueron demolidas solo en el distrito de Badina, según la fuente.
FUENTE: ANF / Traducción y edición: Kurdistán América Latina