El ejército turco lanzó una operación de invasión en el área de Garê en el sur de Kurdistán (Bashur, norte de Irak) el 10 de febrero y tuvo que retirarse cuatro días después ante la resistencia de la guerrilla. Según el Comando del Cuartel General del Centro de Defensa del Pueblo (HSM), el Estado turco quería lograr una ocupación permanente de la zona y poner sus manos sobre los prisioneros de guerra retenidos por la guerrilla, con el bombardeo de cuatro días y el despliegue de tropas lanzadas desde el aire. Para ello, se utilizaron más de cuarenta aviones de combate y decenas de drones. Quince guerrilleros fueron martirizados en la agresión, seis de ellos en el campo de prisioneros de Siyanê. Dos helicópteros fueron atacados por los guerrilleros y se vieron obligados a abandonar la zona. El mando de la guerrilla describió la resistencia en Garê como un acontecimiento histórico en el que las HPG (Fuerzas de Defensa Popular) se impusieron con su fuerza de voluntad y sus tácticas creativas contra la más moderna tecnología armamentística.
Tras la derrota del ejército turco, quedan los destrozos causados por los bombardeos y el material militar de los soldados abandonados en la huida. En Garê, el guerrillero Hogir Med señala las rocas partidas, los árboles arrancados y el material militar incautado, e informa sobre los lugares en los que se produjeron combates encarnizados.
Tras el intenso bombardeo con decenas de aviones de combate, el ejército turco quiso lanzar soldados desde helicópteros, cuenta Hogir Med. “Este cálculo no funcionó. Cuando los soldados iban a ser lanzados desde el aire, se encontraron con la resistencia de los guerrilleros –relató-. Los medios de comunicación turcos han informado de la muerte de algunos oficiales, pero esto no refleja toda la verdad. Las bajas fueron mucho mayores. El Estado turco siempre quiere engañar al público y a su propia sociedad con mentiras. Como no logró su objetivo, se afirmó que sólo era una operación local como ensayo para una invasión de Qandil. De este modo, se quería encubrir su fracaso”.
El guerrillero también muestra el campo de prisioneros y dice: “Al parecer, aquí tuvo lugar una gran masacre, los soldados capturados fueron asesinados por su propia gente. Al principio, se intentó presentar a los prisioneros como civiles, pero no era la verdad”.
Como los soldados de la zona no pudieron resistir, la zona fue fuertemente bombardeada, relata Hogir Med, mostrando los fragmentos de bombas que había en los alrededores: “Durante el primer intento de lanzamiento aéreo, el ejército sufrió pérdidas y quedó conmocionado de inmediato. Los soldados no sabían qué hacer. No podían resistir. Se vieron presionados por la resistencia de la guerrilla, así que tuvieron que recurrir a un bombardeo aún más intenso. Usaron gas. Los prisioneros aquí han muerto por el gas y el bombardeo. Los han ejecutado para que la culpa recaiga sobre nosotros. Nuestros amigos han respondido al uso de la tecnología armamentística con la táctica guerrillera de la nueva era y han asestado duros golpes al enemigo. Durante tres días se libraron encarnizados combates y los guerrilleros opusieron gran resistencia. Nuestras fuerzas realizaron acciones por doquier y al final el ejército tuvo que retirarse de la zona. Con el nuevo estilo de lucha de la guerrilla, el enemigo seguirá recibiendo duros golpes”.
Hogir Med indica que el ejército turco ha cortado árboles para controlar la zona y señala los sacos que han dejado los soldados para construir posiciones. También se han dejado palas, azadas y hachas. Los guerrilleros no dieron a los soldados la oportunidad de construir posiciones, revela Hogir. Entre el material incautado hay guantes, cartuchos de gas, cargadores de armas, máscaras antigás, ropa de camuflaje, granadas de mano, chalecos, comida enlatada y equipos de primeros auxilios.
“Un enemigo cobarde que no sabe luchar”
Los guerrilleros Mîrkan Karker y Şoreş Zeryan cuentan cómo vivieron la operación de invasión. El ataque comenzó a las tres de la mañana, recuerda Karker. “Todos los puntos fueron fuertemente bombardeados –afirma-. Más de diez bombas cayeron en el lugar donde estábamos. Como guerrilleros, podemos decir que no es difícil tomar medidas de protección contra esto. Esto es un problema para el Estado. Cuando abandonamos la zona, había cerca de diez drones de reconocimiento sobrevolando la zona. Fuimos contra el enemigo en grupos. De todas formas es un enemigo cobarde, no puede luchar”.
La zona fue bombardeada por aviones y helicópteros de combate, continúa el guerrillero: “Lo que hemos visto aquí es el hecho de que ni siquiera los aviones, los helicópteros y los drones pueden hacer frente a la voluntad de los guerrilleros. Hemos visto el miedo del enemigo. También hemos visto el sacrificio de nuestros amigos”.
Karker lleva ropa de camuflaje. Mientras narra, a veces se oyen voces de su radio. Continúa: “Los soldados querían rodearnos, pero en lugar de eso los rodeamos. No pudieron escapar y les dispararon desde todos los lados. En Garê ha tenido lugar una guerra tremenda. En esta guerra ha quedado muy clara la fuerza de voluntad de los guerrilleros. Con el enemigo hemos visto que no tiene voluntad ni convicción”.
Karker felicita a todos los combatientes que participaron en la resistencia en Garê. Se refiere al comandante caído Şoreş Beytüşşebap, responsable del campo de prisioneros de guerra: “Cuando el enemigo atacó una colina, Şoreş fue contra el enemigo bajo los drones, helicópteros y jets, y expulsó a los soldados de la colina él solo. Los vimos huir. Habían confiado en la fuerza aérea y en la tecnología y contaban con el apoyo de los traidores. Pensaron que podían tomar Garê. Luego tuvieron que huir”.
Karker continúa relatando cómo el ejército turco bombardeó la zona para sacar a un grupo de soldados. “Aquí se han escrito leyendas. Cada uno de los cuatro días fue una leyenda. A pesar del frío y de las limitadas capacidades, los guerrilleros demostraron ser una fuerza profesional”.
Los guerrilleros ni siquiera desplegaron todas sus fuerzas en Garê, como ha afirmado el Estado turco: “Sólo atacaron a algunos grupos. Acabamos con ellos. No sabían a dónde huir. Confiamos en nuestra fuerza y en nuestra voluntad. Reforzamos nuestra voluntad con la filosofía de Rêber Apo (Abdullah Öcalan). Los soldados no pueden enfrentarse a nosotros. Oímos sus gritos y los buscamos palmo a palmo. No sabían dónde esconderse. Pueden venir con cualquier cantidad de fuerzas, siempre convertiremos Garê en un infierno para ellos. Los rodeamos con veinte personas y acabamos con ellos”.
Karker recuerda que uno de los objetivos de la operación era liberar a los prisioneros: “Los prisioneros llevaban cuatro o cinco años con nosotros, ¿por qué no los matamos? Todo el mundo conoce al PKK. Con sus principios éticos, se ha convertido en un modelo mundial. No somos como el Estado turco, no torturamos a los presos. Ese trato está fuera de lugar para nosotros. Todo el mundo debería escuchar los relatos de los prisioneros que fueron liberados anteriormente. Esto demuestra lo que ha hecho el PKK. Los prisioneros no han sido asesinados durante años, ¿por qué deberían ser asesinados ahora? El Estado turco ha derrumbado el campo encima de ellos. Ha sido bombardeado con más de diez bombas. Se ha utilizado gas en su interior. El Estado ha matado a su propia gente. Eran policías, miembros del MIT, traidores. Derramaron la sangre de nuestros amigos, pero aun así no los matamos, no torturamos. Mira a los soldados, a veces estaban a sólo diez metros de nosotros, insultándose. Lo que se decían era un ejemplo inimaginable de falta de ética. En sus cárceles se tortura. La historia del Estado turco es bien conocida, recuerden el penal de Amed. Nosotros no somos como el Estado turco, somos una organización política con principios éticos”.
“No fue una retirada, sino una huida”
El guerrillero Şoreş Zeryan estaba en un grupo de asalto durante la operación de ocupación turca y cuenta cómo los soldados turcos, acosados por los guerrilleros, emprendieron la huida: “Por la mañana, hacia las tres, comenzó la operación en Garê con cerca de cuarenta aviones y numerosos drones. Hubo sobre todo ataques aéreos. Llegamos a la zona de operaciones bajo los vuelos de reconocimiento y los atacamos. Yo estaba en un grupo de asalto. Fuimos contra el enemigo en varios grupos. El enemigo dejaba sus cuerpos y emprendía la huida. No podían contraatacar. Cuando fueron rodeados, no sabían por dónde huir. Por esta razón, la operación no continuó. No fue una retirada, huyeron. Los cadáveres quedaron atrás. Por lo que hemos visto, entre ellos había oficiales militares de alto rango. A pesar de los constantes vuelos de reconocimiento y de los ataques aéreos, no fue especialmente difícil para la guerrilla llegar a la zona. Es una zona de guerrilla y la conocemos mucho mejor. En Siyanê había una cueva donde había prisioneros. Eran personas del MIT, soldados, policías y traidores que tenían la sangre de nuestros amigos en sus manos. Todos fueron asesinados por su propia gente”.
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FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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