El 28 de diciembre dio comienzo a una oleada de protestas públicas multitudinarias en las ciudades nororientales de Mashad, Neishabur y en la región kurda de Rojhelat, enfocadas contra la actual situación de precariedad laboral y por el aumento de los niveles de pobreza. Más allá de las motivaciones económicas, dicho enfoque es el más difundido por los análisis iraníes e internacionales, que vislumbra el hartazgo contra un régimen de tiranía, opresivo y corrupto que ya no se sostiene. El hecho de que la edad media del 90% de los manifestantes sea de 25 años o menos, indica una clara oposición al sometimiento de una joven sociedad que no tolera al régimen anacrónico de los ayatollas. Desde el inicio de las protestas, han sido detenidas más de mil personas. En los últimos tres días, tan solo en Teherán fueron detenidas 450 personas. La televisión iraní anunció que 12 personas murieron en el contexto de dichas protestas. Desde el inicio de la oleada popular, apoyada por estudiantes y sindicatos obreros, se ha dado testimonio a través de redes sociales como Telegram de los abusos y represión policial. Este hecho provocó que el régimen iraní cancelara la tan extendida aplicación Telegram junto a otras de uso multitudinario con la excusa de “preservar la paz en el país”.
Dentro del entorno reformista se han escindido dos tendencias: unos que ven las movilizaciones como justas y necesarias y una mayoría que a medida que se incrementa la represión y la violencia va retirando su apoyo, pidiendo a las personas que se muestren moderadas a la hora de manifestar su descontento. Aunque los reformistas han aceptado que existen dificultades y han defendido el derecho del pueblo a protestar en las calles, todos opinan que continuar por el actual camino de protestas ya no tiene sentido y que solo provocará la paralización del país y empeorará la situación. Estas reacciones provocaron que algunos usuarios de redes sociales, especialmente aquellos fuera de Irán, criticaran a los reformistas y los calificaran como oportunistas y hambrientos de poder que desean mantenerse en el poder pase lo que pase. Sin embargo, la verdad es que la ideología de los reformistas se opone al cambio de régimen y a los cambios radicales. Así como los reformistas no buscaban derrocar al gobierno tras las disputadas elecciones presidenciales de 2009 y solo exigían la revocación de los resultados electorales, hoy por hoy no están buscando soluciones rápidas y radicales.
Karwan Hewram, el editor en persa de la agencia de noticias Firat News, evaluó la actual coyuntura en Irán desde una perspectiva diferente, como el resultado del fracaso de las políticas conservadoras y reformistas en el 40º aniversario de la revolución islámica.
-Durante mucho tiempo la sociedad en Irán se ha mantenido silenciada, pero en los últimos cinco días, las protestas que dieron comienzo en la ciudad de Meshhed se han extendido a todo Irán y a Rojhelat. Comencemos con una pregunta muy general: ¿qué está pasando en Irán?
-Durante muchos años el régimen despótico de Irán ha estado oprimiendo y sometiendo a la población. El régimen ha estado trabajando duro para que los pueblos que componen la sociedad en Irán se mantuvieran ajenos a los cambios que se están desarrollando en Oriente Medio, sobre todo en la fase actual de los conflictos. Además del pueblo kurdo, que siempre ha estado fuertemente motivado por los procesos revolucionarios desarrollados en otras partes de Kurdistán, también han sido víctimas de represión el resto de los pueblos de Irán. Actualmente no existe nada que pueda llamarse oposición, tanto verdes como socialistas, demócratas y verdaderos reformistas; todos ellos fueron recluidos en las cárceles o forzados al exilio.
Los regímenes despóticos de Túnez, Egipto, Libia y Siria han tenido que enfrentar un proceso de cambio. Ahora bien, Irán ha podido evitarlo liderando la guerra fuera de sus fronteras. Lo que pasa es que las consecuencias del embargo internacional, las políticas represivas contra los pueblos de Irán y una tremenda crisis económica han llevado al país a un punto insoportable.
-Es el slogan “¡Sal de Siria, abandona el Líbano, mira hacia Irán!” cantado en las manifestaciones, ¿es una expresión de eso?
-Desde la revolución de 1979, el régimen iraní ha estado utilizando la baza financiera para hacer popular su ideología en los estados vecinos, en lugar de elevar el nivel de bienestar de la sociedad en Irán. Cuando surgieron las demandas de libertad, de elevación de los estándares democráticos y la demanda de derechos legítimos, el régimen siempre se lo tildó como un “juego de los poderes externos” o como una “provocación”, tratando de suprimirlos. Un ejemplo lo tenemos este año cuando se duplicó el presupuesto en defensa para operaciones externas mientras que redujo a la mitad el presupuesto destinado a la educación, la salud y demás necesidades básicas. La población lo ha experimentado y sufrido.
-Ha mencionado que el régimen iraní califica a estas acciones como “provocación e injerencias de potencias extranjeras” mientras que otras fuerzas tratan de tildar las movilizaciones como parte de un ajuste de cuentas entre dos bloques de poder en Irán. ¿Cuál de estas afirmaciones es correcta?
-Ciertamente existe una crisis en el sistema de Irán. Los que se mantienen en el poder lo niegan. Hoy en día, es inverosímil negar que existe una fractura. Ha habido elecciones y el público les dio a los reformistas una oportunidad con la esperanza de provocar un cambio y Rohani fue elegido, pero con el tiempo ha demostrado que él es parte de este sistema. La sociedad iraní es heterogénea, el 55% de la sociedad está formada por mujeres, aun así no había ni una sola ministra en el gabinete de Rohani. Un 50% de la sociedad iraní no es persa: kurdos, azeries, baluches, árabes, etc, y aun así no hay en el gabinete de Rohani ningún ministro perteneciente a estos grupos étnicos.
-Rohani primero presentó su gabinete a la autoridad religiosa de Jamenei ante el parlamento, superando los problemas con el Pasdaran. El sistema de gobierno de Irán es bastante complejo para el público extranjero. ¿Quién es quién en el sistema de gobierno de Irán?
-Para empezar, una persona o institución que quiera hacer política en Irán primeramente tiene que aceptar los términos del consejo religioso de expertos, que está directamente afiliado a Jamenei y cuyos miembros son nombrados por él. En los 40 años transcurridos desde la revolución en Irán, todo lo que debe hacerse está alineado con los intereses de la revolución. En el centro están los conservadores de línea dura basados en Jamenei y los Pasdaran (Guardias Revolucionarios Iraníes) y los reformistas que dicen ser un poco más tolerantes. Los reformistas tratan de mantener las esperanzas de las personas en el sistema pero este “juego democrático” solo sirve para engañar a la gente. Por ejemplo, Mihemed Jatami fue un reformista, mientras estuvo en el poder durante ocho años hubo unos índices de represión altísimos. Por ejemplo, en una sola mañana cerró 79 periódicos y revistas, al igual que hoy hace Erdogan en Turquía… asesinaron a docenas de periodistas. Posteriormente, Mahmoud Ahmadinejad fue llevado al poder por los conservadores como presidente de la República. Lo apodaron el hermano de Jamenei en espíritu. Pero él es el principal culpable del asesinato de miles de personas en Iraq y Rojhelat. Él destruyó todas las relaciones de Irán con el mundo, pero en la dirección de los deseos del sistema. Después presentaron a Rohani como un candidato más moderado.
-Sobre las protestas de hoy… Las manifestaciones dieron comienzo en Meshed, la ciudad natal de Jamenei. En el 2009, tras las elecciones durante las protestas, los reformistas se posicionaron del lado de Jamenei en las que se produjeron contra-protestas. También en Kum, ciudad simbólica para los chiitas, se están llevando a cabo protestas. Incluso en Isfahan, a la que los iraníes llaman con orgullo “la mitad del mundo”. En su opinión, ¿cómo debe entenderse esto con respecto a la expansión de las protestas?
-Meshed es conocida como la fortaleza del nacionalismo persa y es la primera vez en 40 años de revolución islámica que las protestas llegan a este nivel. Ciertamente, las ciudades que nombra son simbólicamente importantes. Kum es, sin duda, uno de los lugares más significativos. También Isfahan se ha levantado y eso que es conocida como la capital no oficial de Irán. Esto nos da a entender que la sociedad ya no soporta más el sistema y gobierno actuales. Doy un ejemplo: el presupuesto para los mollahs dentro del sistema de justicia iraní es tres veces más alto que el presupuesto de todas las demás instituciones legales. Según un estudio, alimentar a una familia de cuatro personas en Irán tan solo con pan y agua durante un mes cuesta 125 dólares. Actualmente, en Irán hay millones de personas sin trabajo. El régimen está enviando millones de dólares mensualmente para la guerra en Siria, Líbano y Yemen, causando la muerte de miles de personas en estos países, mientras que las personas en su propio país están pasando hambre. En Kermanshah ha habido un terremoto terrible y el Estado no ayudó e incluso llegó a confiscar la ayuda que provenía del extranjero. Tras el terremoto se suicidaron unas 20 personas. ¿Por qué? La desesperanza, la pobreza, la falta de vivienda, el hambre… Estas personas ya no pueden perder más, por eso durante las protestas se oían los lemas “Muerte al régimen”, “Muerte a la dictadura”.
-Se debate sobre las causas económicas y políticas de las protestas. ¿Qué opina?
-En el inicio de las manifestaciones se coreaban consignas con demandas económicas, pero tenemos experiencia en cómo el régimen iraní disciplina a la población a través del hambre. No podemos separar economía de política. Hay que añadir que el régimen iraní también ha asfixiado a la sociedad, eliminando a cualquier oposición. No hay partidos políticos, ni intelectuales ni derechos sociales, ni derechos para las mujeres, ni futuro para los jóvenes, ni derechos para los pueblos. Esto todo es política.
-Como profesional del periodismo con experiencia en monitorizar de cerca al sistema iraní durante muchos años, ¿cuál cree que es la principal diferencia que separa estas protestas de las anteriores?
-Este tipo de protestas también se dieron en 2009 y también contra el gobierno de Jatami entre 1997 y 2005. En aquel momento, la juventud lideraba las protestas, sobretodo la clase estudiantil. Las protestas se limitaron a Teherán pero ahora estallan protestas en ciudades como Meshed, Kum e Isfahan, y se están extendiendo cada vez más a todas las ciudades de Irán. Las personas que lideran las protestas son personas pobres, desempleadas y jóvenes. Las mujeres también toman las calles. Las amas de casas están en la calle y dicen que no se van a casa. Es por eso que el levantamiento a menudo se conoce como “Înkilabî Gorisnegan” (La revolución del hambre).
Otra diferencia es que en el pasado hubo manifestaciones de los reformistas contra los conservadores o los militares. Pero las acciones ahora están dirigidas contra los reformistas. Porque los reformistas han engañado a la sociedad. Los reformistas han estado haciendo esto durante 20 años. Cada vez que obtienen los votos y venden las esperanzas de la gente a Jamenei y los militares.
-Entonces podemos afirmar que las actuales protestas son contra los reformistas y los conservadores…
-En efecto. La sociedad sabe que tanto reformistas como conservadores son las dos caras de la misma moneda. Vale la pena fijarse en los lemas: “Muerte al dictador”, Muerte a Rohani”, “Muerte a la República Islámica”, “Muerte a Hezbollah”. La sociedad sabe que las reformas no cambiarán el sistema.
-¿Crees que las protestas continuarán?
-Si el régimen ataca a la gente, entonces la gente no dará un paso atrás. Hasta ahora han tratado el asunto con cierta prudencia y saben que esta ira ha estado reprimida durante 40 años. La sociedad iraní sabe que la revolución fue correcta pero les ha sido robada. Ahora la sociedad quiere recuperar la revolución de los mullahs y corregir los errores, asumiendo la responsabilidad y el liderazgo.
-¿Quién puede tomar el liderazgo de la revolución?
-Esta tarea tiene que recaer sobre los revolucionarios en el extranjero, los intelectuales, el público en general, los jóvenes, las mujeres y todos los componentes de la sociedad. Pero si haces algo, debes aprender de los errores del pasado y asumir esta tarea sin esperar una intervención externa.
-Cuando se habla de la lucha organizada en Irán, lo primero que te viene a la mente son los kurdos ¿Cómo ves la posibilidad de unir a la oposición kurda con las dinámicas sociales persa, árabe, baluches, azerbaiyana y otras?
-Tras la revolución de 1979, el centro de todos los partidos de izquierda, socialistas y comunistas estaba en Sinê (Rojhelat). Además de los partidos kurdos, estos partidos vieron a Sinê como su centro. Este es un legado profundo y no es nada nuevo. Esta herencia puede unir a las fuerzas revolucionarias y democráticas. Es un legado común. Por otro lado, los kurdos son una sociedad politizada. Lo mismo ocurre en Rojhelat siendo que los kurdos son las personas más politizadas de Oriente Medio. La única razón por la cual el régimen iraní se opone al pueblo kurdo en Rojhelat, es que no quiere que se politicen, sino todo lo contrario. Pero para el pueblo kurdo, la política es más importante que el agua y el pan. Un ejemplo lo vemos durante las protestas de Meshed: el público gritaba “muerte a la inflación”, mientras que en Kermanshah se entonó “libertad para todos los presos políticos”.
-¿Pueden estar unidos los dos lemas?
-Cierto, porque la gente de Irán tiene una experiencia de convivencia desde hace miles de años. Ellos tienen un gran patrimonio. Hombro a hombro, han derribado docenas de dictaduras y levantado docenas de revoluciones exitosas. Si las fuerzas y los líderes revolucionarios pueden unirse con un programa democrático, si siguen siendo leales a la sociedad, entonces no hay ninguna razón para que no tengan éxito. La gente también lo desea. Por ejemplo, un lema cantado por los manifestantes fue “No tengan miedo, no tengan miedo, todos estamos juntos”; ese es un mensaje. Todas las fuerzas que quieran una revolución popular deben unirse y avanzar juntas, ese es el mensaje.
FUENTE: Al Monitor / ANF / Edición: Newrozeke