Las autoridades de Estambul, en Turquía, prohibieron los actos públicos para celebrar este martes, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la plaza de Taksim, la principal de la ciudad del Bósforo, y en sus inmediaciones.
La administración de la ciudad anunció que “no se permitirán reuniones, marchas, comunicados de prensa, sentadas, puestos, tiendas de campaña, folletos, etc.”, ni en la plaza de Taksim, ni en el barrio de Beyoglu.
Desde hace años, las organizaciones de mujeres organizan todos los 8 de marzo una gran marcha por el distrito de Beyoglu hasta la plaza de Taksim, aunque generalmente son reprimidas y detenidas por las fuerzas policiales.
Pese a la prohibición, los colectivos de mujeres y feministas convocaron a una “Marcha Nocturna Feminista” en Estambul. La acción se considera el punto culminante de los movimientos de mujeres en Turquía y tendrá lugar por vigésima vez este año. El lema para esta ocasión es “Esta rebelión no terminará hasta que se establezca un mundo feminista”.
El comité organizador de la Marcha Nocturna anunció que “a pesar de todos los obstáculos, estamos en nuestra marcha nocturna feminista todos los años el 8 de marzo para defender nuestros derechos, nuestras vidas, nuestra existencia, la igualdad y el trabajo. 19 veces hemos marchado y lo volveremos a hacer por vigésima vez. ¡Estamos aquí, estamos en todas partes! ¡Esta ciudad, las calles, las plazas son nuestras! ¡Vamos a la 20 Marcha Nocturna Feminista!”.
El domingo pasado, en Estambul miles de mujeres salieron a las calles en defensa de sus derechos y para denunciar la violencia machista. La acción fue convocada por la Plataforma de Mujeres 8 de Marzo en el distrito de Kadıköy.
Durante la movilización, se pudo ver a miles de mujeres, a colectivos LGBTIQ+, diputadas del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) e integrante del Movimiento de Mujeres de Kurdistán. La marcha estuvo marcada por los coloridos vestidos tradicionales kurdos que llevaban muchas mujeres, además de consignas como “Jin, Jiyan, Azadî” y “Larga vida a nuestra resistencia”, las música de los erbanes y decenas fotos de mujeres encarceladas y asesinadas, como Aysel Tuğluk, Deniz Poyraz y Garibe Gezer.
A pesar del constante acoso de la policía, consiguieron caminar unidas hasta el lugar de la concentración.
En la declaración, que fue leída en árabe, kurdo y turco, se llamó a “resistir a la dominación masculina, a la explotación laboral, al desempleo, a la pobreza, a la precariedad laboral; resistir a la creciente violencia patriarcal y estatal, a las políticas de impunidad, a las guerras, al aumento de las violaciones de derechos y a la represión contra nuestras luchas en las calles y la resistencia en las cárceles; contra todas las formas de racismo y discriminación, la misantropía y el odio grupal; contra los prejuicios y el discurso de odio contra el colectivo LGBTIQ+ y los refugiados; contra el fascismo, este gobierno y la oposición mayoritaria”.
“Estamos aquí para ampliar la lucha por la liberación de las mujeres. Estamos hombro con hombro y luchamos juntas por nuestra libertad, nuestras vidas y nuestros derechos”, coincidieron las mujeres.
En los dos primeros meses de este año, 98 mujeres fueron asesinadas por varones en Turquía. Según los datos de la Plataforma Detengamos los Feminicidios, al menos 280 mujeres fueron víctimas de estos crímenes el año pasado. De ellas, 124 fueron asesinadas por sus maridos, 37 por sus parejas, 24 por conocidos, 21 por ex maridos, 16 por otros familiares, 13 fueron ex parejas, 13 por su padre, 11 por su hijo, seis por su hermano, tres por una persona que no conocía y una por el hombre que la seguía.
FUENTE: EFE / ANF / Medya News / Edición: Kurdistán América Latina
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