A principios de abril se celebró en el Kurdistán Iraquí el Primer Foro del Agua de Mesopotamia. Más de 150 defensores y defensoras del agua de cuatro continentes se reunieron para poner en común los problemas ecológicos que afectan a esta región y la degradación que viven los ríos Tigris y Éufrates.
Los días 6, 7 y 8 de abril se celebró en Sulaymaniyah, en el Kurdistán Iraquí, el Primer Foro del Agua de Mesopotamia, organizado por diversas organizaciones ecologistas de Oriente Medio y de Europa. Más de 150 defensores y defensoras del agua de cuatro continentes se reunieron para poner en común los problemas ecológicos que afectan a esta región, con especial atención al cambio climático y la degradación que viven los ríos Tigris y Éufrates.
Durante tres días, miembros de diversas ONGs, activistas de campañas en defensa de la tierra, académicos e investigadores sobre el agua, y representantes de diferentes partidos políticos de las regiones de Kurdistán, han puesto en común los problemas y dificultades a las que se enfrentan, buscando soluciones para resolver la difícil situación del agua en Oriente Medio. Se han cuestionado las políticas que mercantilizan el agua y restringen su acceso a las personas más desfavorecidas, para reforzar modelos democráticos y cooperativos que fomenten la participación de la sociedad civil. Se ha debatido la necesidad de una perspectiva integral que tenga en cuenta los ríos en toda su extensión: desde la superficie hasta las aguas subterráneas, desde el nacimiento hasta la desembocadura, buscando acuerdos que incluyan compromisos más allá de las fronteras que dividen los ríos.
El foro fue inaugurado por Toon Bijens, activista en la campaña “Save the Tigris” y coordinador del Foro del Agua de Mesopotamia, y el doctor Ridha Hassan Hussein, presidente de la universidad de Sulaymaniyah y profesor de geología. Ambos remarcaron la importancia del agua ante el cambio climático que vivimos, y la necesidad de acuerdos internacionales que aseguren el acceso al agua como vehículo para la paz en Oriente Medio. Denunciaron también los peligros de usar el agua como arma de guerra, como las grandes presas que Turquía o Irán construyen para limitar el acceso al agua en Siria o en Iraq, o los envenenamientos intencionados y la apertura de presas para inundar y destruir territorios que ha practicado el Daesh (Estado Islámico) en los años de guerra.
Poca democracia, presas y contaminación
Las conferencias y talleres del foro se centraron en tres ejes principales que resumían los principales problemas que afronta la región en relación con la gestión del agua. Primero, participación y democracia en la gestión del agua. Segundo, construcción de presas y sus efectos en el ecosistema. Y por último: polución en los ríos y amenazas para la vida.
El eje de participación fue conducido por John Crofoot, activista en defensa del valle Hasankeif contra la presa de Ilsu, que Turquía ha empezado a construir. El panel de apertura contó con la participación de Meral Çiçek, portavoz del movimiento de mujeres kurdas en el Kurdistán Iraquí, remarcando la importancia de las mujeres en las luchas ecologistas: “El 70% del alimento que se cultiva es producido por mujeres, mientras que estas solo poseen el 1% de la tierra”, aseveró Çiçek. El Foro contó también con Abdullah Aysu, miembro de la Vía Campesina en Turquía, que denunció el colonialismo y la falta de democracia que los gobiernos de Oriente Medio han heredado: “Los gobiernos supuestamente democráticos imponen sus planes hídricos como lo hacían antes los gobiernos coloniales, con lógicas neoliberales que solo piensan en su propio beneficio”. Rok Brossa, activista de la comuna internacionalista de Rojava, presentó la iniciativa “Make Rojava Green Again”. “La reforestación es un elemento importante para detener los efectos del cambio climático, porque la revolución debe ser en defensa de la tierra o no habrá sitio para hacerla”, aseguró Brossa.
El eje de presas fue introducido por Ercan Ayboga, activista del movimiento de ecología de Mesopotamia: “Necesitamos cooperar en un marco ecológico y democrático que tenga en cuenta todo el ecosistema. El agua debe ser una herramienta de paz entre pueblos de Oriente Medio, no una herramienta de guerra”. Alex Panez, activista chileno del movimiento Modatima, habló de los movimientos latinoamericanos en defensa del agua: “El agua es sagrada y necesitamos defenderla de las corporaciones. Tenemos que mirar atrás para poder avanzar”. Josh Klemm, activista de “International Rivers”, de Estados Unidos, resumía la situación: “El problema no es si construimos una presa o no, el problema es la necesidad de democracia y participación en las decisiones que afectan el acceso al agua de la gente”.
El eje de polución fue presentado por Anna Bachmann, que trabajó durante muchos años con la organización “Waterkeepers of Iraq”. “La contaminación y el cambio climático están afectando Oriente Medio de manera dramática. Debemos detener la destrucción sistemática del territorio para defender la vida”, afirmó Bachmann. Huda Jubbar, joven activista de Bagdad y portavoz de la campaña “Save the Tigris”, presentó los trabajos de recuperación ambiental que realizan en los Marshlands iraquís, un pantanoso ecosistema que se ve muy afectado por la contaminación y los residuos sólidos que se vierten al río Tigris, así como la importancia de implicar a la comunidad local en la defensa del río. Ali Askouri, activista independiente en defensa del agua en Sudán, nos presentaba también la importancia de concienciar a la población contra las compañías multinacionales como Nestlé y Coca Cola, que privatizan y contaminan el agua negando el acceso a los más desfavorecidos.
Frente común en defensa del agua
Se debatió también sobre la necesidad de promover proyectos transversales que cuenten con la sociedad civil, con autoridades locales, y con organismos internacionales. La diputada del HDP (Partido Democrático de los Pueblos) en Izmir, Gülten Aydim, habló de las dificultades que impone el Estado turco a la hora de desarrollar proyectos ecológicos participativos con la población local. Dilbirim Khalil, fundador y director regional de la ONG DOZ y colaborador de UNICEF, explicó la importancia de implicar organizaciones internacionales para arbitrar en disputas sobre la gestión del agua entre diferentes estados, asegurando garantías que respeten el medio ambiente y el acceso al agua. Yousif Ferhadi Babadi, defensor del agua en Irán, expuso la propuesta para la creación de un parlamento internacional sobre el agua: “Debemos asegurar mecanismos que puedan mediar ante los proyectos de destrucción de ecosistemas. La creación de un organismo internacional y democrático sobre el agua podría aportar soluciones a los problemas que el capitalismo crea”.
Las intervenciones de investigadores y académicos se complementaban con las experiencias prácticas de activistas de campañas en defensa de la tierra por todo el mundo. Desde las resistencias en el lago Baikal, en Rusia, hasta la lucha contra la privatización del agua en América Latina. Desde los macroproyectos hidráulicos en África hasta la destrucción de restos arqueológicos como la región de Hasankeif, en el sureste de la actual Turquía, o el Valle del Bisri en el actual Líbano. Numerosos estudios fueron presentados en el foro, exponiendo informes sobre la situación del agua y las infraestructuras que buscan controlarla, con datos tan relevantes como que el 70% de toda la inversión en proyectos hidráulicos del mundo pertenece a capital chino. El foro contó también con actuaciones musicales del grupo Mashkat band de Iraq o el colectivo musical Afro Yaqui.
Contra el capitalismo, ecología social
El proyecto de revolución social de Rojava también estuvo presente en el foro, que contó con Berivan Adnan Omar, co-presidenta del Comité de Ecología de la Administración Autónoma del norte y el este de Siria. Berivan expuso los avances democráticos que se viven tras la guerra contra el Daesh, y cómo la organización comunal de la sociedad permite una mayor relación con el territorio y la naturaleza. También la ingeniera ambiental y activista ecologista iraní, Asafeh Pishro, puso el foco en la importancia de la educación ambiental y la implicación de la sociedad civil en la gestión del agua: “No debemos hablar de crisis del agua, debemos hablar de mala gestión del agua. En la era del antropoceno, la ecología social se presenta como la única alternativa viable para restablecer el vínculo entre las personas y el territorio que habitan, desafiando el modelo neoliberal de mercantilización de la vida”.
Ali Alkarkhi, miembro de la ONG nacida en Italia “Un Ponte Per” y coordinador del Foro Social Iraquí, moderó la sesión de cierre del Foro del Agua de Mesopotamia, donde se elaboró una declaración conjunta y participativa resumiendo el trabajo realizado en estos tres días. El documento enumera los diferentes temas tratados y propone una hoja de ruta para seguir trabajando en defensa del agua y la naturaleza.
FUENTE: Rok Brossa / El Salto