Los presos y las presas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y del Partido de la Liberación de las Mujeres del Kurdistán (PAJK) enviaron una declaración escrita en la que denuncian al gobierno turco por intentar empujar al país hacia el fascismo.
Desde hace 50 días, más de cien prisioneros políticos llevan adelante una huelga de hambre en varias cárceles de Turquía, en reclamo por mejores condiciones y demandando la libertad del líder kurdo, Abdullah Öcalan.
“El gobierno del AKP (partido de gobierno) no acepta una solución política democrática y la transformación” del país, indicaron los detenidos.
Para los presos del PKK y del PAJK el objetivo de la administración de Erdogan es “prolongar su existencia empujando el fascismo al máximo límite para institucionalizarlo”.
Al mismo tiempo, el gobierno empuja al pueblo kurdo a mantenerse sin un status mientras reorganiza la región.
Los prisioneros y las prisioneras advirtieron que dentro de las prisiones se llevan a cabo “ataques contra la dignidad humana”. Además, el Ejecutivo turco aplica “la opresión, la violencia y las violaciones de derechos” en las cárceles. A su vez, despliega “operaciones para romper la voluntad y para intimidar a los de afuera”, en referencia a los familiares de los detenidos.
Los presos políticos alertaron que los “ataques y violaciones de derechos ocurren en todas las prisiones”, pero algunas “están seleccionadas como centros de tortura pilotos”.
Denunciaron también que uno de estos centros piloto se encuentra en la cárcel de Sakran, donde la vida de los detenidos y las detenidas “se ha convertido en un infierno. Todos los presos y las familias se ven obligadas a registros. La administración está obligando a los familiares la deshonra y la sumisión”.
Los presos del PKK y el PAJK anunciaron que presentarán cargos contra los directivos de Sakran para que sean juzgados por sus crímenes.
“En base a la resistencia revolucionaria contra estos ataques estamos tomando cada momento como un espacio para defender nuestro honor y construir la vida libre”, afirmaron en la declaración.
Los prisioneros manifestaron que su deber principal es “preparar a nuestros compañeros de la resistencia en todas las circunstancias y en la construcción de la vida libre”, sin importan los ataques del gobierno turco.
Por último, realizaron un llamado a organizaciones no gubernamentales y a los parlamentario del CHP (Partido Republicano del Pueblo, de centro derecha) a que apoyen los derechos humanos y evalúen la situación en las prisiones turcas.
Los presos políticos del PKK y el PAJK, que suman más de diez mil, afirmaron que ellos representan “una fuerza a gran escala de la resistencia y creemos que podemos desempeñar nuestro papel histórico”, por la “victoria sin duda vendrá para los que resisten en la verdad”.
FUENTE: ANF/Traducción y edición: Kurdistán América Latina