El jueves 10 de mayo realizamos en Buenos Aires, Argentina, la presentación del libro de la compañera Sakine Cansiz “Toda mi vida fue una lucha”, junto con Pañuelos en Rebeldía, América Libre, el Comité de Mujeres en solidaridad con Kurdistán y Comité de Solidaridad con Kurdistán – América Latina.
En la emotiva actividad, se proyectó un documental sobre la vida y lucha de Sakine, su amor por el pueblo y su lucha integral por la libertad. En el conversatorio posterior, compartimos entre quienes estábamos presentes diferentes experiencias: el desafío de la traducción de este libro que fue escrito en el mismo momento de lucha y autodefensa del pueblo, transmitiendo así no sólo aprendizajes políticos, sino dando apertura a conocer la vida personal (que también es la vida política) de la compañera Sakine.
En esta actividad también compartimos profundamente que nuestra solidaridad internacional debe ser en hechos concretos, sentir en lo más hondo las injusticias y atrocidades contra un pueblo que lucha por su libertad. Hoy el pueblo kurdo sigue luchando, sigue escribiendo historia, a pesar de las adversidades. Y su historia viva es de gran aprendizaje, para comprender la necesidad de una visión política integral, que se propone terminar con el fundamentalismo, la opresión patriarcal, el nacionalismo, el fundamentalismo y la ciencia positivista.
Y en este sentido, es destacable, reconocible, la apuesta de una construcción partidaria, sólida, del pueblo y con el pueblo, pero sobre todo con las mujeres a la cabeza, con el protagonismo político de las históricamente oprimidas y doblemente explotadas.
Coincidimos entre los y las presentes, la importancia de construir y reconstruir los lazos de la historia sobre el movimiento popular, combativo, como también la importancia de retomar las luchas de aquellas mujeres que dieron su vida por un mundo que no es imposible, mujeres como Sakine, como Fidan, como Leyla, como Legerin, como Berta Cáceres, Marielle Franco, y como tantas otras luchadoras incansables que ni la muerte puede callar.
La lucha contra la opresión, la explotación, el patriarcado, el imperialismo y el capitalismo, nos une para combatir al mismo enemigo, que cambia de caras, nombres y ubicaciones, pero es el mismo, que con castigos similares, nos arroja a la muerte tratando de borrar toda marca de organización, lucha y resistencia.
Por eso se vuelve urgente unir los lazos de las historias, los procesos y las experiencias, porque aunque nos quieren hacer creer que en cada lucha debemos empezar de cero tenemos la urgente responsabilidad de construir siendo muy conscientes de hay un acervo colectivo, hay experiencia previa, hay ejemplos de compañeras y compañeros, hay una historia que nos pertenece, hay presente compartido y hay futuro posible.
A fortalecer puentes de solidaridad
A sentir en lo más hondo cada bomba arrojada contra el pueblo kurdo
A defender la resistencia
Por la vida, por el amor y la libertad,
¡Jin, Jiyan, Azadi!
FUENTE: Venceremos (http://venceremos-arg.org)