La co-presidenta del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y diputada por Estambul, Filiz Kerestecioğlu, presentó el lunes pasado el informe titulado “Violaciones de los derechos de las mujeres en Turquía”, durante la reunión de la Comisión de Igualdad y No Discriminación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE).
Los puntos más destacados del informe son los siguientes:
El impacto del Estado de Emergencia en las mujeres
A pesar de los numerosos compromisos, como el “Convenio de Estambul sobre la prevención y la lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica” -formulado por Turquía en las últimas décadas para promover y proteger los derechos de las mujeres-, la desigualdad y la discriminación contra las mujeres se ha profundizado aún más, especialmente en los últimos años. Hoy en día, los derechos y los logros alcanzados en el ámbito de los derechos de la mujer están amenazados en Turquía. Especialmente, después del intento de golpe de Estado, el estado de emergencia declarado por el gobierno y las políticas que alimentan la violencia; todo esto ha afectado negativamente la vida de las mujeres. El presente informe ofrece una visión general de las principales preocupaciones de los derechos de la mujer en Turquía.
Los estados miembros del Consejo de Europa deben intensificar sus esfuerzos para combatir la discriminación contra la mujer y, además, los estados miembros deben condenar y combatir las medidas atrasadas que atentan contra los principios de igualdad y no discriminación.
Aunque las violaciones de los derechos humanos en Turquía figuran en la agenda del Consejo de Europa, los problemas que enfrentan las mujeres en el país y los atentados contra los derechos de las mujeres en los últimos años no han recibido suficiente atención del Consejo.
El ambiente caótico en Turquía, la política de odio, los toques de queda impuestos por el gobierno, el Estado de Emergencia declarado tras el intento de golpe de Estado y los decretos-leyes han tenido un impacto negativo en la vida de las mujeres. Las políticas y los discursos sexistas y conservadores se han concentrado en este período.
Según las cifras recogidas por la Coalición de Mujeres, las mujeres constituían al menos el 19,6% (19.774) de los 100.797 empleados públicos que fueron despedidos por decretos-leyes dictados en el marco del Estado de Emergencia.
Las libertades económicas de las mujeres, que han luchado durante años por ganar su independencia económica, han sido coartadas. Por lo cual, se ven obligadas a vivir dependiendo de sus padres, sus cónyuges o sus parientes. Además, están teniendo dificultad para encontrar otro trabajo, porque están siendo desprestigiadas. Las mujeres despedidas pierden su seguridad social. Se ven obligadas a vivir bajo la seguridad social de sus familiares o de sus cónyuges, o a trabajar sin registrarse. Ellas soportan la carga de no ser capaces de satisfacer económicamente las necesidades de ellos y de sus hijos.
11 asociaciones de mujeres y una asociación de derechos de los niños fueron cerradas durante el período del Estado de Emergencia.
El gobierno comenzó a reemplazar a los diputados elegidos por el DBP (Partido de las Regiones Democráticas, que es un componente del HDP y organizado en los lugares donde viven los ciudadanos kurdos), con alcaldes políticos designados como “custodios”, en septiembre de 2016, en los municipios del sureste de Turquía, donde fueron nombrados nuevos administradores en tres municipios controlados por el AKP, en un municipio del MHP y en 81 del DBP. Además, 35 mujeres con cargos políticos fueron arrestadas. Los logros obtenidos por la participación de las mujeres en las administraciones locales fueron destruidos por las acciones de los fideicomisarios (funcionarios designados por el gobierno).
Un total de 864 mujeres juezas y fiscales fueron despedidas. Con los despidos, la existencia de las mujeres dentro del poder judicial se debilitó.
Al menos 30 mujeres periodistas fueron detenidas y 16 periodistas están en prisión en este momento. La primera y única agencia de noticias femenina de Turquía, Jin News Agency (JINHA), está entre las agencias cerradas por los decretos-leyes. La agencia SUJIN, establecida en lugar de JINHA, también fue clausurada por otro decreto-ley emitido en agosto. Los programas de televisión como Pan y Rosas y Boletín Púrpura, sobre los derechos de las mujeres, han sido eliminados como resultado del cierre de canales de televisión como Hayat TV e IMC TV, que son estaciones de televisión críticas y de oposición.
Las mujeres que fueron detenidas y llevadas presas afirmaron haber sido torturadas y maltratadas. Esto no sólo ocurrió con las mujeres detenidas con cargos de intento de golpe militar; todas las mujeres detenidas fueron sometidas a un trato incompatible con la dignidad humana, bajo la razón del Estado de Emergencia.
Después del intento de golpe, los líderes religiosos y los partidarios del gobierno usaron la retórica sexista. Por un lado, las imágenes de las mujeres que se oponían al intento de golpe de Estado en las calles fueron difundidas; por otro lado, algunas comunidades religiosas declararon que las mujeres deberían sentarse en casa y rezar, y que los hombres apoyaran al gobierno contra los conspiradores. Expresiones como “las esposas de los conspiradores de golpe son un premio para nosotros” fueron usadas para las esposas de los detenidos, acusados de participar en el intento de golpe de Estado.
Violaciones de derechos a las mujeres durante los toques de queda
Durante los conflictos que comenzaron en julio de 2015 en las provincias donde viven los ciudadanos kurdos, y tras los toques de queda impuestos por el gobierno, cientos de ciudadanos perdieron la vida, resultaron heridos, fueron sometidos a torturas y a malos tratos. A lo largo de los toques de queda, el acceso de los ciudadanos a la alimentación, la nutrición, la salud y la educación se ha visto obstaculizado y la gente ha muerto.
Las violaciones más graves a los derechos humanos se dirigen contra las mujeres y los niños. Los cuerpos de las mujeres asesinadas en este período, fueron exhibidos por las fuerzas de la ley, los cadáveres se mantuvieron en la calle durante días, las familias fueron impedidas de participar en las ceremonias fúnebres, escritos sexistas se vieron en las calles y en las paredes de las casas. Los ciudadanos que regresaban a sus hogares después de los toques de queda, declararon que las fuerzas de seguridad entraron en sus dormitorios, y dejaron tiradas ropa interior femenina a propósito y preservativos utilizados. Estas prácticas revelan de nuevo el rostro patriarcal de la guerra.
Encarcelamiento a diputadas femeninas
En Turquía, sólo aproximadamente el 14,29% de los miembros de la Gran Asamblea Nacional son mujeres. Esta cifra oculta una enorme brecha entre el HDP, en el que la representación de las mujeres en el parlamento es del 36,36%. Sin embargo hoy, cinco de cada nueve diputados del Partido Democrático del Pueblo que están en la cárcel, son mujeres. Estas diputadas, que defienden la igualdad de género en el Parlamento y que luchan por los derechos de las mujeres, son encarceladas con cargos como “incitar a la gente al odio y a la enemistad” y “hacer propaganda terrorista”, debido a los discursos que pronunciaron. Las acusaciones se basan en sus actividades políticas, como dar discursos o asistir a eventos públicos y políticos. Además, el 21 de febrero de 2017 la co-presidencia del HDP y miembro del Parlamento, Figen Yüksekdağ, fue revocada de su cargo. A raíz de esta decisión, el 9 de mayo de 2017, otra diputada, miembro del parlamento, Nursel Aydoğan, también fue revocada. Muchas organizaciones feministas nacionales e internacionales han hecho declaraciones en apoyo de Figen Yüksekdağ, Nursel Aydoğan y otras mujeres diputadas y alcaldesas que están en prisión; porque las diputadas del HDP se han convertido en la voz de la lucha por los derechos de la mujer en la Asamblea. También hemos tratado de desarrollar relaciones con mujeres diputadas miembros de otros partidos, e incluso hemos establecido un Grupo Parlamentario de Mujeres para discutir asuntos y demandas comunes de todas las mujeres en la Asamblea, aunque no oficialmente reconocido por el Parlamento.
La violencia contra las mujeres
Según la Red de Comunicación Independiente de Bianet, en los primeros siete meses de 2017 los hombres mataron a 170 mujeres y niñas, violaron a 50 mujeres, acosaron a 126 mujeres, abusaron sexualmente de 215 mujeres y 237 fueron víctimas de violencia.
En julio, por lo menos tres mujeres se enfrentaron al acoso o la violencia debido a la “ropa” que llevaban puesta.
El poder judicial todavía no tiene suficiente conocimiento y sensibilidad sobre la violencia contra las mujeres. Según un informe preparado por la Plataforma Conjunta de Derechos Humanos, hay un total de 547 casos de violencia masculina en los medios de comunicación nacionales y locales y sitios web de noticias entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016. El 24% de los casos fueron asesinato (132 casos), 38% fueron violación (209 casos), 26% fueron hostigamiento (141 casos) y 12% fueron casos de violencia (63 casos). Además, en los casos de homicidio reflejados en los medios de comunicación en 2015 y 2016, el 44% de los 176 acusados (78 varones) fueron condenados a penas de cadena perpetua agravadas, el 30% (53 hombres) condenados a prisión perpetua, el 16% a la cárcel, el 0,5% (un hombre) condenado a la servidumbre penal. El 9% (15 hombres) de los acusados también fueron absueltos. Según el informe, el 28% de la condena de los acusados fueron reducidos. Uno de los problemas más graves en este ámbito es que las organizaciones de mujeres no pueden participar como parte interviniente en los casos de femicidios.
Además, las mujeres en Turquía han sido objeto de expresiones discriminatorias y sexistas de políticos y funcionarios públicos. Esas expresiones de los políticos aumentan la discriminación en la sociedad y la violencia contra las mujeres. Recep Tayyip Erdogan reiteró su punto de vista de que no hay igualdad entre hombres y mujeres en la “Cumbre Internacional de Mujeres y Justicia” organizada por la Asociación de Mujeres y Democracia (KADEM, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Políticas Familiares y Sociales. El Alcalde del Municipio Metropolitano de Ankara, Melih Gokcek, durante el debate sobre la prohibición del aborto dijo: “¿Por qué el niño sufre por el error de su madre? La madre debe suicidarse”. Esto sostuvo sobre sobre los embarazos ocurridos después de la violación. Desafortunadamente, hay docenas de ejemplos como estos. Estos discursos han llevado a un aumento de la violencia masculina y el hostigamiento contra las mujeres en la vida cotidiana, en las calles y en todo tipo de espacios públicos. Últimamente, en tiempos diferentes, dos mujeres jóvenes con pantalones cortos en el transporte público fueron atacadas y una mujer embarazada fue golpeada porque estaba haciendo deporte en un parque público.
FUENTE: ANF/Edición: Kurdistán América Latina