La presa política kurda Zeynab Jalalian contrajo coronavirus después de ser transferida el 21 de mayo de la prisión de Urmia al campo de detención de Qarchak, cerca de Teherán, en Irán. Jalalian informó que inició una huelga de hambre y continuará con la medida de fuerza hasta que sea enviada de regreso a la prisión anterior, en Urmia, Rojhilat (Kurdistán Oriental).
Hoy es el sexto día de ayuno de Jalalian y su estado de salud se está deteriorando rápidamente, ya que las autoridades iraníes no le permiten someterse a supervisión médica a pesar de haber contraído el coronavirus.
Zeyneb Jalalian ha estado en prisión en Irán durante 13 años. En este periodo, ha sido sometida a todo tipo de violencia física y psicológica.
Jalalian es la primera mujer presa política en ser sentenciada a cadena perpetua en Irán. El régimen iraní ha intentado por todos los medios y métodos sofocar la voluntad política y la lucha por la libertad de Zeynab.
Frente a esta situación, la organización Kurdish Human Rights (KHR) alertó sobre “la crítica condición de salud” de Jalalian, y señaló que la prisionera “sólo fue llevada a un hospital una vez y, tras ser examinada y analizada, los médicos dijeron que tiene que pasar por un período de recuperación en un entorno libre de estrés con buena higiene y alimentos saludables mientras recibe tratamiento”.
KHR también citó a la Red de Derechos Humanos de Kurdistán, que denunció que Soheila Hijab y Sakineh Parvaneh, otras dos presas políticas kurdas de la prisión de Qarchak, siguen en huelga de hambre desde el 15 de junio.
A principios de junio, la Comisión de Mujeres del Congreso Nacional de Kurdistán (KNK) reclamó la liberación de Zeynab y denunció al régimen represivo aplicado en Irán contra las presas políticas.
“Nadie debería permanecer en silencio frente a la situación de los presos políticos en Irán y, en particular, sobre la condición de Zeynab Jalalian. Para proteger la vida de estas mujeres, exigimos su libertad”, expresaron desde el KNK.
Zeynab Jalalian, nacida en 1982, es una activista kurda de un pequeño pueblo llamado Deim Qeshlaq, ubicado alrededor de Maku, en la provincia oriental de Azerbaiyán. Fue arrestada en febrero de 2007 por las fuerzas de la Oficina de Inteligencia de Kermanshah bajo cargos de pertenecer al PJAK (Partido por una Vida Libre en Kurdistán).
Zeynab fue interrogada en el Centro de Detención de Inteligencia en Kermanshah durante un mes mientras era fuertemente torturada. Luego fue transferida al Centro de Rehabilitación Juvenil Kermanshah. En 2016, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria emitió una solicitud oficial a la República Islámica de Irán para liberar a Zeynab Jalalian de inmediato y tomar todas las medidas necesarias para compensarla sin demora, de acuerdo con las regulaciones internacionales. En una votación emitida por el Grupo de Trabajo Internacional, la privación de libertad de Zeynab fue descrita como arbitraria y contraria a la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Irán está obligado a enjuiciar a los funcionarios responsables de violar los derechos de la activista política kurda.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina