Cheleng Omer es un antiguo profesor de la Universidad de Afrin y uno de los principales economistas del norte y el este de Siria. En esta entrevista, realizada el 19 de julio de 2020, habla sobre la ley César dictada por Estados Unidos para sancionar a Siria y cómo esa medida afecta a la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES).
-La ley César fue creada por el gobierno de Estados Unidos para presionar económicamente al régimen de Bashar Al Assad. ¿De qué manera estas sanciones afectan también a la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES)? ¿Cómo están conectadas las economías de la AANES y el resto de Siria?
-Sin lugar a dudas, las sanciones impuestas a Siria por medio de la ley estadounidense “César” tendrán repercusiones y efectos negativos en las zonas de la AANES. En tanto que estas zonas siguen formando parte de Siria y la moneda de esta región sigue siendo la libra siria, cualquier efecto negativo sobre la libra siria en el resto de la región se reflejará en estas zonas y en la vida de sus ciudadanos. Además, existen relaciones comerciales entre las zonas de la AANES y las zonas bajo el control del gobierno sirio. Por tanto, cualquier impacto negativo en la economía siria se sentirá también en las regiones autónomas.
-¿Cómo afectará esto la vida diaria de las personas que viven en la AANES? ¿Qué medidas políticas podrían aliviar el impacto negativo de las sanciones en la población?
-Todo deterioro o colapso del valor de la moneda siria se reflejará de dos maneras: la primera, por un deterioro del poder adquisitivo de las familias, y la segunda por la inflación o el aumento de los precios de los diferentes productos básicos. Esto, por supuesto, se reflejará en el nivel de vida de los ciudadanos y en su capacidad para asegurar sus necesidades diarias de bienes, suministros de alimentos, o incluso productos básicos anuales.
Con el fin de evitar estos efectos económicos negativos, la AANES debe efectuar movimientos en distintas direcciones. Hemos visto cómo se han incrementado los salarios y las retribuciones, y esto es algo bueno para reducir las cargas negativas de las familias. Debemos ir en otra dirección, que es la de trabajar para asegurar las necesidades de distintos bienes y materiales del mercado a precios bajos, para que la población pueda mantener su poder adquisitivo.
Además de asegurar estos productos a precios razonables, es necesario desarrollar la producción local y tomar medidas serias para lograr la autosuficiencia, utilizando los recursos de la región, ya sean energéticos o agrícolas. Podemos pasar a la fabricación agrícola y pasar de las materias primas agrícolas a la manufacturación de estos materiales. Por ejemplo: es posible crear fábricas de conservas, almacenamiento y fabricación de alimentos, relacionadas con la producción agrícola que ya existe en la región. De esta manera, cuando no haya posibilidad de exportar las materias primas agrícolas, pueden ser procesadas localmente, maximizando así el valor añadido de las mismas y exportando productos manufacturados, no materias primas. También es posible abrir fábricas de pastas y galletas producidas con cultivos de trigo, así como es posible ampliar el cultivo de maíz para abrir plantas de aceites vegetales. Además, podríamos abrir desmotadoras de algodón para desarrollar el sector agrícola. Todo esto aseguraría un mercado para los productos agrícolas manufacturados en caso de cerrarse la puerta a la exportación y la importación con el extranjero. Así, la cuota de importación se mantendrá al mínimo.
-Aparte de la moneda, ¿qué otros lazos económicos y comerciales unen al norte y el este de Siria con el resto del país? ¿Qué bienes están siendo comercializados entre estas dos áreas?
-Hay relaciones comerciales entre las dos partes. Somos testigos de estas relaciones a diario. Las zonas de administración autónoma son ricas en recursos como el petróleo, energía y los granos, y exportan y venden los excedentes a las zonas del gobierno sirio. Por otro lado, también vemos cómo los materiales fabricados en Damasco, Alepo, Homs y el resto de las localidades, son importados a las áreas de la administración autónoma. Hay varios cruces entre los dos lados, en Manbij, Tabqa y el cruce de Salihiya, en Deir Ezzor. A través de estos cruces, se produce un intercambio comercial diario entre las dos regiones. El excedente de las zonas de la administración autónoma se exporta a las zonas del gobierno sirio, y los bienes y materiales manufacturados se importan del interior de Siria.
Sin embargo, el proceso de importación no se limita únicamente a las ciudades sirias (controladas por el gobierno). También se importa del Kurdistán iraquí a través del cruce de Semalka y de las zonas controladas por la ocupación turca, a través del cruce de Manbij y Al Bab. Se importan algunas mercancías de estas zonas. Se comercia con todo tipo de productos, alimentos del interior de Siria, así como verduras y frutas. En cuanto a los productos alimenticios como el azúcar, el té y los aceites, se importan de la región del Kurdistán iraquí. De esas regiones se importan todos los materiales que necesitan los mercados de la administración autónoma y que no se producen localmente.
Por supuesto, como los bienes importados del extranjero se comercian en dólares, la moneda circula en la región, mientras que los salarios se pagan en libras sirias, por lo que todos estos bienes importados tienen un fuerte efecto en la inflación de la libra siria y el aumento de los precios. Cuanto mayor sea la capacidad de la administración autónoma para asegurar sus necesidades de diferentes productos básicos y consumibles mediante la producción local, más podrán evitar los efectos negativos resultantes del deterioro del tipo de cambio de la libra siria debido a la ley del César y el colapso económico que sufre el país.
-¿Qué medidas podría adoptar la comunidad internacional para proteger la economía del norte y el este de Siria del impacto negativo de la ley César?
-Las regiones del norte y el este de Siria acaban de terminar la lucha contra el terrorismo y el ISIS. Por lo tanto, la administración americana que impuso la ley César tiene que excluir estas regiones de estas sanciones, ya sea concediéndoles exenciones para exportar bienes y materiales producidos aquí al resto de las regiones sirias, o abriendo otro cruce para la importación además del de Semalka, ya que el gobierno de Estados Unidos puede presionar a la parte iraquí para abrir el cruce de Al Yarubia para el comercio entre las zonas de la administración autónoma y la parte iraquí.
Esto beneficiaría a ambas partes (es decir, a Estados Unidos y a la AANES). Mantener la estabilidad política en estas áreas requiere la preservación de la situación económica actual. Todos sabemos que para preservar las victorias que se han logrado contra ISIS, debe asegurarse razonablemente el sustento de la población para no permitir que las células durmientes de ISIS u otras partes, se aprovechen los problemas sociales que pueden resultar de razones económicas. Por lo tanto, la administración estadounidense debe prestar apoyo de varias maneras, ya sea apoyo material, las exenciones de las que he hablado o apoyo financiero directo o técnico. La parte norteamericana aquí, para mantener la estabilidad, puede apoyar proyectos de infraestructura en estas regiones o abrir fábricas (pequeñas y medianas) que permitan a la región lograr la autosuficiencia.
El punto que señalé con respecto a la fabricación de productos agrícolas en esta región podría apoyarse con equipo tecnológico procedente de la parte americana, ya sea con apoyo directo o facilitando su importación. Tal vez no necesitemos que Estados Unidos nos proporcione ese equipo, sino sólo que faciliten su entrada desde el lado iraquí o a través de la región del Kurdistán. Esto podría permitir el establecimiento de tales fábricas en la región del norte y el este de Siria, y contribuir a la estabilidad social y a un nivel de vida decente en esta región, bloqueando así la puerta a la posibilidad de que ISIS regrese explotando las condiciones de vida de las personas para activar sus células durmientes.
FUENTE: Rojava Information Center / Traducción: Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina