En 2008, nadie hubiera creído que Turquía consideraría tomar medidas militares para asegurar el cambio de régimen en otro país, que mantendría bases casi permanentes en el extranjero, o controlaría a ciudadanos extranjeros de grupos yihadistas a través de sus propios militares.
Pero en la última década, Turquía adoptó una doctrina de guerra asimétrica. Esto la ha convertido en un país diferente.
Tras la muerte de 13 soldados turcos en el bombardeo del gobierno sirio en la provincia de Idlib, en el noroeste del país, este mes Turquía ha entrado en una nueva fase y queda una pregunta completamente nueva: ¿podría entrar en una guerra convencional en Siria?
En otras palabras, ¿es posible una guerra entre Turquía y Siria, en la que Rusia desempeñaría un papel importante? La respuesta a esta pregunta, por ahora, es que la guerra es una posibilidad que debería preocuparnos.
Primero, veamos algunos puntos importantes.
En lo que respecta a Rusia, el futuro de Siria está vinculado al régimen del presidente Bashar Assad. Alguien más podría ser presidente, pero mantener el régimen actual es la línea roja de Moscú.
Como resultado, la solución a la crisis siria, para Rusia, es que el gobierno sirio recupere el control de todo el país. En esta situación, el ejército sirio ha estado procediendo con el apoyo ruso sin tener en cuenta qué áreas están bajo el control de las tropas turcas.
Si el ejército sirio encuentra problemas, las fuerzas rusas brindan apoyo aéreo para despejar el camino. Considerando los hechos desde diciembre, está claro que Rusia está llevando a cabo ataques indiscriminados entre los grupos respaldados por Turquía y los que no lo están.
Está claro que el objetivo de Rusia es la restauración del control del gobierno sirio sobre todo el país, pero Turquía ha pasado los últimos cinco años sin poder ver eso.
Lo que sucedió en Idlib durante la semana pasada no fue una sorpresa. La dinámica en juego es el resultado de desacuerdos detrás de escena, en reuniones como la serie de conversaciones en Astana, Kazajstán. Aunque es bien sabido que Turquía y Rusia no pudieron llegar a un consenso sobre muchos temas, Ankara pensó que podría continuar su camino como si estos problemas no existieran.
Además, la suposición de que todo se resolverá en el futuro cercano ha dado lugar a decisiones miopes. Por ejemplo, en comparación con el comienzo de la guerra en Siria, en este punto cada grupo radical considerado útil está recibiendo un apoyo turco indiscriminado. Pero a pesar de este apoyo en armas, dinero y recursos, estos grupos no tienen ninguna posibilidad frente al ejército sirio apoyado por Rusia.
Esta terrible estrategia se ha cobrado un precio muy alto, más allá de la pérdida de vidas y recursos.
El primero, es la destrucción de la reputación del Estado turco, que se construyó durante más de un siglo para proyectar una imagen pacífica e influyente.
El segundo, es el daño a la reputación de Turquía como un Estado fuerte. Mientras Turquía se sienta en la mesa de negociaciones con Rusia, el ejército sirio ataca a Ankara con el apoyo de Moscú. Es importante ver que las acciones del ejército sirio están menospreciando a Turquía.
El gobierno sirio está claramente desafiando a Ankara. A Rusia no parece importarle, y está tomando partido. Ningún actor está dudando debido a las preocupaciones sobre la respuesta de Turquía.
Mientras tanto, quienes tomas las decisiones en Ankara siguen siendo optimistas.
Por ejemplo, el socio de la coalición del presidente Recep Tayyip Erdogan, Devlet Bahçeli, dijo: “La nación turca debería estar lista para ingresar a Damasco si es necesario, y si no vemos otras opciones”. En ese momento, los soldados turcos cerca de Idlib, rodeados por las fuerzas sirias, no pudieron recibir apoyo aéreo debido al obstáculo ruso.
Dados los enfrentamientos en Idlib, los comandantes turcos también deberían reflexionar sobre sus acciones. ¿Qué tipo de miopía estratégica permitiría que la vigilancia turca terminara rodeada por las fuerzas enemigas? ¿Qué observan ahora estas fuerzas turcas, en zonas de vigilancia, rodeadas por el ejército sirio?
La declaración de los funcionarios turcos de que respondieron es muy preocupante si está utilizando esta retórica, como algo más que una táctica de relaciones públicas. Puede leerse como una pista de que los funcionarios están luchando para articular la posición en la que se encuentran.
Entonces, ¿Ankara consideraría seriamente una guerra convencional con Siria?
En primer lugar, si observamos el desempeño y los procesos de pensamiento de sus líderes de política exterior, desde 2011, podríamos decir que esto no sería un resultado sorprendente. Tal como están las cosas, la crisis en Siria, naturalmente, nos ha llevado mucho más allá del punto de confrontación directa entre Turquía y Siria.
Aun así, muchos asesores y escritores progubernamentales han estado defendiendo la continuación y expansión de la guerra con Siria.
El segundo punto crítico es este: ¿qué sucederá si Rusia, con sus líneas rojas pro Damasco, confronta a Turquía?
Al considerar este problema, es importante tener en cuenta que algunos grupos yihadistas respaldados por Turquía han estado atacando objetivos rusos y sirios, sin distinción.
Para retomar un punto importante: la política fundamental de Siria en Rusia se basa en que el gobierno de Damasco recupere el control de todo el país. En consecuencia, un ataque de las fuerzas del gobierno sirio es un ataque al plan de juego central de Rusia.
La raíz del problema es esta: Turquía ha decidido claramente que puede resolver sus problemas en Siria, incluido el problema kurdo, manteniendo una presencia militar a largo plazo en el país. Esta estrategia, a largo plazo, incluye también el establecimiento de administraciones políticas y civiles en ciertas áreas.
Por esta razón, seguiremos viendo cómo Turquía aguanta y complica aún más la crisis en Siria, creando más problemas en el camino.
FUENTE: Gökhan Bacık / Ahval / Traducción y edición: Kurdistán América Latina