Durante este lunes los bombardeos desatados por Turquía continuaron golpeando la región kurda de Afrin, en el norte de Siria, mientras a nivel mundial crece el rechazo a la invasión iniciada el pasado 20 de enero.
Los ataques aéreos cayeron sobre los civiles en la ruta de Maretê, produciendo civiles heridos.
Según informes recogidos por la agencia de noticias ANF, los bombardeos en el centro de la ciudad de Afrin y a los vecindarios adyacentes se incrementaron en estos dos últimos días.
El ejército turco, junto a sus aliados de AL Qaeda, atacaron el distrito Sherawa y las aldeas de Basutê, Gurzelê y Zirbê. Como resultado de estos bombardeos, cuatro pobladores resultaron heridos, uno de ellos en estado crítico.
Según las cifras brindadas por el Consejo de Salud del cantón de Afrin, durante los 52 días de bombardeos 232 civiles fueron asesinados, entre ellos 35 niños y 29 mujeres, mientras que 668 pobladores fueron heridos, incluidos 90 niños y 100 mujeres.
En los ataques, el Estado turco bombardeó directamente a civiles en el centro de la ciudad de Afrin y en los distritos de Jindires, Shiye, Rajo, Bilbile, Mebata, Shera y Sherawa.
El Centro de Prensa de las Fuerzas Democráticas de Sirias (SDF) publicó un informe en el que confirmó que en las últimas 24 horas 95 miembros de las fuerzas invasoras fueron abatidos en la ciudad de Afrin y en los distritos de Jindires, Bilbile y Mabeta.
Por su parte, desde la Media Luna Roja Kurda (Heyva Sor A Kurd) afirmaron que los civiles muertos son aún mayores ya que aún no han podido alcanzar y recuperar algunos cuerpos en medio de los ataques turcos.
La Luna Media Roja Kurda agregó que el 90 por ciento de los asesinatos de civiles fueron cometidos aviones de guerra y drones armados.
Nuri Sheikh Qenber, copresidente de la Media Luna Roja Kurda, declaró que Turquía ataca “deliberadamente” a los civiles “para que abandonen la ciudad”. De esta manera, “intentan asustar a las personas con estos ataques –explicó el funcionario-. Su objetivo final es instalar a los grupos terroristas en las aldeas vacías. Los residentes de las aldeas que son invadidas por el ejército turco tuvieron que refugiarse en el centro de Afrin.
“El reciente aumento en el número de personas que viven en la ciudad de Afrin creó muchos problemas. Nos enfrentamos a muchos problemas debido a la falta de vivienda y a las necesidades humanitarias”, enfatizó Qenber.
Según el representante humanitario, proporcionar agua potable a los pobladores se ha convertido en un problema ya que el ejército turco capturó la única planta de agua potable en la zona rural de Afrin.
Qenber alertó que “las ayudas se han cortado durante una semana después de que los convoyes de fueron atacados en la carretera de Alepo. Hay falta de medicamentos, comida y, lo que es más importante, de combustible. Durante los últimos seis años, la demanda de energía eléctrica se cumplió a través de generadores de combustible. Cuando no hay combustible, no hay electricidad. Entonces los hospitales y las panaderías no pueden funcionar”.
El funcionario de la Media Luna Roja Kurda denunció que los grupos terroristas que avanzan junto al ejército turco “masacran a la gente en cada pueblo que capturan, torturan a los cautivos y saquean las pertenencias de las personas. Si el mundo sigue en silencio y estos grupos entran en Afrin, cientos de miles podrían ser masacrados”.
Qenber instó a Naciones Unidas, a las organizaciones internacionales, a UNICEF y a Médicos Sin Fronteras a detener las masacres en Afrin. “Necesitan actuar ahora para que un día no se arrepientan de lo sucedido”, expresó.
FUENTE: ANF / Traducción y edición: Kurdistán América Latina