Para que la Constitución siria sea correcta debemos centrarnos en la democracia

Una Constitución refleja las aspiraciones e ideales de un pueblo. Nuestra Constitución debe basarse en el futuro de Siria, no en nuestro pasado. Debería impulsarnos hacia una Siria democrática, basada en el pluralismo, la diversidad, los derechos humanos, el feminismo, la descentralización y la libertad religiosa, que son nuestros sueños más elevados. Para asegurar que estos sueños democráticos se hagan realidad, el Consejo Democrático Sirio (MSD), cuyo propio Contrato Social se basa en principios democráticos, debe ser incluido en el comité que está desarrollando una nueva Constitución para nuestro país.

Actualmente, hay discusiones sobre si enmendar la Constitución siria actual o redactar una completamente nueva. Creemos que no importa si se redacta un nuevo documento o si se revisa el antiguo. Lo que importa es qué principios están codificados en la versión final y cómo se aplican para garantizar que la democracia pueda florecer en Siria.

El MSD prevé una Siria en la que todos sean tratados con igualdad y justicia, como individuos y como grupos humanos, independientemente de su origen étnico, religión o identidad. Ningún grupo demográfico tiene más derechos que otro, y la Constitución no debe favorecer a ninguno de ellos. Además, para que la Constitución siria sea correcta, se deben incluir protecciones específicas para las minorías étnicas y religiosas.

El MSD ha incluido tales protecciones específicas en nuestro Contrato Social (en el norte y este de Siria). Desde nuestros inicios, hemos trabajado para proteger las libertades étnicas y religiosas y la pluralidad. Nuestra región es el hogar de árabes, kurdos, turcomanos, armenios y circasianos, así como cristianos siríacos, asirios y caldeos. Nuestro Contrato Social protege los derechos de todos a creer y adorar como deseen, y exige que cada cargo político en el gobierno regional, los consejos locales y las aldeas, sea ocupado por personas de dos orígenes culturales y/o religiosos distintos. El Contrato Social garantiza todos los derechos a los grupos minoritarios y los protege de la persecución. Además, el MSD y los consejos locales buscan activamente roles para los líderes de grupos minoritarios, así como orientación y la participación de ellos.

La igualdad de género es un principio en el corazón de la plataforma del MSD. Los derechos de las mujeres y la plena igualdad han sido consagrados en nuestro Contrato Social. Los resultados son claramente visibles. Las mujeres representan aproximadamente la mitad de todos los puestos gubernamentales en el norte y el este de Siria. Las unidades militares de mujeres de las FDS (conocidas como YPJ), que desempeñaron un papel fundamental en la derrota del Estado Islámico, son solo la punta del iceberg. En todas partes del norte y el este de Siria, las mujeres están tomando el control de las decisiones que afectan sus vidas. La tasa de participación de las mujeres en la gobernanza es más alta que la de Estados Unidos o la mayoría de los países europeos.

La descentralización y separación de poderes es un concepto clave en el que se basa el MSD. Las comunidades locales y las personas deberían tener más voz sobre los elementos cotidianos que afectan sus vidas. Los ayuntamientos y comités especiales de los propios habitantes deben estar facultados para tomar las decisiones que les afecten.

El MSD ha implementado una estructura de gobierno que encarna el verdadero espíritu de democracia o gobierno del pueblo: siete administraciones o consejos locales que trabajan en ciudades, pueblos y aldeas en el norte y este de Siria, y gestionan las funciones administrativas y los servicios públicos de la región, incluida la salud, la educación, la vivienda y la integración social y económica. Las FDS proporcionan seguridad pública a las regiones del norte y el este, y es responsable tanto ante la AANES (administración autónoma) como ante los consejos locales, que representan a los y las ciudadanas de la región.

Todas las partes del modelo forman un sistema de controles y equilibrios, que asegura que ningún organismo tenga demasiado poder y garantiza el gobierno civil sobre el ejército. Este tipo de descentralización debería ser un modelo para otras partes de Siria y debería estar codificado por nuestra Constitución.

Pero incluso si los ideales más elevados están escritos en nuestra Constitución, el documento solo será una serie de palabras vacías si no se aplica. Después de todo, una ley es tan valiosa en la práctica como su mecanismo de aplicación. Para aplicar la Constitución de manera significativa, el gobierno sirio debe promulgar leyes y establecer prácticas para garantizar su cumplimiento. Una nueva cultura de transparencia en la gobernanza debe afianzarse. Debe respetarse el estado de derecho. No se debe permitir que los poderosos y la clase dominante de Siria estén por encima de la ley.

En los últimos días, el Departamento de Estado norteamericano ha expresado nuevamente su apoyo al Comité Constitucional sirio. Ethan Goldrich, el nuevo subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos, se reunió con la oposición siria. Al parecer, discutió sobre el comité y expresó nuevamente su apoyo a las conversaciones de paz de la ONU en Siria, que fueron promulgadas por la resolución 2254 del Consejo de Seguridad. Estas conversaciones de paz de la ONU no incluyen una representación de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.

Siempre hemos apoyado firmemente el diálogo, y no el militarismo, para resolver la crisis siria. Sin embargo, debemos estar incluidos en este cuadro de diálogo para que una solución real tenga éxito.

La AANES protegió al mundo del terrorismo de ISIS cuando luchamos en el frente para detener esa marea negra, que ocupaba vastas regiones de Siria e Irak con miles de combatientes y partidarios. Perdimos a más de 11.000 hombres y mujeres jóvenes en las batallas para detener a un enemigo que buscaba llevar su “califato” de horror a todo el mundo, y planeó bombardeos y ataques en ciudades occidentales. Junto con el ejército de Estados Unidos y la Coalición Global para Derrotar a ISIS, luchamos para liberar nuestra patria, y también luchamos contra una ideología violenta basada en el autoritarismo religioso. Lo hicimos mientras instituíamos un verdadero modelo democrático en nuestra región. También seguimos albergando a decenas de miles de combatientes de ISIS y sus familias en nuestro campamento de Al Hol, mientras esperan justicia o la repatriación.

A pesar de nuestra batalla por proteger el mundo, hasta ahora hemos sido excluidos de las negociaciones sobre el futuro de nuestro país. Estamos preparados para el diálogo, pero la puerta de la sala se ha mantenido, hasta ahora, cerrada para nosotros.

Cuando el pueblo sirio se levantó en las calles en 2011 y exigió dignidad y libertad, estaba pidiendo un mundo mejor para todos, no solo para algunos sirios. Hemos redactado un Contrato Social y construido un modelo que responde a estos pedidos de un mundo mejor, y demuestra que los sirios y las sirias están preparadas para una verdadera democracia. Sin nuestra inclusión, estas conversaciones, en el mejor de los casos, cojearán hacia una democracia falsa. Por otro lado, nuestra representación traerá a la discusión a aquellos que han construido el ejemplo más inspirador de democracia en Medio Oriente.

Tanto para el Comité Constitucional sirio como para las conversaciones de paz de la ONU, los y las representantes del norte y este de Siria deberían estar en la mesa, y no excluidos. Sin nosotros, una resolución no puede sostenerse. ¿Cómo puede tener éxito si un tercio del país ni siquiera está representado? Nuestro modelo y nuestra historia son una parte clave de Siria, que no se puede ignorar a medida que avanzamos hacia un nuevo futuro inclusivo. La compasión y el respeto por todos los y las sirias como individuos y grupos deben ser la base de la nueva Constitución.

FUENTE: Bassam Said Ishak y Sinam Sherkany Mohamad (copresidentes de la misión en Estados Unidos del Consejo Democrático Sirio) / Syrian Democratic Times / Traducción y edición: Kurdistán América Latina

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