Un informe de la ONU indicó que hasta ahora 15 mil personas han sido desplazadas por los ataques turcos contra Afrin.
“Si bien la salida de desplazados internos del distrito de Afrin sigue siendo limitada debido al cierre de los tres puntos de salida, hay informes no verificados de desplazamientos internos de civiles de las comunidades periféricas hacia el distrito central de Afrin. Los informes indican que posiblemente unas 15 mil personas hayan sido desplazadas internamente desde el 20 de enero”, informó el lunes pasado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Según Abdulkarim Omer, jefe de relaciones exteriores del cantón Jazira, poca genta abandonó Afrin para trasladarse a Alepo.
“A pesar de estos ataques violentos, la gente de Afrin no se fue. Solo algunos de ellos se fueron a las aldeas fronterizas, a pedido de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG/YPJ”, afirmó Abdulkarim Omar.
El funcionario también rechazó la denuncia de Turquía de que los kurdos utilizan civiles como escudos humanos y explicó que algunas aldeas fueron vaciadas para proteger a los pobladores de los bombardeos de la aviación turca, que tienen como saldo 60 civiles muertos.
El informe de la ONU indicó que los enfrentamientos entre los terroristas apoyados por Turquía y las fuerzas de autodefensa se concentran a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía, lo que confirma que los mercenarios y el ejército turco no han avanzado mucho.
“El 28 de enero, se registraron fuertes enfrentamientos en la montaña de Barsaya, al noroeste de la ciudad de Azaz. Se informó que los enfrentamientos causaron el desplazamiento de unas 80 familias del campo cercano de Yazibagh. La mayoría de estas familias intentó mudarse a la ciudad de Azaz o a los campamentos de desplazados internos al este de la ciudad de Azaz”, detalló el informe.
“Con más desplazados internos que llegan a la ciudad de Afrin y las comunidades aledañas, la parte central del distrito se está congestionando, lo que ejerce presión sobre las tiendas y negocios. Según los informes, los precios de los productos básicos han aumentado ligeramente. Los desplazados internos residen en casas pertenecientes a parientes o en edificios sin terminar”, puntualizó la investigación de la ONU.
Además, el informe remarcó que los cargamentos de combustible que atraviesan el distrito de Afrin se detuvieron, por lo cual existe un aumento en los precios del combustible en el noroeste de Siria.
“La provisión de agua a través de la red se detuvo desde el 27 de enero, supuestamente debido a los ataques aéreos cerca de la presa. Los civiles en la ciudad dependen de camiones cisterna para satisfacer sus necesidades de agua”, agregó el informe.
El gobierno turco ha argumentado que la llamada “Operación Rama de Olivo”, si alcanza su objetivo, allanará el camino para que los refugiados sirios regresen a casa.
Sin embargo, los críticos y los funcionarios kurdos han argumentado que la operación pone en peligro a los más de 100.000 sirios desplazados que viven en Afrin y que muchos de ellos son blanco de los bombardeos.
El informe de la ONU señaló que el 28 de enero, los bombardeos contra la aldea de Sheikh El-Hadid produjeron la muerte de tres personas, incluidas dos mujeres, y otras diez resultaron heridas. Además, ataques aéreos en la aldea de Kobali (Zireqat), al sureste de Afrin, causaron la muerte de ocho personas y siete fueron heridas, mientras que, según los informes, siguen desaparecidas 10 personas.
“Quien quiera la paz, necesita condenar este nuevo ataque y exigir a los turcos que se vayan de Siria”, dijo el parlamentario holandés Sadet Karabulut al portal de noticias One World. “Si realmente quieres ayudar a los refugiados, debes dejar de arrojar bombas”, enfatizó.
FUENTE: Wladimir van Wilgenburg / The Region / Traducción y edición: Kurdistán América Latina