Los nómadas kurdos del distrito de Cîzre, de la provincia de Şirnak, en Bakur (sureste de Turquía), han tenido que regresar de sus pastoreos de verano en las tierras altas a principios de este año, debido a la sequía. Ahora corren el riesgo de no poder alimentar a sus animales en invierno.
Si bien la mayoría de las tierras altas de la región de Besta y las montañas Namaz, Çirav y Herekol están actualmente prohibidas como “zonas militares”, las tierras altas de otras regiones no son adecuadas para las necesidades de la ganadería nómada. Como resultado de esto, la supervivencia como nómades en las montañas es, cada año, más difícil.
Müdür Ruvanas es un kurdo que se ha ganado la vida como pastor de ganado nómada durante 20 años. Ruvanas vive en la aldea de Biyakup, en el distrito de Cîzre, y afirmó que los nómadas tienen que buscar en otras regiones debido a la falta de áreas de pastoreo en Cîzre.
“Los soldados impiden que los nómadas suban al altiplano. Han aplicado una prohibición: no dejan que nadie vaya a las tierras altas. Debido a esto, cada vez hay menos espacio para movernos. Hay cada vez menos espacio para los pastores de ganado”, dijo.
Ruvanas pide que se vuelvan a abrir las tierras altas, ahora prohibidas. También manifestó: “El aumento de los precios del heno y la cebada nos hace pasar un mal rato. Si esto continúa, nadie podrá seguir pastoreando ganado”.
A pesar de todas las dificultades, afirma que le gusta ser nómada.
“Ponemos mesas para nosotros y hablamos, hablamos de animales, del mundo, comemos nuestra comida, bebemos nuestro té”, finaliza Ruvanas al contar cómo son sus días.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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