El representante del Sindicato Revolucionario de Trabajadores de la Construcción y Carreteras (Dev Yapı İş) de Turquía, Osman Ünel, habló con la agencia de noticias ANF desde el distrito de Antakya, en Hatay, una de las áreas más afectadas por dos devastadores terremotos el 6 de febrero, que ya dejó como saldo más de 33 mil muertos y casi 8.000 edificios destruidos en Turquía y Siria.
“Hemos estado aquí durante cinco días. Participamos en trabajos de búsqueda y rescate durante los dos primeros días. Descargamos los camiones de ayuda entregados aquí y montamos tiendas de campaña”, dijo Ünel.
“Nos hemos quedado sin sentimientos, viendo cadáveres por todas partes y personas cuyas vidas han sido devastadas”, remarcó.
Ünal declaró que algunos equipos de voluntarios de AFAD (Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias) llegaron a Antakya recién al tercer y cuarto día después del terremoto, pero carecían de equipo y experiencia.
“Aparte de ellos, no había un equipo oficial para llevar a cabo el trabajo. Revolucionarios y patriotas se unieron a los esfuerzos de rescate, haciendo esfuerzos interminables para distribuir alimentos y agua a los sobrevivientes y para instalar tiendas de campaña. Las instituciones oficiales comenzaron a venir aquí solo después del tercer día”, denunció.
El dirigente sindical contó que “no queda nada de Antakya. No quedan edificios estables, a excepción de unos pocos que están severamente dañados. Tenemos la opinión de que el Estado despoblará la región, la reconstruirá y se la venderá a otros, convirtiéndola en una fuente de ganancias, como lo hicieron en Sur”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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