Durango se va a convertir en pocos días en el primer municipio de Euskal Herria en hermanarse con Kobanê, una ciudad al norte de Siria que es y será recordada por la histórica victoria de las milicias kurdas tras más de cuatro meses de asedio del Estado Islámico (ISIS). El acuerdo va a ser propiciado por la asociación Suargi tras el viaje que los durangarras Mikel Gandarias, Adrián Zelaia y Jonbi Landabidea y el bilbaíno Markel Brouard realizaron hace justo un año al Kurdistán, el pueblo sin Estado más grande del mundo que se asienta sobre territorios de Turquía, Siria, Irak e Irán.
La experiencia les impactó tanto que decidieron mediar entre el Ayuntamiento de Durango y el alcalde de Kobanê para lograr reconocimiento institucional para una ciudad que se encuentra “en una especie de limbo legal”. “Vimos cómo están reconstruyendo la zona y el modelo económico-político participativo que están impulsando, y pensamos que era un proyecto del que podíamos aprender mucho”, remarcan Gandarias y Landabidea.
Pero, para tratar de entender qué fue lo que más admiró a estos cuatro jóvenes de este modelo social de Oriente Medio, situémonos en enero de 2015. Tras la derrota de ISIS, y la liberación de Kobanê y de otras zonas limítrofes, los tres cantones que componen el Sistema Democrático Federal de Siria Septentrional o Rojava empezaron a organizarse como un territorio autónomo donde conviven diferentes etnias y religiones. Una especie de Confederación de los Pueblos del Kurdistán en la que las decisiones son tomadas en asambleas que se organizan en cada calle.
Copresidencias rotatorias
En esta misma línea, y con el propósito de “socializar el gobierno y politizar a la sociedad”, han puesto en marcha comités basados en un sistema de copresidencias rotatorias, en las que una mujer y un hombre asumen los cargos. En este sistema, la igualdad de género es prioritaria, de ahí que hayan creado unas instituciones paralelas formadas íntegramente por mujeres para garantizar que “los patrones patriarcales profundamente arraigados” no supongan un desequilibrio en el poder de sus vecinas. Estas estructuras también prestan especial atención a la representación institucional de todos los grupos étnicos o religiosos.
“Es un sistema nuevo del que nos impresionó, especialmente, la importancia que le dan a la participación, a la educación, a fomentar la economía a través de cooperativas… Allí no se veían rascacielos como en otras zonas del Kurdistán. Se veían niños yendo a la escuela y mujeres tomando decisiones”, destacan Landabidea y Gandarias.
El hermanamiento tendrá lugar el 24 de marzo y contará también con la presencia de Jaume Asens, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, con el propósito de suscribir un “acuerdo de amistad” entre ciudades bombardeadas.
“No queremos que el acto de hermanamiento se quede ahí. También queremos incluir en los presupuestos un convenio con Kobanê para apoyarles económicamente”, apunta Landabidea, que es concejal de EH Bildu en Durango.
Este dinero se destinaría a la reconstrucción de su Casa de las Mujeres, uno de los primeros edificios que -no casualmente- fue derribado por el Ejército islámico. “Nos gustaría involucrar a Andragunea en esta idea y, de hecho, el dinero que se recaudó con las camisetas de la Lilakrosa se destinará también a este proyecto”.
Para despedir las actividades promovidas por Suargi, dentro de los actos conmemorativos del 80 aniversario del bombardeo de Durango, el 25 de marzo habrá una fiesta del Newroz o celebración del nuevo año kurdo en el Plateruena. Será una excelente oportunidad para que durangueses y duranguesas se acerquen a la cultura y la gastronomía de este pueblo.
FUENTE: http://www.durangon.com