En el tercer año de la liberación de Raqqa, ciudad del norte de Siria, las mujeres continúan su lucha por la construcción de la revolución y la transformación social.
En julio de 2013, Raqqa fue ocupada por el Estado Islámico (ISIS) y todos los espacios habitables de la ciudad se convirtieron en lugares donde la gente fue sometida a todo tipo de violencia bajo el reinado de los yihadistas, que consideraban a la localidad la capital de su Califato.
En este marco se impuso la violencia y la brutalidad a las mujeres. No se les permitió salir de sus hogares y se aplicaron todas las disposiciones basadas en la opresión y la violencia. Muchas mujeres que viven en la ciudad fueron reclutadas por la fuerza por ISIS o encarceladas.
Las universidades, escuelas y estadios se convirtieron en prisiones donde se encarcelaban a las mujeres. Grandes recintos, como la Universidad İtihad y la Escuela Rabe El Edewiye en la región de Kesra, en el sur de la ciudad, se convirtieron en centros de tortura.
Las mujeres y la población urbana fueron liberadas por los combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), el 17 de octubre de 2017. Las mujeres que lucharon por la liberación dejaron sus nombres escritos en los libros de historia.
Con la liberación de Raqqa, las mujeres comenzaron a organizar actividades y formaron consejos locales. Con estas asambleas, las mujeres participan activamente en el campo de la política y ahora cumplen con sus roles de liderazgo, organización y desarrollo de la sociedad.
Con el sistema de co-presidencias en el norte y este de Siria, las mujeres obtuvieron el derecho a una representación equitativa en la política.
Las mujeres, que continuaron sus actividades organizativas en todo Raqqa, también formaron sus asambleas en ciudades y pueblos: en la actualidad, 19 consejos de mujeres están trabajando activamente en Raqqa. Al menos 10 mujeres participan en cada una de las asambleas, que cuentan con comités de reconciliación, salud, economía y educación.
La participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida ha aumentado tanto que el número de mujeres que trabajan en instituciones y organizaciones de la ciudad ha superado las 5.000.
A esto se suma que más de 4.000 mujeres de la ciudad han participado en programas de capacitación hasta el momento, y 300 mujeres completaron el programa de capacitación en la Academia de Mujeres de Tişrîn, la más grande de Raqqa.
Meryem El Ebo, habitante de Raqqa, expresó que las mujeres de la ciudad “han experimentado un gran cambio y transformación. Este cambio es evidente en la participación en política. La participación que comenzó con la esfera política se extendió a todos los demás ámbitos de la vida”.
Meryem agregó que “los desarrollos revolucionarios creados por las mujeres en Raqqa y en general en el norte y este de Siria, las han convertido en un ejemplo para Medio Oriente y el mundo”.
Por su parte, Fatma El Hasan, una pobladora de Raqian, explicó que “el 17 de octubre es una revolución de mujeres; es una revolución de cambio y transformación. Porque las mujeres que fueron sometidas a la brutalidad de las pandillas de ISIS han revolucionado todo. Agradecemos al líder Abdullah Öcalan, quien luchó por la libertad de las mujeres y los pueblos, y le dio grandes deberes a las mujeres”.
En tanto, Vezna El Ahmet, que vive en el distrito Mensur, de la ciudad de Raqqa, dijo que “el 17 de octubre es el comienzo de las mujeres desempeñando sus roles arrebatados de las manos, llevando la lucha por la liberación a la victoria”.
Necah El Ahmet, otra ciudadana, recordó a las mártires de la libertad que dieron su vida por la liberación de Raqqa y deseó que el próximo 17 de octubre fuera el día en que la ocupación turca termine en todo el norte de Siria.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina