Después de los ataques aéreos el 15 de abril contra el campamento de refugiados de Makhmur y el área de Zinê Wertê en la región de Qandil, en Kurdistán iraquí, que terminó con la vida de tres mujeres, la Comunidad de Mujeres de Kurdistán (KJK) advirtió sobre una operación masiva del ejército turco contra el pueblo kurdo.
En una declaración, la KJK –la principal organización de mujeres de todo Kurdistán-, expresó que el gobierno de Turquía “está tratando de usar el momento de la pandemia del coronavirus como un trampolín para su agresiva política militarista, y está buscando un nuevo plan de ocupación y ataque”.
“No es casual –agregó el comunicado- que las operaciones del ejército de ocupación turco en las zonas de asentamiento en Zinê Wertê se están incrementando y expandiendo, al mismo tiempo que el despliegue de las fuerzas militares del KDP (Partido Democrático de Kurdistán) en la región”.
La KJK alertó que las fuerzas Peshmerga –que dependen del gobierno regional del Kurdistán iraquí-, “eran el Séptimo Batallón de Infantería enviado al área” con la justificación de enfrentar el coronavirus. “Se intenta demostrar que la transferencia de tropas sea una medida humanitaria contra la pandemia –reveló-. Esto es para ocultar la verdad. El despliegue no se trata de salud, está creando una nueva amenaza para la vida humana. La acción aumenta el riesgo de conflicto armado entre las partes kurdas. El bombardeo de la zona ha provocado víctimas humanas. La gente local está muy preocupada y no sabe qué hacer en caso de un posible conflicto, ni dónde ir en el período de pandemia. La salud y la vida de las personas ahora están en mayor peligro”.
“Las fuerzas detrás de este plan quieren aprovechar la pandemia por la Covid-19 y se han puesto en marcha –puntualizó la declaración-. El Estado turco está aplicando esta política de manera bastante abierta de todos modos y está atacando a Makhmur y otras áreas. Si el KDP no quiere ser una de estas fuerzas, debe revisar los pasos que ha tomado hasta ahora”.
La KJK señaló que la PUK (Unión Patriótica del Kurdistán) está en contra de la situación y que el Séptimo Batallón de Infantería se compone principalmente de las fuerzas del KDP. El área Zinê Wertê, sin embargo, está bajo el control de la PUK.
Según la KJK, “los ataques contra el movimiento de liberación kurdo se han intensificado debido al estacionamiento de las fuerzas Peshmerga en la región de Qandil, y se ha producido un mayor despliegue de tropas del ejército turco en el sur de Kurdistán. Se enviaron armas pesadas junto con las unidades Peshmerga y el transporte fue acompañado por drones de combate turcos”. La organización remarcó que los movimientos militares de las fuerzas del KDP y el ejército turco tuvieron lugar en “sincronía”.
“Somos organizaciones políticas que hemos presenciado el gran sufrimiento experimentado por el pueblo kurdo a causa de los conflictos internos kurdos –expresó la KJK-. Con sus planes insidiosos, nuestro enemigo quiere eliminar una fuerza que está librando una lucha de liberación y trata de proteger al pueblo de la ocupación. Para lograr esto, quiere asegurar la ayuda de otras fuerzas kurdas e integrarlas en su plan sucio. Ningún movimiento político kurdo debería involucrarse en estos manejos. Todas las fuerzas políticas que participan en esta trama serán condenadas tarde o temprano, por la historia y por nuestra gente, por su crimen”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina