Mizan Online ha informado de que Gulamhüseyin Muhseni Eceyi, jefe de la judicatura, ha pedido a las fuerzas de seguridad que no muestren ninguna tolerancia contra quienes inciten a los “disturbios”, siguiendo la instrucción del presidente Ibrahim Raisi de ser “duros contra cualquiera que perjudique la seguridad, la paz y el pueblo del país”.
Las protestas estallaron en Irán cuando una mujer kurda de 22 años, Jîna Mahsa Amini, fue torturada hasta la muerte tras su detención por la policía de la moralidad en Teherán, el 13 de septiembre. Las protestas, que comenzaron en el Kurdistán Oriental (Rojhilat), se han extendido rápidamente por todo Irán.
Según fuentes de la oposición, en la noche del 25 de septiembre se produjeron protestas en al menos 10 localidades de la provincia de Teherán. Los manifestantes corearon consignas contra el gobierno y el líder religioso Alí Jamenei. En las redes sociales se compartieron vídeos de protestas también en Tabriz, en el noroeste del país. Las imágenes muestran a las fuerzas de seguridad iraníes abriendo fuego contra los manifestantes.
Las protestas también continúan en muchas ciudades de Rojhilat y de Baluchistán.
Las recientes protestas, consideradas como la reacción popular más importante desde las protestas contra el aumento del precio de los combustibles en 2019, se han extendido a decenas de ciudades.
Fuentes opositoras afirman que las protestas se desarrollan en, al menos, 146 ciudades de 31 provincias. Fuentes cercanas al grupo opositor iraní Muyahidín del Pueblo informan de que al menos 8.000 personas han sido detenidas en 146 ciudades y el número de muertos ha aumentado a más de 180. La misma fuente hizo pública una lista con los nombres de los fallecidos durante las manifestaciones.
Según las cifras oficiales, 41 personas han muerto en 10 días. Sin embargo, el gobierno no ha desvelado cuántos de ellos eran manifestantes.
La Organización de Derechos Humanos de Irán, con sede en Oslo, ha informado de que al menos 57 activistas han perdido la vida en las protestas. Funcionarios iraníes informaron anteriormente de que más de 700 personas habían sido detenidas en una sola provincia.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Estados Unidos, ha revelado que 17 periodistas han sido detenidos en el curso de la represión.
Jîna Mahsa Amini fue detenida el martes 13 de septiembre durante una visita familiar a Teherán por una supuesta violación de las normas del hiyab, porque su pañuelo no se ajustaba bien a la cabeza y se le veían algunos mechones de pelo.
En la comisaría, durante una “instrucción” de la “policía de la moral”, la torturaron de forma tan salvaje que cayó en coma allí mismo. Ingresó en el hospital con muerte cerebral. Desde que se supo de su muerte, una ola masiva de protestas, que el régimen de los mulás intenta reprimir con todas sus fuerzas, recorre el país contra el gobierno bajo el lema kurdo “Jin, Jiyan, Azadî” (Mujer, Vida, Libertad).
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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