“El número de mercenarios de Medio Oriente en la zona del conflicto de Nagorno-Karabaj (Artsaj) se acerca a los 2.000”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Además, expresó su preocupación por “la internacionalización del conflicto”.
En una entrevista con Kommersant, informó que pidieron reiteradamente a actores externos que utilicen sus capacidades para detener el traslado de mercenarios. El canciller ruso enfatizó que Moscú no apoya la posibilidad de una solución militar a la situación en Nagorno-Karabaj: “Es importante que tanto las partes como todos sus socios externos respeten estrictamente los acuerdos de alto el fuego, la creación de un mecanismo de control y la reanudación de un proceso de negociación sustantivo con un cronograma específico”.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) reportó que un nuevo grupo de 230 mercenarios de Siria fue enviado a Azerbaiyán para luchar contra Armenia y Artsaj. Con la llegada de estos terroristas, el número de alcanzó al menos 2.580. Al menos, 342 combatientes renunciaron a pelear y regresaron a su casa.
El SOHR ya registró la muerte de al menos nueve mercenarios durante las últimas horas y, en total, más de 240 terroristas murieron desde el 27 de septiembre. De estos, los cuerpos de 183 fueron transportados a Siria, mientras que el resto todavía se encuentran en Azerbaiyán. También, el organismo de derechos humanos reiteró que a Turquía le resulta muy difícil seguir reclutando más terroristas.
En este sentido, el primer ministro armenio Nikol Pashinian se refirió a la cuestión: “Pero ya he dicho que tanto la República Islámica de Irán como Rusia declararon que la presencia de mercenarios en la región es una amenaza para su seguridad”. “Después del comienzo de la guerra de Karabaj, escuchamos las alarmas del Cáucaso Norte, las repúblicas del Cáucaso Norte de Rusia, de que la policía rusa había neutralizado a los grupos terroristas que se habían infiltrado desde el extranjero y desde Siria”, detalló en una entrevista con The Jerusalem Post.
El premier de la República de Armenia dijo que ésta es una política seguida por Turquía, en el Mediterráneo y en sus relaciones con Grecia, Chipre, Libia, Siria e Irak: “En este sentido, hemos entrado en un cierto campo de imprevisibilidad, siempre y cuando la comunidad internacional no dé una respuesta muy concreta a estas acciones de Turquía”. Para cerrar, Pashinian denunció que el objetivo de Turquía es la “restauración del Imperio Otomano, por extraño que parezca”.
Por su parte, Arayik Harutiunian, presidente de Artsaj, aseguró que la mitad de los terroristas que luchan por Azerbaiyán resultaron heridos o murieron. “En un futuro próximo libraremos una lucha más decisiva para eliminar por completo al resto”, enfatizó el líder karabajtsí, quién agregó “esta es nuestra última guerra, lucharemos hasta el final”.
Mientras Stepanakert y Shushí fueron bombardeadas, el Servicio Estatal de Situaciones de Emergencia de Karabaj denunció que Azerbaiyán utilizó municiones de racimo incendiarias prohibidas. Las fuerzas invasoras intentaron tomar posiciones con el pretexto de retirar a sus militares muertos.
En su habitual conferencia de prensa, Artsrun Hovhannisian, del Ministerio de Defensa de Armenia, informó: “Hoy (por ayer), temprano en la mañana, las Fuerzas Armadas azerbaiyanas junto con mercenarios continuaron las operaciones ofensivas en casi todas direcciones”. Detalló que las operaciones militares siguieron “en las zonas forestales cerca de la localidad de Chartar, Martuni y Shushi”.
El vocero denunció que las fuerzas azeríes, con el pretexto de retirar a sus militares muertos, utilizaron proyectiles de humo para lanzar una incursión en Karvachar. Este intento fue repelido por las unidades del Ejército de Defensa.
“Nuestras unidades controlan la situación y, en muchos casos, avanzan en sus posiciones”, agregó Hovhannisian.
El representante de la Defensa de Armenia señaló que la razón de la disminución de la intensidad de las batallas es el debilitamiento de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán. Además, comunicó que “el pueblo de Davit Bek, atacado ayer con artillería de pequeño calibre, está relativamente tranquilo en este momento”.
El Centro de la Información Unificado de Armenia publicó que las regiones de Martuni y Shushí de Artsaj sufrieron un nuevo ataque de aviones militares. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales ni heridos.
Por la noche, informaron que las fuerzas invasoras de Azerbaiyán y Turquía dispararon un cohete Smerch a zonas residenciales y al Centro de Salud Maternal y de Infancia de Stepanakert. Como resultado, dos ciudadanos resultaron heridos y su estado de salud es grave. Al mismo tiempo, fue agredida nuevamente la ciudad de Shushí.
Por otro lado, el Ejército de Defensa de Artsaj detalló la situación en el frente sudeste (línea Shekher-Karmir Shuka-Taghavard): “En los últimos días, las fuerzas del Ejército de Defensa y los voluntarios han organizado un verdadero ‘infierno’ para el enemigo en nuestros bosques y valles”. “Los grupos terroristas y las unidades de las fuerzas especiales sufrieron y siguen sufriendo grandes pérdidas humanas y militares”, reportaron.
Por su parte, el Servicio Estatal de Emergencia de Artsaj descubrió una nueva arma disparada por las fuerzas azeríes, que apareció en el territorio de la República de Karabaj: “El estudio reveló que se trata de un arma con una longitud de unos 40 centímetros, cuyo uso está prohibido para la población civil de acuerdo con la Ginebra y otros convenios internacionales”. Además, señalaron que está destinada a la destrucción masiva e incendio.
La vocera de la Defensa Shushan Stepanian desmintió otra fake news publicaba por gobierno de Aliyev. “La declaración de la parte azerbaiyana de que las Fuerzas Armadas Armenias supuestamente dispararon a la ciudad de Fizuli y pueblos cercanos con bombas Smerch es falsa”, aseguró.
Desde que inició el ataque azerí-turco sobre el pueblo armenio, la defensa reportó que murieron 46 civiles en Armenia y Artsaj. Se contabilizaron 142 heridos y daños de 13.100 objetos de infraestructura. El total de víctimas fatales entre los militares armenios continúa en 1.177.
El CIUA anunció esta mañana las bajas azeríes desde el 27 de septiembre. Hasta la fecha murieron 7.095 militares azerbaiyanos y se destruyó gran cantidad de maquinaria militar de las fuerzas invasoras.
A su vez, el Presidente de Artsaj, Arayik Harutiunian, manifestó que los funcionarios que abandonaron la República de Artsaj durante la guerra serán despedidos. Al mismo tiempo, el líder karabajtsí les dio la oportunidad de “regresar a la patria para cumplir con su deber cívico”.
En una carta publicada en Facebook, expresó: “Teniendo en cuenta la protesta pública por el comportamiento vergonzoso de los funcionarios estatales de alto y bajo rango que abandonaron la República de Artsaj desde los primeros días de la guerra, les aseguro que todos serán despedidos por las sanciones apropiadas de acuerdo con la situación”.
Según los decretos firmados por el Presidente de Artsaj el 3 de noviembre, diez funcionarios de alto rango fueron destituidos de sus puestos. Entre ellos, se encuentra el asistente del Presidente Rudik Martirosian y los fiscales generales adjuntos, Erik Verdiyan y Sasun Gabrielian.
Anteriormente, el portavoz del Presidente Vahram Poghosian había publicado una carta abierta de Zarine Saradjian, esposa de un soldado en la línea del frente, dirigida al presidente de Karabaj. En el texto mencionó que algunos funcionarios estatales de Artsaj se encuentran en Armenia con un deseo insaciable de “salvar su propio pellejo”, obviamente evitando cumplir con su deber con la patria.
En la madrugada del 27 de septiembre, Azerbaiyán atacó Artsaj. El Ejército azerí arremetió y avanzó sobre los territorios de Karabaj, bombardeando posiciones militares y civiles. Esto provocó la resistencia tanto de Artsaj como de Armenia y una escalada bélica en la región sin precedentes en las últimas tres décadas. En las Repúblicas de Armenia y Artsaj se declaró la ley marcial y la movilización general. Azerbaiyán, que cuenta con la complicidad político-militar de Turquía y de Israel, decretó la ley marcial y el toque de queda en varias regiones de su país. El 3 de octubre el Presidente de Artsaj tomó la decisión de ir al frente de batalla.
El 10 de octubre en Moscú con la mediación del canciller ruso, los Ministros de Relaciones Exteriores de Armenia y de Azerbaiyán acordaron el primer cese de hostilidades humanitario. El 17 de octubre en París, ambas partes realizaron un segundo acuerdo. El 26 de octubre en Washington, se resolvió una tercera tregua humanitaria. Pero, estos tres ceses al fuego fueron violados por el gobierno de Aliyev, que bombardeó en reiteradas oportunidades Artsaj. Hay miles de muertos, heridos, daños de todo tipo. La guerra continúa.
FUENTE: Nor Sevan / Edición: Kurdistán América Latina