En 2015 y 2016, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y algunos de sus funcionarios de gobierno desaconsejaron a las Unidades de Protección del Pueblo y de las Mujeres (YPG/YPJ), y posteriormente a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), que cruzaran el río Éufrates y alcanzaran su lado occidental. Esa advertencia exponía un mensaje por el que los líderes turcos expresaban su rechazo a la intención de las fuerzas antes mencionadas de liberar la ciudad de Manbij y Jarablus, ambas al oeste del río Éufrates.
El 11 de noviembre de 2015, en un comunicado tras participar en la cumbre del G20, Erdogan declaró que Turquía evitaría que “cualquier parte” cruzara el río Éufrates hacia el oeste, y afirmó que su país respondería a cualquier pretensión de ese tipo.
En ese momento, el Estado Islámico (ISIS) todavía controlaba la región, y su control no era normal, por lo que las declaraciones de los líderes turcos también indicaban las orientaciones de la política turca. Turquía no quería terminar con ISIS, aunque éste había sido el motivo del brote de terrorismo y brutalidad en la región, y Turquía era su principal sostén.
Las áreas del Éufrates occidental, especialmente Manbij, eran los centros más importantes de ISIS. Manbij era la capital de los mercenarios extranjeros, que llegaban desde Europa a través de Turquía y donde se reunían y distribuían a otras regiones de Siria e Irak para llevar a cabo sus operaciones terroristas, así como lanzar operaciones terroristas en Europa.
El 11 de enero de 2016, el British Telegraph Newspaper publicó un artículo titulado “Manbij, Miniature London” (Manbij, Londres en miniatura), en vista del gran número de británicos afiliados a las filas de ISIS, además de una gran contingente de alemanes, franceses, sauditas y argelinos. Manbij constituía un punto de tránsito para ellos desde y hacia Europa.
La situación geopolítica de Manbij no es nueva, porque Manbij siempre ha sido un lugar importante para todas las fuerzas que controlan la región. En el pasado era un punto de conexión del oeste con el este de Siria, y es por ello que el castillo de Najem protegía esa calzada. El antiguo camino de Harir sigue manteniendo una importancia similar en nuestros días como en la era otomana.
La política turca no sólo se oponía al movimiento de las fuerzas que luchaban contra ISIS en Siria hacia áreas al oeste del Éufrates, sino que más tarde trató de evitar que se dirigieran a Raqqa, ciudad declarada por ISIS como su capital, y esto se evidencia por los esfuerzos de Turquía para mantener a ISIS en la región en base a los intereses propios y partidaria de dichos grupos.
ISIS ha sido siempre una carta en manos de Turquía, que la ha utilizado para luchar contra la población de las regiones del norte de Siria. Además, Turquía usó al ISIS como una excusa para lanzar una agresión contra Siria en el marco de la operación llamada “Escudo del Éufrates”, que ocupó un territorio del norte de Siria.
Sin embargo, con el apoyo de las Fuerzas Democráticas Sirias, la gente de esta región comenzó una campaña militar para liberarse de ISIS, iniciada el 1 de junio de 2016 y finalizada el 12 de agosto del mismo año, alcanzando finalmente su liberación. Desde entonces, la realidad ha cambiado en esta ciudad hasta convertirse en un punto de equilibrio para las fuerzas en Oriente Medio.
Manbij, que ahora está gestionada políticamente por sus hijos y protegida militarmente por sus soldados, está bajo peligro de las amenazas turcas.
Turquía quiere Manbij, así como todas las zonas del norte de Siria, como áreas otomanas, bajo control turco, como lo era hace más de cien años. Todos éstos y otros hechos son prueba de que Turquía es un Estado ocupante y nada más.
Esto ocurre mientras muchos acusan a Turquía de usar “opositores al régimen” en las regiones de Alepo, Damasco y Daraa para intercambiarlos por áreas del norte de Siria, como Idlib y Jarablus -que se intercambiaron por Alepo-, y Afrin, -por Gouta-, en un esfuerzo por establecer una zona de ocupación turca que allane el camino a la realización del sueño otomano.
Turquía se ha mantenido en su frontera norte, mientras que las fuerzas del Consejo Militar de Manbij están estacionadas junto a las fuerzas estadounidenses. Al oeste y al sur, el régimen y los grupos que lo apoyan se están convirtiendo en clave y punto de disuasión para una guerra que puede desarrollarse entre países regionales y globales.
Ahora, aunque la liberación de Manbij fue un golpe fatal para la guerra y una gran derrota para el terrorismo, que está por completarse en Siria, es posible que el modelo administrativo actual dentro de Manbij sirva como modelo para todo el territorio sirio, a través del cual la población local dirija sus áreas y las proteja.
Actualmente, es una de las áreas más estables y seguras, gracias a los esfuerzos de su personal militar destacado en los frentes. También es un modelo avanzado de libertad, democracia y gestión política gracias a la participación de todos los componentes y segmentos de la sociedad en la administración de la ciudad.
FUENTE: Juna Mohammed / ANHA