Las Madres de Plaza de Mayo –Línea Fundadora- de Argentina volvieron a pronunciarse en solidaridad con los miles de huelguistas de hambre en Kurdistán y en Europa que desde hace meses demandan el fin del aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali, en Turquía, desde 1999.
En su habitual ronda de todos los jueves en Plaza de Mayo, en Buenos Aires, Nora Cortiñas, que recientemente estuvo en Amed, capital histórica de Kurdistán, explicó que el viaje fue “con mucha tristeza”, pero también “de compromiso y amor a un pueblo que es perseguido todos los días, que los asesinan todos los días”.
Cortiñas, que se reunió con la diputada kurda Leyla Güven, que hace 128 días se encuentra en huelga de hambre, expresó que “ella y todos los que están haciendo la huelga de hambre son patriotas, es gente que quiere lo mejor”.
“Parecería que ellos buscan la muerte, pero quieren una vida digna para todo el pueblo”, afirmó la Madre de Plaza de Mayo en referencia a la medida de fuerza que llevan adelante.
Por su parte, Bervely Keene, de Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina, que también viajó a Kurdistán, relató que en la actualidad “todos los presos políticos kurdos en Turquía ahora están haciendo huelga de hambre”.
“Están acompañando la huelga de hambre que inició la diputada kurda Leyla Güven hace más de 125 días. Son entre ocho mil y nueve mil personas en huelga de hambre. Su reclamo es que sencillamente el gobierno turco ponga fin al aislamiento solitario del dirigente kurdo Abdullah Öcalan”, indicó.
Keene explicó que “ni siquiera están pidiendo que lo liberen de esa detención arbitraria, injusta e ilegal. Simplemente están pidiendo que el gobierno turco cumpla con sus propias leyes, con su propia Constitución, que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos y ponga fin al aislamiento de Öcalan”.
“Hace ocho años que a Öcalan no le permiten ver a sus abogados –denunció Keene-. Hace seis años que no le permiten ver regularmente a sus familiares. No tiene derecho a comunicarse, a recibir cartas, a hablar por teléfono, a recibir diarios, libros o lo que sea. Lo que están pidiendo es que pongan fin a ese trato inhumano, a esa tortura cotidiana que sufre un preso que está a cargo del gobierno turco hace 20 años y que fue secuestrado por Estados Unidos y por Israel, en una operación de la OTAN coordinada con Turquía”.
Keene leyó una carta del Movimiento de Mujeres de Kurdistán, en la que se alerta que “las muertes están en la puerta. No podemos prever cuántas horas, minutos o segundos quedan hasta que alguien muera. El 8 de noviembre de 2018, Leyla, mientras estaba detenida, no fue llevada a los tribunales y participó en su audiencia a través de un sistema audiovisual. Ella declaró en la corte que el pueblo está siendo aislado por medio del sistema de aislamiento en la isla-prisión de Imrali, impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan”.
Por último, Marta Baravalle, integrante de Madres de Plaza de Mayo, aseveró que los huelguistas de hambre “reclaman justicia y esto es lo que hacían nuestros 30 mil detenidos-desaparecidos, y todos los que lucharon en esa época, quienes tuvieron que desistir de una vida normal”, ya que “buscaban la dignidad para su pueblo”.
En Plaza de Mayo también estuvieron presentes Sergio Maldonado -hermano de Santiago Maldonado, asesinado por Gendarmería-, y Alberto Santillan -padre del militante #Darío Santillán, asesinado por la policía-, quienes manifestaron su apoyo a Güven y a los cientos de huelguistas en Kurdistán y Europa.
FUENTE: Kurdistán América Latina