Ehwen Çiyako, miembro del consejo del partido PJAK (Partiya Jiyana Azad a Kurdistanê / Partido por una Vida Libre de Kurdistán), habló sobre la rebelión del pueblo de Rojhilat (Kurdistán iraní) y el aniversario de la conspiración internacional contra Abdullah Öcalan de hace 22 años.
Incluso antes del establecimiento de la República Islámica de Irán, el pueblo de Kurdistán del Este (Rojhilat) luchó por la autodeterminación, señaló Çiyako. El dirigente explicó que “el pueblo kurdo pagó un alto precio desde 1979 hasta la década de 1990. Sin embargo, carecía de un poder ejecutivo. Desgraciadamente, debido a los déficits de los partidos políticos activos en aquella época, la lucha no dio resultados. Esto condujo, por un lado, a la represión del régimen iraní y, por otro, a una especie de desesperanza entre la población. Al mismo tiempo, sin embargo, los jóvenes y los estudiantes buscaron nuevos métodos de lucha”.
Çiyako recordó que en esa época, el líder kurdo Abdullah Öcalan “también estaba interesado en establecer estructuras organizadas en Rojhilat. En la década de 1990 se sembraron en Rojhilat las primeras semillas del movimiento apoísta. El establecimiento de MED TV tuvo un gran impacto en la población. La gente de Rojhilat conoció las ideas de Rêber Apo (Öcala) y, al mismo tiempo, el movimiento apoísta conoció la realidad del Kurdistán Oriental. La filosofía de Rêber Apo dio esperanza a la juventud de Rojhilat y muchos jóvenes se unieron a la guerrilla”.
Para el integrante del PJAK, el 15 de febrero de 1999, cuando Öcalan fue secuestrado por el Estado turco en Kenia, “la población de Rojhilat se levantó y protestó contra el complot internacional, mostrando la esperanza que se depositaba en Rêber Apo. Expresaron su ira contra los poderes implicados en el complot y, al mismo tiempo, señalaron al Estado iraní que seguía en pie. En Rojhilat, el pueblo mostró su vínculo con Rêber Apo de una manera muy especial”.
“La gente salió a la calle en todas las ciudades y demostró una actitud patriótica –continuó Çiyako-. Surgió un ambiente revolucionario. Para sofocar el levantamiento, el régimen iraní lanzó un ataque tras otro. En estos ataques murieron 50 personas, la mayoría de ellas en Sine. Sin embargo, el régimen consiguió exactamente lo contrario con su contrainsurgencia. Los ataques crearon una base para el movimiento apoísta en Rojhilat”.
El dirigente indicó que en 1999, “la población apoyó a Rêber Apo con un espíritu revolucionario. El mismo espíritu de resistencia debe mostrarse hoy al enemigo. Hay que decir abiertamente: ‘Somos una nación, lloramos y reímos juntos. Nuestros líderes defienden nuestros valores. Con la ocupación de nuestro país, nuestros sentimientos revolucionarios y nacionales no pueden ser aplastados’. Los ocupantes de Kurdistán deben rendir cuentas. Tenemos que luchar con un espíritu nacional y revolucionario por la libertad de Rêber Apo y de Kurdistán”.
Çiyako recordó la presión del régimen sobre la población y lo desesperada que estaba la gente de Rojhilat. “Este ambiente pesimista cambió con la creación de las PJAK. Ahora el pueblo lucha por su liberación y también trabaja por las demás partes del Kurdistán”.
En aquel momento, el Estado iraní asumió que las reivindicaciones de la población kurda habían sido finalmente sofocadas. “Hoy, sin embargo, está más que enfrentado a las luchas del pueblo kurdo por la libertad –puntualizó Çiyako-. La población de Rojhilat y de Irán necesita más que nadie el modelo de solución que propone el confederalismo democrático. Este sistema es una solución para todos los pueblos oprimidos”.
Para el integrante del PJAK, “en el 22º aniversario de la conspiración internacional, el pueblo de Rojhilat apoyará efectivamente a Rêber Apo e intensificará su lucha contra las ejecuciones y por la democracia en el marco de la iniciativa ‘Tiempo de Libertad’”.
Por último, Çiyako manifestó que actualmente “se está llevando a cabo una campaña por la libertad de Rêber Apo. Se anima a la población de Rojhilat e Irán a participar activamente en todas las acciones y actividades específicas. Rêber Apo no es sólo un líder para el pueblo kurdo, sino para todos los pueblos oprimidos. Su lucha y sus proyectos tienen como objetivo la liberación de todos los oprimidos y especialmente de las mujeres. Por lo tanto, su libertad significa también la libertad de todos los oprimidos”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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