Ha surgido un nuevo y perturbador tipo de terrorismo económico en el norte y el este de Siria, la región fronteriza con Turquía. Los sospechosos incendios están destruyendo cientos de kilómetros cuadrados de campos de trigo y cebada. Hasta ahora, siete personas han perdido la vida luchando contra estos incendios, integrantes del personal de seguridad interna y emergencias, y también residentes locales que participaron en la lucha contra el incendio. Al menos un miembro de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) perdió su vida luchando contra los incendios.
Según la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), la mayoría de estos incendios fueron provocados, mientras que unos pocos tuvieron causas naturales, ambientales o accidentales, como la caída de rayos o un cigarrillo mal apagado. En cada temporada de cosecha se ven algunos incendios, pero la escalada de esta destrucción es muy superior a la observada en el pasado reciente.
El Estado Islámico (ISIS) se responsabilizó de los primeros incendios. Pero desde entonces, muchos creen que hay otros culpables. Mohammed Abbas al-Jaghjagh, de 75 años, un agricultor con campos cerca de Tal Hamis, perdió todo cuando sus campos fueron quemados. Fue citado en The Washington Post: “No podemos decir quién lo está haciendo. ¿Son los árabes? No podemos decirlo. ¿Los kurdos? No podemos decirlo ¿Es el gobierno? No podemos decirlo ¿Es Turquía? No podemos decirlo ¿Son extranjeros? No podemos decirlo. Hay muchos enemigos, y no tenemos pruebas”.
La AANES anunció a principios de este año que no vendería granos al gobierno sirio, por lo que el gobierno de Bashar Al Assad podría haber provocado los incendios en represalia. Muchos en la región también sospechan de fuerzas respaldadas por Turquía, como una forma perpetuación de tendencias genocidas de larga data contra los kurdos, así como sus ambiciones territoriales. Otros sospechan de los rebeldes sirios, que están alineados con Turquía y los extremistas islámicos, que se oponen a la AANES.
Lo que parece cierto es que la gente no prende fuego a los campos que ellos y sus vecinos han trabajado arduamente para cultivar. Ha surgido propaganda que acusan falsamente al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) de haber provocado estos incendios. Nasir al-Hariri, el jefe de la comisión de negociación de la oposición, se hizo eco de estos sentimientos, acusando al Partido de la Unión Demócrata (PYD) de prender los incendios.
El daño estimado de estos incendios es de 19 mil millones de libras sirias, según la AANES. Estos incendios disminuirán el suministro de granos en esta región devastada por la guerra, elevarán los precios de los alimentos y causarán hambre y sufrimiento. Quién está detrás de los fuegos es un misterio, pero los pobladores locales tienen algunas ideas.
Los incendios han destruido un total de 40.860 hectáreas de tierra agrícola, que incluye hogares rurales y algunas aldeas. La mayoría de los incendios se produjeron en la región de Jazeera, con 34.600 hectáreas quemadas. En la región del Éufrates, se quemaron 2.450 hectáreas. En la ciudad de Tabqa, 1.850 hectáreas. En la zona de Raqqa, 1.500 hectáreas. En la zona de Deir Ezzor, 350 hectáreas. En la zona de Manbij, 110 hectáreas. Los árboles frutales también fueron quemados.
Un tweet ampliamente compartido por Liz Sly, jefe de la oficina de Beirut de The Washington Post, quien escribió un artículo sobre los incendios, mostró un video de residentes locales apagando incendios con golpes de alfombras.
Brett McGurk tuiteó que estos incendios probablemente habían sido provocados por ISIS. McGurk es el ex enviado especial de la presidencia de Estados Unidos en la Coalición Internacional contra ISIS. “Cuando ISIS estableció incendios de azufre en Mosul, nuestra coalición movió el cielo y la tierra para ayudar a apagarlos. Espero que se pueda hacer lo mismo aquí, ya que ISIS pone en llamas los cultivos de Siria. Otro ejemplo de por qué el agotamiento de una base de recursos ya pequeña conlleva un riesgo involuntario”, declaró el ex enviado.
Esta región es el granero de Siria, donde se cultiva trigo y cebada. Esto se conoce como una región tradicionalmente kurda, pero también incluye a árabes, sirios y otras etnias.
Uno de los incendios más grandes, que comenzó la noche del domingo 9 de junio en la región de Terbe Sepi, amenazó no solo a una aldea, sino que también a la estación petrolera de Auda y a la central de generación de energía de Terbe Sepi. Los residentes locales, así como un equipo de lucha contra incendios, combatieron los incendios.
Si los incendios son provocados, parece obvio que se están utilizando como una herramienta intencional de guerra, venganza o posicionamiento político. Esto es terrorismo económico.
Cualquiera que sea su causa, estos incendios conducirán a una devastación generalizada, e incluso a más lágrimas para los pueblos del norte y este de Siria.
FUENTE: Lacy MacAuley / Syrian Democratic Times / Traducción y edición: Kurdistán América Latina