Lina Berekat, portavoz del Consejo de Mujeres Sirias (CMS), que la invasión de Turquía a Afrin tiene como principal objetivo destruir a la sociedad y la revolución de las mujeres en el norte de Siria.
-¿Cómo se deben interpretar las continúas violaciones de derechos humanos que se llevan a cabo por parte del ocupante ejército turco y sus aliados mercenarios contra el pueblo de Afrin?
-Han pasado seis meses desde la ocupación del Estado turco de Afrin. En estos meses han realizado todo tipo de horribles crímenes contra el pueblo. Tanto casas privadas como lugares históricos de Afrin han sido saqueados, se han producido robos, secuestros, acosos y violaciones de mujeres de forma masiva. Más aún, el pueblo ha sido atacado con armamento prohibido. Todas estas prácticas han sido desarrolladas en medio del silencio total de la comunidad internacional. Por lo que me pregunto, ¿quién es el agresor? ¿Quién el terrorista? ¿Cuál es la fuerza que lucha por defender sus casas y su tierra? El pueblo de Afrin no ha realizado ninguna operación militar contra el Estado turco. Sin embargo, el Estado turco ha ocupado Afrin con diferentes excusas. Y continúa con sus ataques para impedir que se implemente un proyecto democrático.
-¿Por qué han atacado con especial énfasis a las mujeres?
-Los extremistas reaccionarios han atacado especialmente a las mujeres. Ya habíamos visto esto en los ataques de los mercenarios del ISIS. Y lo vemos ahora con Turquía. Los soldados turcos atacan a las mujeres en un intento de quebrar la voluntad del pueblo de Afrin. Sin embargo, las mujeres de Afrin no saben lo que es arrodillarse ni dar un paso atrás, su resistencia ha hecho fracasar estos objetivos del Estado ocupante y sus aliados mercenarios.
-Las mujeres en Afrin están expuestas a violentos crímenes contra la humanidad ante la mirada de todo el mundo. A pesar de ello, la opinión internacional no dice nada. ¿Podemos decir que Turquía está protegida por este silencio?
-No podemos decir que todas las organizaciones de derechos humanos acepten la ocupación del Estado turco. Porque algunas de ellas han apoyado al pueblo de Afrin. Pero, desafortunadamente, podemos contarlas con los dedos de una mano. Afrin ha sido sometida a duras violaciones de derechos humanos. Sin embargo, la comunidad internacional permanece en silencio. Muchos poderes regionales e internacionales son de hecho socios de los ataques de Erdogan. El ataque contra Afrin no ha sido llevado a cabo solo por iniciativa de Erdogan. Afrin fue ocupada fruto de un acuerdo internacional que será una mancha en la historia.
-El ejército turco y sus aliados mercenarios usan tácticas del ISIS en Afrin. ¿Cómo se pueden contrarrestar estos ataques contra las mujeres?
-Las fuerzas de ocupación que quieren destruir una sociedad siempre atacan primero a las mujeres. Todos hemos sido testigos de las prácticas del ISIS, como los matrimonios forzados, la venta de mujeres en mercados de esclavos y condenarlas a llevar solo ropa negra. Los mercenarios del ISIS y Turquía están implementando estas prácticas que nos retrotraen a la edad de la ignorancia. El ataque del Estado turco contra las mujeres yezidíes y a los cuerpos de las combatientes de las YPJ no tiene ninguna diferencia con esa edad de la ignorancia. Estos ataques son un mensaje a las mujeres. Estos ataques nos pretenden decir: “Quebraremos su voluntad, destruiremos su revolución”.
-A pesar de todos los abusos y ataques, las mujeres de Afrin se están organizando en Shehba. ¿Cómo interpretas esto?
-Las mujeres dan esperanza y vida. Las mujeres han resistido y fortalecido su organización a pesar de los ataques inmorales llevados a cabo por el Estado turco y los mercenarios del ISIS. Las mujeres resisten contra la idea reaccionaria, bajo el liderazgo de las YPJ y ponen sobre la mesa su determinación y deseo de libertad. Por eso, hago un llamamiento a todas las mujeres sirias a que continúen con su lucha por la liberación y que sean fuertes y se organicen a pesar de todos los obstáculos a los que se puedan enfrentar.
FUENTE: ANHA / Edición: Kurdistán América Latina
