Los distintos panes tradicionales kurdos, que ya tienen miles de años de antigüedad, como el kadê, destenan y nanê dim, se mantienen vivos gracias al trabajo de las mujeres kurdas de Hakkari y Van (Bakur, Kurdistán turco). Ellas lo cocinan durante el Ramadán, el Newroz, para bodas, festivales y ocasiones especiales.
La preparación y elaboración de estos panes, que se recrean con las hábiles manos y el trabajo de las mujeres, es difícil y laboriosa.
Ellas se reúnen antes del amanecer y realizan una febril preparación en el tandoor. Unas se dedican a la repostería, otras cargan leña y otras encienden el fuego. Casi todos los días hornean pan para sus casas. Estos panes se consumen durante los meses de Ramadán y el Eid. La característica más importante de estos productos es que no se ponen rancio durante semanas, o incluso meses.
Semra Uyar, quien vive en el distrito de Tusba, en la provincia kurda de Van, contó que hornean pan para el mes de Ramadán y algunos otros días importantes. Uyar explicó que “en el pasado, casi todas las familias solían hornear. Era un ambiente festivo. Esta tradición continúa, aunque no como antes. Algunos de los panes se elaboran con mantequilla, halva, nueces o al natural. Comeremos estos panes de larga duración en el Ramadán”.
Por su parte, Asiye Tekin señaló que estos tipos de panes son indispensables en el pueblo kurdo, sobre todo para las familias numerosas.
“No se estropea debido a los ingredientes que le ponemos. Aunque algunos de los panes que hacemos son sencillos, a algunos les ponemos halva o nueces. Este pan es nuestro pan nacional. Aprendimos a hacerlo de nuestras abuelas y madres, y se lo enseñaremos a nuestros hijas”, relató Asiye.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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