La integrante del Consejo de Educación del Partido de la Liberación de las Mujeres del Kurdistán (PAJK), la doctora Evîn Devrîm Agirî, declaró que la violación sistemática se está aplicando como una política estatal organizada contra el pueblo kurdo, con la que se pretende romper la voluntad de las mujeres y de toda la sociedad.
Al ser consultada por la agencia ANF, Agirî subrayó que desde hace mucho tiempo el Estado ha confiado en este método. “La mera definición del Estado mismo demuestra este hecho. ¿Cuál es la definición del Estado? Es el derecho de pasar la noche nupcial con la mujer después de definirse de tal manera, no hay duda de que no hay inocencia y moral que se pueda esperar de ella, es decir, el propio Estado dice acerca de su propia definición: ‘Esto es lo que soy’”.
La representante del PAJK explicó que en este marco, con la violación de las mujeres el Estado intenta a arrebatar el poder de la vida libre de la sociedad y la conciencia, y sentar las bases del control de toda la sociedad.
Agirî afirmó que “si una echa un vistazo al flujo de la historia, puede ver fácilmente que la esencia que mantiene vivo al Estado es precisamente este hecho”.
Al mismo tiempo, resaltó “con esto generan impactos profundos y transmiten un mensaje, que dice: ‘Puedo jugar contigo hasta el fondo de mi corazón, puedo dejarte sin voluntad’. Este mensaje se entrega en su mayor parte a la sociedad kurda, y a todas las sociedades que albergan valores culturales, que tienen el poder de crear, defender su dominio y poseer un libre albedrío”.
La integrante del PAJK indicó que “los kurdos también se han convertido” en víctimas del Estado. “Por este motivo, el Estado está concluyendo que, para tener éxito en la invasión de nuevas tierras, es necesario atacar a las mujeres para causar una profunda represión de toda la sociedad”, aseveró.
Según Agirî, el poder estatal “también está convencido de que al asaltar a la mujer, jugando con la voluntad, el honor y los factores sensibles de la sociedad, será capaz de disolver la sociedad. Esta fue la política del Estado turco durante la sangrienta represión de la insurgencia de los kurdos en Dersim. En Shengal (norte de Irak) esto fue sistemáticamente llevado a cabo por las pandillas de ISIS. Y curiosamente, en Kurdistán del norte, también fue implementado por el AKP en el mismo momento, por ende con el mismo objetivo”.
“Sin embargo, una sociedad que ha heredado la conciencia y la lucha de sus mujeres, nunca puede ser asesinada. Por lo tanto, el factor más importante es que la sociedad adopte una postura opuesta. La mujer está ahora en posesión de su propio partido, de su propio ejército y de una enorme lucha. Ella puede liberarse. Pero para que la sociedad pueda romper estas cadenas, necesita concentrarse en una lucha y estar lista para los esfuerzos”, manifestó la guerrillera.
Agirî recordó las palabras del líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, que dijo que “la etapa de la libertad de la mujer es el escenario de la libertad de la sociedad”. La representante del PAJK añadió: “El AKP tiene miedo de esta etapa y por eso intenta romper la voluntad de las mujeres por medio de la violación, para tomarla de rehén y así evitar que la sociedad se haga libre”.
“Lo más extenuante en el mundo es borrar el concepto de libertad, sin embargo, no hay que confiar plenamente en ello. Primero y ante todo las mujeres y los jóvenes, toda la sociedad necesita levantarse, ferozmente, contra esta inminente barbarie que se planea. Estas montañas, esta formación militar y esta lucha existen para este propósito”, remarcó.
Agirî analizó que “al violar a los niños y a las mujeres, el futuro está siendo atado a cadenas”. “Además, cuando en un pueblo como el kurdo, se impone un método semejante, entonces se juega con el mismo honor y la dignidad de todo un pueblo”, indicó. A lo que agregó: “Nuestras mujeres que se enfrentan a estos casos nunca deben aceptarlos, ni deben aceptar actos semejantes a nuestros hijos”.
Ante esta situación, sostuvo la representante del PAJK el pueblo debe “levantarse y desafiar esta práctica en la lucha. Es una responsabilidad humana y social. Sólo así se salvará el pasado, el presente y el futuro”.
FUENTE: Vyyan Artos/ANF/Edición: Kurdistán América Latina