La victoria de la oposición en la votación de la alcaldía de Estambul fue un duro golpe para el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pero el líder del partido gobernante no se rendirá fácilmente, afirmó el lunes un análisis del think tank estadounidense Council on Foreign Relations (CFR).
El principal candidato laico del Partido Popular Republicano (CHP) de Estambul, Ekrem İmamoğlu, logró una ventaja de 775.000 votos, un aumento enorme en el margen de 13.000 que alcanzó en los comicios del 31 de marzo, anulados después de que el partido gobernante denunciara presuntas irregularidades.
El triunfo de Amamoğlu, que terminó con el gobierno de 25 años de Erdogan en Estambul, fue visto como un golpe punzante para el presidente turco. Sin embargo, es probable que Erdogan y su gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) sigan luchando.
“Incluso bajo coacción, todavía tienen recursos importantes a su disposición para hacer que el gobierno sea lo más difícil posible para Imamoglu”, dijo Steven A. Cook, investigador principal para estudios de Medio Oriente y África del Norte del CFR.
A pesar de los rumores de una investigación contra İmamoglu, Erdogan no arriesgaría su “legitimidad de flagelación” al procesar al alcalde electo que ganó un importante mandato, según Cook.
“Es más probable que Erdogan emita decretos presidenciales que limiten la capacidad de los alcaldes de las grandes ciudades para gastar los recursos financieros para gobernar, impidiéndoles otorgar contratos por un valor de más de cinco millones de dólares”, estimó el analista, mientras que también utilizará la austeridad como una razón para limitar recursos.
El presidente de Turquía y su partido gobernante enfrentan varios problemas a la vez, incluida una economía débil, una oposición fortalecida y una fricción interna. “Erdogan tiene mucho tiempo para recuperar el equilibrio”, dijo Cook, ya que la próxima elección está programada para 2023.
Aun así, Cook agregó: “Con Ekrem İmamoglu, Erdogan se enfrenta al político más interesante desde que él mismo se convirtió en alcalde de Estambul en 1994”.
Por su parte, el líder del CHP, Kemal Kılıçdaroğlu, pidió a todos los partidos del país que trabajen para poner fin al “régimen de un solo hombre” y establecer un sistema democrático fuerte.
“Este es un llamado claro y abierto a todos los partidos políticos. Estamos listos para todo. Eliminemos este régimen de un solo hombre y establezcamos un sistema democrático fuerte”, declaró el sitio de noticias Artı Gerçek, citando a Kılıçdaroğlu durante una reunión del partido efectuada durante esta jornada.
El líder de CHP señaló el actual juicio por el parque Gezi, donde 16 importantes figuras de la sociedad civil están acusadas de intentar derrocar al entonces primer ministro Erdogan mediante la organización y financiación de protestas en todo el país en 2013, como un ejemplo de cómo el gobierno utiliza hacha contra quienes sostienen puntos de vista opositores.
Los 16 imputados, que enfrentan cadena perpetua si son condenados, niegan los cargos en su contra.
“Los que participaron en las protestas de Gezi son nuestros jóvenes. Osman Kavala, Yiğit Aksakoğlu y Eren Erdem están detenidos en vano”, dijo el líder del CHP, refiriéndose a los principales activistas y legisladores que están siendo juzgados.
Kılıçdaroğlu aseveró que el caso era infundado, y agregó que se había abierto una puerta para Turquía con la victoria de la oposición en los comicios en Estambul.
“Si todo el mundo está discutiendo sobre Turquía hoy, se debe a los 16 millones de personas de Estambul. Esta saga democrática es una de las más importantes de nuestra historia política”, afirmó el dirigente.
El gobernante AKP perdió cinco de las provincias más pobladas de Turquía en las elecciones del 31 de marzo, sin embargo, la pérdida de Estambul es el golpe más duro para el presidente Erdogan, quien lanzó su carrera política en la principal ciudad del país.
En tanto, el analista Abdulkadir Selvi, conocido por sus estrechos vínculos con el AKP, estimó que los resultados de Estambul sugieren vientos de cambio en la política turca.
“Hay momentos históricos de ruptura en la política”, sostuvo Selvi este martes en el periódico gubernamental Hürriyet. “Las elecciones del 23 de junio deben abordarse de esa misma manera”, agregó.
Para Selvi, la derrota del AKP en Estambul contiene “mensajes importantes para el partido gobernante sobre las próximas elecciones nacionales”, programadas para 2023. “El 23 de junio podría ser compensado, pero no hay compensación para 2023”, manifestó el analista.
“Las urnas han dado una fuerte señal de cambio en las últimas dos elecciones y se espera que Erdogan haga cambios fundamentales en sus políticas principales”, apuntó Selvi. “Si no satisfaces la cuestión del cambio, la nación te cambiará”, dijo el analista en referencia al gobierno de Erdogan.
FUENTE: Ahval / Traducción y edición: Kurdistán América Latina