Las familias kurdas se amontonan sobre mantas en una cueva con poca luz. Otros se esconden en los escombros de un edificio bombardeado, reunidos alrededor de una fogata. Aquellos que tienen sótanos allí buscan refugio.
Esta es la vida en Afrin.
La ofensiva militar transfronteriza de Turquía contra las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos ha llevado a los civiles que viven en el enclave del noroeste de Siria a la clandestinidad. Se estima que unas 16.000 personas han sido desplazadas por los combates, que se han visto marcados por ataques aéreos y bombardeos implacables, según las Naciones Unidas.
Las imágenes obtenidas exclusivamente por CNN capturan las calles desiertas de la ciudad, repletas de automóviles arrugados, escombros y enormes agujeros donde alguna vez estuvieron las tiendas.
“No sabemos a dónde ir”, dice Mohammed Khaled, de 10 años, que habla en kurdo.
“Los aviones han estado arrojando bombas durante cinco días. Están arrojando misiles y bombas. Mi padre dice que no salga debido a los aviones de guerra y por eso dormimos en las cabañas. Todas nuestras casas están destruidas”.
Khaled se encuentra afuera de una de las estructuras donde los civiles buscan refugio. Los niños se mueven detrás de él, inquietos. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las autoridades locales impidieron a las familias abandonar el área. La organización humanitaria tuvo que suspender los servicios de protección infantil en medio de la violencia.
Um Muhammed, la madre de Khaled, se pregunta por qué el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está bombardeando a su pueblo. “¿Qué le hicimos a él?”, dice en árabe. “Perdimos nuestros hogares, nuestros hijos, no queda nada… ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? ¿No es una lástima que los niños tengan que vivir así? Somos seres humanos, ¿verdad? ¿Por qué nos están haciendo esto?”.
“Esto es una masacre”, agrega, rompiendo a llorar. “Por favor transmitan nuestro mensaje, estamos suplicando a la comunidad internacional que detenga el asesinato de los civiles, que detenga los ataques aéreos y la guerra contra nosotros”.
Afrin ha llevado la peor parte de los ataques de Turquía desde el 20 de enero, cuando Ankara lanzó la Operación Rama de Olivo para eliminar al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), al Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) y a supuesto militantes del ISIS del área a lo largo de su frontera.
Las operaciones militares se han dirigido principalmente contra los combatientes kurdos de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG). La milicia, que integra las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) apoyadas por Estados Unidos en la lucha contra ISIS, es vista por Ankara como una organización terrorista.
Turquía ve la búsqueda de los kurdos, que se extienden en Turquía, Siria, Irán e Iraq, para establecer una patria independiente, como una amenaza existencial a su integridad territorial. Y Turquía ha advertido durante mucho tiempo que no tolerará el control de las YPG de gran parte de su frontera con Siria.
Hevi Mustafa, la copresidenta del consejo ejecutivo de Afrin, elogia la determinación y la confianza de las fuerzas que luchan contra la embestida.
Mustafa califica los ataques turcos como “bárbaros” y dice que espera que la comunidad internacional responsabilice al gobierno turco por la violencia.
“Nuestros soldados están luchando ferozmente. Ellos mismos tomaron la defensa de Afrin”, dice. “Esperábamos este ataque en nuestras áreas porque somos parte de un proyecto democrático y queremos poner fin a la crisis siria con este proyecto. Por supuesto, el gobierno turco no quiere poner fin a la crisis en Siria”.
El miércoles, las SDF dijeron que un “ejército invasor” de combatientes y terroristas turcos de Al-Nusra, ex afiliado de Al Qaeda en Siria, golpeó a Afrin con cohetes Katyusha, apuntando al vecindario Ashrafia, en gran parte civil, y los heridos fueron llevados a hospitales. Las SDF señalaron que los civiles, desde los niños hasta los ancianos, resultaron heridos.
“En este momento estamos abrumados con civiles heridos y muertos”, dice el doctor Jawan Muhammed, director general del hospital en Afrin. “Nuestro hospital no puede hacer frente a esto, nuestras salas de cirugía están abrumadas. Llevamos a cabo 18 cirugías por día. Estamos consumiendo todos nuestros suministros médicos debido a la gran cantidad de víctimas como resultado de ataques aéreos indiscriminados y el fuego de artillería”.
Las fuerzas turcas reportaron el miércoles más muertes en la región, citando el lanzamiento de cohetes y bombardeos, y culparon a los “terroristas” vinculados al PKK.
Turquía considera que las YPG es indistinguible del PKK y afirma que esas entidades se han estado escondiendo en Afrin desde que el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad se fue en 2012.
Según el Estado Mayor turco, la operación se lleva a cabo en el marco de los derechos de Turquía, basados en el derecho internacional. El ejército también dice que evitar las bajas civiles es de “máxima importancia”.
“Solo los terroristas y sus refugios, cuarteles, armas, herramientas y equipos son blanco, y se muestran todo tipo de atención y sensibilidad para evitar daños a personas civiles / inocentes y al medio ambiente”, dijeron las Fuerzas Armadas turcas en un comunicado.
Las personas que se esconden en las cuevas de Afrin tienen una visión diferente.
Una mujer pregunta: “¿Qué quieren los aviones? ¿Para qué nos están bombardeando? ¿Qué es lo que quieren de nosotros y qué es lo que quieren de los niños pequeños?”.
Una joven llamada Yasmin se escondió con su madre y sus hermanos después de que mataron a su padre.
“Aquí es realmente oscuro. Tenemos tanto miedo porque es realmente ruidoso. Están llevando a cabo ataques aéreos. ¿Qué les hicimos? Somos solo niños. ¿Por qué esto es nuestra culpa?”, se pregunta.
Fatima Muhammed, ataviada con un suéter rojo y el pelo envuelto en un pañuelo morado, se encuentra entre una docena de personas escondidas en la misma cueva. “Terminamos en las calles y en las cuevas… no podemos regresar a nuestros hogares, todos están destruidos”, dice. “¿Qué tipo de país golpea a los civiles de esta manera?”.
FUENTE: CNN / Traducción y edición: Kurdistán América Latina