Los conflictos en Medio Oriente y los ataques hegemónicos de los estados regionales continúan destruyendo la vida de miles de personas.
Las operaciones lanzadas por Turquía el 24 de abril en la región del Kurdistán iraquí (Bashur) aún continúan. Los pueblos se han despoblado; la región se ha vuelto irreconocible debido a los ataques, que también destruyen la naturaleza. Mientras la población local sigue protestando por los ataques turcos, los y las activistas civiles utilizan todos los medios para detener la guerra.
La activista Kelsum Hesên afirmó que las guerras se están profundizando para enriquecer la industria de armas, las empresas farmacéuticas y a varias familias.
Kelsum subrayó que el territorio de Kurdistán ha sido explotado no solo por Turquía sino también por Irán durante muchos años, y que este es un enfoque inaceptable.
“No solo Turquía sino también Irán han intentado ocupar nuestras tierras durante años –aseveró-. El conflicto entre safavidas y otomanos en realidad continúa. No deberíamos pensar en los ataques de Turquía como operaciones transfronterizas. Estos ataques se han planeado para más áreas. Mosul e incluso Kirkuk pueden ser atacados en cualquier momento”.
La activista alertó que las guerras y los conflictos “provocan desplazamientos forzosos y la gente tiene que vivir en ciudades lejos de sus tierras, sin poder trabajar en la agricultura. Esta situación provocará un gran peligro en el futuro. Los estados profundizan la guerra por la venta de armas y drogas”.
Kelsum remarcó que los pueblos tienen que actuar juntos, independientemente de sus opiniones políticas, para detener las guerras en la región del Kurdistán iraquí, y así proteger la integridad territorial del país. “Necesitamos una postura común”, reiteró la activista.
FUENTE: Mihriban Selam Kakay / JINHA Agency / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
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