No es una sorpresa el por qué muchos dicen que el Movimiento de Liberación de Kurdistán está atravesando una revolución de mujeres. Comandando ejércitos y armadas, las mujeres kurdas han estado a la vanguardia de la lucha contra el llamado Estado Islámico (ISIS). Pero sería erróneo afirmar que esto, en sí mismo, es la “revolución de la mujer”, ya que los avances de las mujeres kurdas van más allá de la esfera militar. Suscribirse a este punto de vista es caer en lo que la activista y antropóloga kurda Dilar Dirik llama la “mirada oriental” que fetichiza a las mujeres kurdas mientras las despoja de su esencia.
Las mujeres en las áreas bajo el control de la Federación Democrática del Norte de Siria tienen un Contrato Social que las iguala, ante la ley, con los hombres, por lo cual muchos grilletes tradicionales y feudales se han roto. Las mujeres trabajan como doctoras, maestras, periodistas y estudiantes. Las mujeres, ya sean kurdas, asirias, yezidíes o árabes, han encontrado un espacio más amplio para expresarse.
En la complejidad de la vida dentro la Federación Democrática del Norte de Siria hay, por supuesto, imágenes que muestran a las mujeres kurdas de las Unidades de Protección Femeninas (YPJ). También hay mujeres de diversas razas, algunas con el pañuelo en la cabeza y otras no, algunas viejas y otras jóvenes, algunas kurdas y otras árabes.
La siguiente historia fotográfica sigue a las mujeres que están a la vanguardia de la lucha en Kurdistán. Desde el campo de batalla hasta el salón de clases y la sala de emergencias, esperamos que esta historia amplíe el punto de vista que muchos podrían tener sobre la revolución de las mujeres en el norte de Siria.
Esta es la segunda parte de esta serie producida por Loez. Para ver la primera parte de esta foto-historia, ver aquí.
En las afueras de Kobanê, en la Federación Democrática del Norte de Siria. El norte de Siria es una región muy rural. Utilizada por el régimen de Bashar Al Assad como el granero del país, esta región fuertemente explotada debe lidiar con el legado de bosques destruidos y la imposición de monocultivos (trigo y algodón) que han provocado daños al suelo. La zona también es conocida por el uso masivo de irrigación para la agricultura, que la deja verde pero pobre en biodiversidad.
Cosecha en Rojava. Durante la cosecha, todos los miembros de la familia trabajan en el campo. La agricultura es una actividad económica importante en el Kurdistán sirio, pero debido a la guerra la cosecha no fue tan buena como debería haber sido.
Sehal, una de sus hermanas y cuñada. Sehal decidió unirse a las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) hace un año, después de que sus dos hermanos se alistaron en las YPG. Para esta joven de un pueblo rural, unirse a las YPJ abrió un mundo nuevo, donde obtuvo libertad y acceso a la educación a la que, de otro modo, no podría tener acceso.
Campamento Newroz. Octubre de 2014. Después de ser rescatados por el PKK, los yezidíes de Irak escaparon de una masacre y fueron atendidos por el gobierno local kurdo de Rojava, que les abrió un corredor seguro y les construyó un campamento en el Kurdistán sirio cerca de Derik. El gobierno autónomo kurdo les proporcionó alimentos diarios, electricidad, seguridad y un pequeño estipendio, a pesar de carecer de los medios para cubrir los costos diarios.
Monte Shengal. Yezidíes refugiados preparando una comida después de un ataque de ISIS que los dejó varados en una montaña.
Serekaniye, Rojava. Marzo de 2014. Una panadería cooperativa dirigida por mujeres con el propósito de la emancipación económica.
Kobanê, abril de 2018. Leyla (traje ligero) y Adila (chaleco negro) lanzaron hace tres meses una tienda artística bajo el modelo cooperativo de la Federación Democrática del Norte de Siria.
Kobanê, abril de 2018. Leyla y Adila, a través de sus creaciones, también intentan preservar el conocimiento tradicional transmitido de generación en generación.
Kobanê, abril de 2018. Dice Hadla: “He estado trabajando aquí durante un mes. Quería ganar dinero para mis hijos. Una mujer de nuestro vecindario conocía este lugar, me lo contó. Después del ataque de ISIS, fuimos a Turquía como refugiados, trabajé en los campos. Luego regresamos. Pero antes de dejar Kobanê, era una costurera”.
Kobanê, abril de 2018. Reunión de los copresidentes de 12 comunas, la entidad en la base del sistema democrático en el norte de Siria, a cargo de resolver problemas o reenviar las solicitudes de los participantes. Las familias viven en un espacio común.
Kobanê, abril de 2018. Ayse Effendi, copresidente de TEV-DEM en Kobanê, explica: “Esta es la primera vez que los kurdos se organizan de esta manera. Pero este método de autoorganización tiene raíces históricas: una vez fue el modo de operación predeterminado para consejos familiares y tribus. Sin embargo, nuestras comunas no se basan ni en tribus ni en tribus ni en relaciones de sangre. Todos pueden participar y estamos luchando contra el conservadurismo. Concretamente, los miembros de las comunas se encargan de regular, o cuando no es posible compensar las demandas y las necesidades de la población. Por ejemplo, en la reunión de los copresidentes de 12 municipios, discutimos las visitas a las familias de refugiados en Afrin, y cómo proporcionarles gas y alimentos. Hay 91 municipios en Kobanê, cada uno con 100 o 150 familias. En cada comuna hay dos copresidentes y comisiones: servicios, salud, paz (justicia), defensa propia, economía, organización / movilización política. El establecimiento de municipios comenzó hace dos años. Hay reuniones semanales de la comuna. Los informes escritos se hacen en cada reunión y se envían al TEV-DEM. Cada 20 del mes, se produce un informe mensual. Hubo elecciones de copresidentes comunales en septiembre con una fuerte participación. Una vez elegidos, los copresidentes seleccionan a los líderes del comité. Este método de organización es el propuesto por Abdullah Öcalan (cofundador y presidente del PKK)”.
Qamishlo. Casa del Pueblo, junio de 2014. Estos lugares sirven para organizar la vida de los barrios en torno a la Federación. Varias comunidades usan sus casas para organizar eventos sociales, recolectar las demandas de sus habitantes y resolver los problemas de sus vecindarios. Cuando los problemas no se resuelven o las demandas no se cumplen, si es necesario, las decisiones se difieren al concejo municipal.
Manbij, abril de 2018. Fatma (árabe) y Hassan (kurdo) son copresidentes de las comunas del Este de Manbij.
Manbij, Federación Democrática del Norte de Siria, abril de 2018. Importante centro comercial en la intersección de las carreteras entre el oeste y el este (Turquía y Siria). Los puestos de Manbij están llenos de productos. Durante la dictadura de ISIS a las mujeres no se les permitía visitar solas los mercados. Ahora incluso tienen sus propios puestos.
Manbij, abril de 2018, Academia de la Mujer. Fatma, de 17 años, es copresidenta de la comuna de su pueblo y se ocupa de la violencia contra las mujeres. “Antes de venir no sabía mucho sobre mujeres. Me enteré de la Academia y decidí conocerla. Cuando llegué y vi a todas estas mujeres de diferentes orígenes, me sorprendió gratamente. Es muy difícil para participar en estas clases. Cuando lo haces, estás bajo presión social. Tenía una ventaja, que mi padre conocía el movimiento, así que fue más fácil. Cuando el SDF (Fuerzas Democráticas de Siria) nos liberó en 2016, comencé a estudiar su ideología y admirar a los hevals (cuadros del Movimiento de Liberación de Kurdistán). Llevé a cuatro mujeres más a la Academia. Como lucho por las mujeres, muchas en mi aldea me consideran una bruja y cuando me convertí en copresidente de la comuna, pensé en suicidarme debido a la presión social. Incluso recibí amenazas de muerte de los mercenarios que trabajan con el ejército turco. Pero quiero mostrarles a las chicas de mi edad que es posible hacer esto”.
Manbij, abril de 2018. Casa de las Mujeres. Jihan recibe a esta pareja cuya esposa quiere divorciarse. La Casa de las Mujeres es un lugar de organización para las mujeres, contra la violencia doméstica y marital y para hacer valer sus derechos.
Manbij, abril de 2018. Desde la liberación de la ciudad por las SDF las mujeres pueden salir nuevamente sin ser acompañadas por un hombre.
Qamishlo, Kurdistán sirio. Fiesta del Newroz, 2014. Después de años de guerra, el Newroz es para los kurdos sirios un símbolo de su lucha por la libertad y una oportunidad para manifestar alto y claro su voluntad de resistir. Las fuerzas de autodefensa y Öcalan a menudo son objeto de intensa celebración durante el Newroz.
Qamishlo, Kurdistán sirio, Newroz 2014. Hombres y mujeres bailan juntos todo el día para celebrar el nuevo año solar. También es un día para tomar un descanso y olvidarse de la guerra.
Qamishlo, Kurdistán sirio, fiesta del Newroz 2014. Berfin es periodista en Ronahi TV. Como ella, muchos kurdos vinieron del Kurdistán ocupado por Turquía para participar en el proceso político en Rojava. Los canales de noticias como Ronahi TV están tratando de proporcionar cobertura de noticias en la región.
Qamishlo, fiesta del Newroz, 2014. Una persona de las fuerzas Asayish se para como vigía alrededor de la fiesta. Los Asayish son responsables de la seguridad interna en la región.
Kobanê, abril de 2018. Komutan ha estado luchando por el PKK en Siria desde 1986. Hoy es copresidenta de una comuna y participa en el movimiento de mujeres.
Jinwar, abril de 2018. El pueblo de Jinwar es una comuna de mujeres integrada por 30 mujeres y sus hijos. Se les da prioridad a las mujeres de los mártires, pero todas las mujeres que deseen vivir allí podrán postularse, solteras, divorciadas, víctimas de violencia doméstica… Aunque los hombres no pueden residir en la aldea, pueden visitar para participar en actividades . Las casas están construidas con ladrillos y paja tradicionales, con el objetivo de impulsar un diseño ecológico.
FUENTE: Loez / The Region / Traducción y edición: Kurdistán América Latina