La periodista, escritora y activista de derechos humanos Golrokh Ebrahimi Iraee ha sido condenada a cinco años de prisión en Irán. Un tribunal de Teherán le impuso la pena de prisión tras el juicio de apelación, dijo un partidario de Iraee en Twitter.
Iraee fue detenida en septiembre de 2022, poco después del inicio de la revolución “Jin, Jiyan, Azadî”, desencadenada por la muerte de Jina Mahsa Amini bajo custodia policial.
Iraee fue condenada inicialmente a siete años de prisión, en abril pasado, por participar en reuniones ilegales y atentar contra la seguridad nacional. Según personas cercanas a ella, se negó a asistir a la vista de apelación porque no reconocía la legitimidad del tribunal.
Iraee se encuentra en la prisión de Evin, en Teherán, desde su detención. La prisión es famosa por las violaciones de derechos humanos y los malos tratos infligidos a los y las presas políticas.
Golrokh Ebrahimi Iraee es conocida por sus campañas contra la lapidación y las condiciones carcelarias en Irán. Ha estado encarcelada varias veces, la primera en 2014, y fue torturada en reiteradas ocasiones. También fue detenida por supuesto “insulto al Islam” en relación con un relato corto no publicado sobre Soraya Manoutchehri, lapidada en Irán en 1986. La periodista fue maltratada y obligada a escuchar cómo golpeaban, pateaban y asfixiaban a su marido, también encarcelado en ese momento, en una celda vecina.
Iraee ha realizado varias huelgas de hambre contra las violaciones de sus derechos en prisión y ha sido trasladada ilegalmente, a veces por la fuerza, a las cárceles de Evin, Amol y Qarchak en varias ocasiones. Durante uno de sus periodos de detención, conoció a Zeynab Jalalian. La kurda es la única mujer presa en Irán condenada a cadena perpetua. En la primavera de 2020, se la dio por desaparecida durante un tiempo. Sólo a través de una carta de Iraee se supo que Jalalian había sido víctima de una violenta odisea de traslados por cárceles de Ûrmiye (Urmia), Kirmaşan (Kermanshah) y Teherán tras su desaparición.
La pareja de Iraee es el destacado activista de derechos humanos y estudiantil Arash Sadeghi, que también fue detenido durante el levantamiento “Jin, Jiyan, Azadî”. Desde entonces, está en libertad. Sin embargo, muchos otros activistas siguen en prisión, entre ellos las periodistas Elaheh Mohammadi y Nilufar Hamedi, cuyos reportajes ayudaron a destapar el caso de Jina Mahsa Amini. La joven kurda, de 22 años, fue asesinada mientras se encontraba bajo custodia de la policía moral el pasado mes de septiembre, tras ser detenida en Teherán por violar supuestamente los códigos de vestimenta islamistas.
La muerte de Amini desencadenó la revolución nacional “Jin, Jiyan, Azadî”, que continúa hasta hoy. Según la ONG Iran Human Rights, con sede en Noruega, al menos 537 personas han muerto a manos de las fuerzas del régimen iraní en relación con la revuelta, entre ellas decenas de menores. Más de 24.000 personas fueron detenidas y al menos siete manifestantes fueron ejecutados. Es probable que pronto se ejecuten más condenas a muerte.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina
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