“La guerra en Kobane fueron nueve meses, pero esta película, hoy en día, forma parte de esa resistencia también”

Este mes de marzo comenzó en el territorio gallego la jornada de estreno de la película Kobanê, producida por la Comuna de Cine de Rojava. Viene presentada de la mano de su director de cámara, el internacionalista Gallego Olmo Couto, quien, a través de una entrevista, nos da a conocer la estructura de la Comuna, el transcurso de la creación de la película y la realidad de la población del territorio de la Administración Autónoma (AANES).

-La Comuna de Cine de Rojava es una estructura que funciona bajo un sistema revolucionario. ¿Cuáles son sus peculiaridades? ¿Cómo se trabaja? ¿Cómo se integra la población en este proyecto? ¿Tiene también un carácter formativo? ¿Cuáles son los diferentes proyectos que existen dentro de la Comuna?

-La Comuna de Cine de Rojava es una institución que se dedica tanto a la producción y difusión como a la educación.

Desde que este proyecto comenzó su andadura, allá por el 2012, se han realizado ya varias películas y otros trabajos. Se busca un cambio social a través del cine, pudiendo crear una nueva representación de la realidad. Esto es una forma de mantener la cultura: mantener la música; mantener el idioma kurdo, que ha estado prohibido durante años; recordar la historia…

La estructura está formada por diferentes personas: personas de la sociedad civil, personas que provienen de otras partes del Kurdistán y por internacionalistas. Aparte de ser un proyecto cinematográfico, tiene un enfoque diferente, porque se hace cine de un modo revolucionario. Es un proyecto integral, no se trata simplemente de juntarse y hacer cine, sino de una transformación de lo cotidiano. La gente que conforma la Comuna de Cine de Rojava vive de forma comunal, tal y como lo hace la sociedad de la Administración Autónoma, en base al Confederalismo Democrático. A nivel organizativo, atendiendo una de las bases del Confederalismo, la democracia directa, todas las personas participan en el proceso de toma de decisiones. Se llevan a cabo asambleas periódicas, en las que se discute tanto sobre los proyectos, los programas o cómo efectuar mejoras. Por otro lado, cabe destacar el sistema de co-representación en los cargos de responsabilidad, en los que siempre tiene que haber un hombre y una mujer.

Existe un proyecto de Academia de Cine, el cual cuenta con un curso que dura entre uno y dos años. Se estudia cómo hacer cine: la historia, técnicas, diferentes formas de cine… Los rodajes son también parte del aprendizaje, vienen también personas de fuera de Rojava, donde hay una industria más profesionalizada, entonces estos procesos son de gran aporte para las estudiantes actuales.

-En cuanto a la película de Kobanê, que está llegando a diferentes lugares del mundo en su estreno, ¿cómo ha sido el proceso? Es una película que recoge las vivencias reales de la gente que luchó en la defensa de la ciudad. ¿Cómo se acciona la construcción de este guion? Por otro lado, para la población,¿cuál es la importancia de contar estas vivencias?

-La película está totalmente basada en hechos reales, rodada en sitios reales y mucha de la gente que participa en la película participó también de la resistencia de Kobanê, ya sea combatiendo o con otras labores logísticas, o bien sufrieron los efectos de la guerra, como es el caso de las personas refugiadas que también aparecen plasmadas en la película.

Para redactar el guion se hicieron entrevistas durante más de un año, se habló con la gente sobreviviente para recoger la historia. La mayoría de las historias que se reflejan en la película son de gente que falleció durante la guerra, mártires. Fue un proceso de muchas reuniones. En la primera versión del guión estaba reflejada la historia de unas cuarenta personas, pero finalmente se tuvo que quedar en unas siete. Este sigue siendo un número más alto de lo habitual. Dada la importancia de la vida de las personas martirizadas, era muy difícil el tener que hacer una elección, además del hecho de que esta película es un homenaje a todas las personas que participaron en esta resistencia.

Se trata de la segunda película de ficción que se ha hecho en Rojava y en su propio idioma. Actualmente, existen canales en kurdo dentro de Rojava, pero esto, el tener una película en su idioma, que ha estado prohibido durante tantos años, ha sido una de las cosas que más le ha llegado a la gente mayor.

Es muy importante que las mismas personas que han hecho la resistencia, que han vivido esta historia, puedan ser las que la cuentan. Hay que tener en consideración que normalmente las producciones se han hecho desde fuera, conteniendo múltiples errores. Como ejemplo, podemos poner el atribuir a los peshmerga (fuerzas de defensa del Kurdistán iraquí), que tienen una ideología totalmente diferente, una ideología capitalista, la defensa de territorios que realmente fueron defendidos por las fuerzas de autodefensa kurdas. También está la tendencia de estos productos, que son muy orientalistas y colonialistas, a presentar a los kurdos como gente salvaje, sin cultura. Como que son los europeos los que tienen que venir y salvar la revolución, cuando esto es algo completamente falso. Es cierto que ha habido mucho apoyo de gente internacional, pero los autores principales son los kurdos. Nunca se retrata realmente como es la cultura kurda, como es su vivencia, como ellos viven la guerra, como ellos viven las relaciones. Por esto es muy importante que los kurdos puedan crear su propio imaginario. Esta es una de las cosas por las que lucha la Comuna, ya que entiende el cine como una lucha más, como parte de esta guerra integral.

Durante todo el rodaje se ha hecho hincapié en que esta película es parte de la resistencia, que la guerra en Kobanê fueron nueve meses, pero esta película, hoy en día, forma parte de esa resistencia también.

-La victoria de Kobanê supuso un rayo de luz para el territorio de la Administración Autónoma y es un momento histórico que está muy presente para la población. ¿Podrías contarnos cómo se refleja esto en los espacios físicos?

-Kobanê fue una de las últimas ciudades que iban a caer en manos del Estado islámico, eso suponía que si caía Kobanê estaría casi toda Rojava bajo manos del ISIS. La resistencia histórica de esta ciudad fue el comienzo de la liberación, por eso es un lugar tan importante.

Debido a esto, se han tomado varias medidas para conservar la historia. Por ejemplo, la zona del centro de la ciudad, que está completamente destruida, se ha convertido en un museo, por lo que no se reconstruirá y quedará en ruinas con los restos de la guerra. Esto es una forma de hacer honor a quienes lucharon y una forma de no olvidar lo que allí pasó. También hay varios monumentos, como puede ser el ejemplo de la estatua de la mártir de las YPJ, Arîn Mirkam, que también aparece en la película. Arîn fue una persona muy importante en la resistencia, logró parar tres tanques del ISIS que bajaban a la ciudad.

Ahora mismo Kobanê está bajo la amenaza de ataque del Ejército turco y toda Rojava está volcada en defender a esta ciudad, porque es como un mito histórico para Rojava y para el resto del mundo.

-Por otro lado, estas etapas oscuras han tenido sus consecuencias. Como en toda guerra, se han producido desplazamientos de población, la economía se ha visto afectada, las infraestructuras han tenido que partir de cero… ¿Cuál es la situación actual en Rojava con respecto a estos puntos?

-En estos últimos años la economía se ha visto muy afectada, no solo por la guerra, sino también por un cierre de fronteras que hace que sea muy difícil la entrada de bienes. Nos referimos bienes que van desde productos de primera necesidad, material de construcción o cualquier otro producto necesario para mantener a la sociedad y a la región.

Otra de las dificultades a las que se enfrenta la Administración Autónoma es la falta de reconocimiento. Esto lo podemos ejemplificar hablando de las turbinas que son necesarias para generar electricidad. Es necesario que entren al territorio desde fuera, pero, como Rojava no está reconocida como un Estado, esas turbinas no se pueden comprar a la empresa.

En estos últimos años ha habido una inflación grandísima, en gran parte debido a las sanciones de Estados Unidos y al cierre de fronteras, tanto en Turquía como en el Kurdistán iraquí. Esto provoca que los precios suban desmesuradamente, tambaleando las economías. Aun así, podemos decir que la zona de la Administración Autónoma es la que mejores condiciones de vida presenta frente a las áreas controladas por el régimen o por la oposición.

Por otro lado, es interesante mencionar las dificultades eléctricas que presentan territorios de la Administración debido a que Turquía realiza cortes del caudal de agua.

-La Administración Autónoma es un territorio continuamente atacado, no solo militarmente. En muchas ocasiones, territorios fronterizos bloquean las entradas de bienes al territorio. Ante tantas limitaciones, ¿cómo se llega a hacer posible el conseguir una película tan espectacular?

-Esta es una película de la Administración Autónoma, que ha sido quien ha puesto todas las facilidades para hacerla posible.

La ciudad de Kobanê se ha volcado con esta película. En muchas de las escenas han sido civiles, pertenecientes a diferentes colectividades de la ciudad, los que han colaborado en las escenas. Así mismo, las compañeras y compañeros de las YPG/YPJ han mostrado también su apoyo, participando en la propia película. No solo como actores, sino que también aportando materiales y conocimientos: armas, tanques, explosiones…

A nivel técnico, ha sido la Administración Autónoma quien, durante los últimos años, se ha encargado de conseguir el equipo material. También hay muchos técnicos que han venido de fuera, gente kurda que vive en las cuatro partes del Kurdistán (Irak, Siria, Turquía e Irán). Entonces, estas personas, que muchas veces trabajan en la industria de cine en estos lugares, han traído su conocimiento para poder realizar esta película.

-La película Kobanê fue dirigida por una mujer, Özlem Yasar. ¿Podrías hablarnos un poco de ella?

-Özlem ha trabajando en este proyecto más de tres años. Ella ha sido una de las dos partícipes de la construcción del guion. Para ella, esta película ha sido un proceso vital, en el que ha conseguido reflejar lo que es el Cofederalismo Democrático, dado que se trata de una película dirigida por una mujer y con una mayoría de protagonistas mujeres. Esto dice mucho de la apuesta que hay actualmente en la Comuna de Cine y en la Administración Autónoma del Noreste de Siria.

Anteriormente, había realizado un largometraje en la zona de Mahmur, en el Kurdistán iraquí, y también sobre la guerrilla kurda. Además de cineasta es también una poeta conocida.

-¿Cuál es la acogida que está teniendo esta película a nivel Internacional? ¿Crees que este es un buen medio para dar a conocer el proyecto de Rojava y para tejer enlaces que lo refuercen?

-La película está teniendo una buena acogida, se está proyectando en cines y centros culturales, sobre todo donde hay población kurda, en países como Alemania, Dinamarca…en todos estos países se está haciendo gran difusión.

En la Península Ibérica se está comenzando la difusión y está habiendo bastante aceptación, sobre todo ante gente que ya conoce el tema. Todavía es un poco difícil llegar a otros círculos, ya que se trata de un tema un tanto desconocido. No todo el mundo ha oído sobre la lucha del pueblo kurdo, la Revolución de Rojava y todo lo que ha sucedido. También es un formato al que la gente no estaba muy acostumbrada, al ser una película de ficción y no documental.

A pesar de todo ello, creo que es muy buena forma de recuperar este tipo de lenguaje, de recuperar el cine. Que todas estas herramientas estén en nuestras manos, para contar nuestras historias. Es muy necesario.

Quizá no sea una película que ahora mismo esté teniendo un gran éxito de cartelera, pero creo que esta es una película más histórica. Es algo único que se haya podido hacer en Rojava, en una situación de guerra, una película sobre su propia guerra, sobre su propia resistencia. Es una película que a lo largo de los años será recordada, será como una muestra de lo que hizo esa gente, ellos mismos, contando lo que hicieron, como resistieron.

FUENTE: Berfîn Çiya / Nueva Revolución

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