Las cantantes de “kılam” (canción) y “stran” (canción de luto) en la literatura oral kurda se llaman dengbêj. La cultura del dengbêj ha sobrevivido al ser transmitida a las nuevas generaciones. Las canciones interpretadas por las mujeres en las tierras altas y las montañas de los pueblos ahora se escuchan sobre los escenarios.
Las mujeres de la región de Serhat, que se mantuvieron alejadas de las tierras altas y las montañas tras ser desplazadas por la fuerza de sus aldeas, han seguido interpretando canciones en su idioma materno en las ciudades. Besna Hazer es una de estas mujeres. Ella solía pasar sus días cantando canciones kurdas en su casa, ubicada en la falda del monte Erek (Çiyaye Reş). Besna, que solo habla kurdo, viaja al pasado cuando interpreta esas canciones.
Besna aprendió las canciones de su madre. “Solíamos cantar estas canciones en el pueblo, en las tierras altas, y cuando íbamos a ordeñar las vacas –cuenta-. En ese momento, todos sabían canciones y solíamos cantarlas con nuestros amigos. Luego fuimos desplazados por la fuerza del pueblo a la ciudad”.
“Aquí no tenemos tierras altas ni animales. Llevo años cantando canciones en el patio de mi casa –agrega-. Son mi única fuente de paciencia. Esta cultura se la enseño a mis hijos y nietos como la aprendí de mi madre”.
Besna finalizó: “Solo hablo kurdo. Si pudiera hablar otros idiomas, firmaría solo canciones kurdas. Porque el kurdo es mi lengua materna. Cantar canciones kurdas me hace feliz más que nada. Me encanta hablar kurdo y cantar canciones kurdas”.
FUENTE: Medine Mamedoglu / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina
Be the first to comment