El asesinato de un joven mapuche a manos del estado ha desatado una ola de protestas de la nación mapuche que lucha por su reconocimiento y en defensa de su territorio contra terratenientes y multinacionales.
El viernes 21 de diciembre, tuvo lugar una gran manifestación que recorrió las calles de Temulco, en la región de Araucanía en Chile.
La manifestación convocada y liderada por el padre del joven mapuche asesinado, Macerlo Catrillanca, ha sido el resultado de una decisión colectiva tomada en varias asambleas de las comunidades mapuche y sus organizaciones, que tuvieron lugar en la comunidad de Temucuicui, a la que pertenece la familia Catrillanca.
La reivindicación principal de la manifestación es acabar con la militarización de la región de Araucanía. Sin embargo, las reivindicaciones que permean toda la lucha son el reconocimiento de la existencia del pueblo mapuche como una nación propia. “Exigimos, con la fuerza de la historia, y los derechos que nos asisten como pueblo, poner punto y final a la política de colonialismo y asimilación tal como aparecen en el Plan de Araucanía”.
Las consecuencias del asesinato del joven mapuche en una operación del Comando Especial de la Selva de los Carabineros, ha supuesto la destitución de cuatro oficiales directamente implicados en el asesinato. Un coronel, y un general de ese cuerpo militar así como el propio gobernador de Araucanía están entre los destituidos.
Sin embargo, el asunto no ha terminado ahí ya que dos videos han salido a la luz mostrando la brutalidad de la acción del cuerpo policial. Los dos videos, grabados en un teléfono móvil por dos agentes implicados en el asesinato, muestran claramente como se producen los disparos y los minutos posteriores al asesinato. El video, en contra de lo manifestado por la versión oficial, muestra que Camilo Catrillanca no se resistió ni hizo ningún gesto de confrontación con la patrulla, sino que solo trató de apartarse de la operación militar.
Los audios también son claros y muestran sin lugar a dudas que los agentes implicados en el asesinatos fueron conscientes desde el primer momento de lo que había pasado y de las posibles consecuencias.
Según la versión de los Carabineros, los videos oficiales habían sido destruidos por accidente, pero las imágenes y audios que han salido a la luz muestran una operación de encubrimiento de lo acontecido orquestado por ese cuerpo policial.
La consecuencia inmediata de las nuevas pruebas que han salido a la luz ha sido la destitución fulminante, por orden del presidente Piñera, de cuatro generales y del Director General de la poderosa institución militar-policial.
Sin embargo, la crisis desatada por el asesinato no parece haber menguado y de alguna manera apunta directamente al ministro del Interior, mano derecha de Piñera. Durante esos días, el ministro del Interior era presidente en funciones por encontrarse Piñera en viaje oficial al extranjero.
Como resultado de todos estos acontecimientos, la reivindicación tradicional del pueblo mapuche de defender su territorio y recursos naturales abundantes es cada vez más visible, algo que también comparten con los mapuches de Argentina.
El “no-reconocimiento” por parte del estado chileno, del pueblo mapuche como pueblo originario y comunidad diferenciada, deja a una población de 1.200.000 personas indefensas contra los poderosos terratenientes y multinacionales que depredan su territorio. Tanto los terratenientes como las multinacionales gozan siempre del apoyo del estado chileno independientemente de quien gobierne.
ANF/ NEWSDESK